Ya no existe peligro de hundimiento ni de contaminación del barco Yporã II, que se encuentra varado en el río Paraná desde hace dos años, específicamente en el puerto Campichuelo de la localidad de Cambyretá, según confirmaron técnicos de diferentes instituciones medioambientales que se encuentran trabajando en el lugar, misma versión manifestada por Blas Cabriza, abogado del propietario de la mencionada nave.

Solo queda por extraer restos de agua que ingresó por el semihundimiento y aún se encuentra en el interior del barco, confirmó el encargado del puerto donde se encuentra la nave. Dichos restos fueron analizados por el INTN y la Universidad de Itapúa y los resultados muestran que no representan peligro para el medio ambiente e incluso recomendaron su utilización para regadío.

Liduvina Vega, directora general de la Comisión Nacional de Defensa de los Recursos Naturales (Conaderna), informó que gracias al retiro de una gran cantidad de fluidos, presumiblemente agua mezclada con aceite de motor, el casco del barco pudo elevarse entre 60 a 80 centímetros sobre su línea de flotación y dicho aligeramiento de la carga ayudó a evitar el hundimiento del barco y una probable contaminación posterior. Sin embargo, aún existe serio riesgo que el barco pueda llegar a fracturarse por ser una estructura ya en deterioro.

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Más de 115 mil litros de agua mezclada con aceite de motor fueron retirados en la primera fase, la de vaciamiento del compartimiento de carga, y depositados en bidones de aproximadamente mil litros cada uno, luego toda la carga de estos fluidos fue retirada por el propietario del barco y trasladada a su propiedad en Capiatá.

Con respecto a este hecho, el representante legal del propietario explicó que lo que se trasladó desde Cambyretá hasta la mencionada ciudad fue nada más que agua con algo de aceite de motor y que la carga de aceite vegetal comestible había desaparecido antes de ser retirada, atendiendo a que el barco permaneció durante dos años en el mismo lugar, hecho que produjo enormes daños económicos a su representado. Sin embargo, desde la Conaderna informaron que aún está pendiente el análisis de la carga de aceite vegetal comestible, posiblemente en descomposición.

“Intentamos conversar con Raquel Bordón, de la Fiscalía Ambiental de Itapúa, pero aún no hemos logrado contactar con ella. De todas maneras, lo que pudo haber pasado con la carga es otro tema al que le daremos seguimiento en los próximos días”, expresaron.

Más de 115 mil litros de agua mezclada con aceite de motor, fueron retirados en la primera fase, la de vaciamiento del compartimiento de carga y depositados a bidones de aproximadamente mil litros cada uno. Foto: Gentileza.

Inicialmente, el contenido extraído del barco iba a ser depositado en dos lugares cercanos al puerto Campichuelo, pero tanto las autoridades ambientales que están acompañando el procedimiento como los pobladores de la zona se opusieron a esta decisión, por lo que el propietario del barco y responsable de la carga optó por trasladarlo a un predio suyo en Capiatá.

Una vez culminada la primera etapa, la del vaciamiento de los fluidos, se procederá al desguace de la nave, que pasó a manos de su nuevo propietario como parte de pago de una deuda y cuyo destino final será la reventa como chatarra. El Yporã II se encuentra actualmente varado en el puerto Campichuelo, cercano a la localidad de Cambyretá, sobre el río Paraná, a 12 kilómetros aguas arriba del Puente Internacional San Roque González de Santacruz.

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