“Mi primer empleo fue de albañil, no me avergüenzo de mis orígenes, me ayuda a entender la necesidad y la urgencia y el sufrimiento del que busca empleo. También me ayuda a apreciar al empresario formal, al que cumple con la ley no se aprovecha del humilde, aún con competencia desleal”, dice la publicación de Enrique López Arce que se viralizó esta mañana en Twitter.

El especialista en empleo Enrique López contó que su primer trabajo fue como albañil en una obra que quedaba en cercanías del Banco Central del Paraguay (BCP), en Asunción. Aseguró que era el novato del grupo de obreros al que le tocaba hacer lo que nadie deseaba, pero la necesidad de contar con su propio dinero le empujó a iniciar su carrera laboral a los 17 años en medio de cemento, ladrillos y tejas.

“Demasiado quería trabajar, demasiado quería mi plata. Lo que nadie quería hacer me daban a mí. Picaba paredes, pasaba cables, hacía la mezcla y pintaba paredes. Me tocó una obra cerca del BCP, destruido salía y todo sucio. Al llegar a mi casa recuerdo que nunca dormí de esa manera por el cansancio. Cuando cobré mi primer salario vi el cielo y las estrellas”, expresó López Arce en contacto con La Nación.

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El director de empleo de la Asociación Nacional Republicana (ANR) comentó que también trabajó como ordenanza para un equipo de abogados que lideraba una tía suya. El joven López Arce realizaba gestiones en el Palacio de Justicia, trasladaba documentos, pagaba cuentas y atendía el teléfono de la firma. Luego inició sus estudios para ingresar a la Facultad Politécnica de la Universidad Nacional de Asunción (UNA) y empezó a trabajar como asistente informático.

Administración y docencia

Sin embargo, finalmente se decidió por estudiar administración y luego ingresó a un banco para trabajar como cajero durante 6 meses, desde donde construyó una carrera profesional que se sostiene hasta hoy. “Después fui ascendiendo, pero para tener mi primera jefatura pasaron 9 años. Tener gente a mi cargo fue en un banco, trabajando como gerente. En el tema académico me recibí a los 24 años”, contó orgulloso López Arce.

El hombre también fue docente, empezando como auxiliar, luego como docente de una cátedra, también como coordinador de carrera, docente, vicedecano y finalmente fue decano de una facultad privada de Ciencias Empresariales y Económicas, hasta donde se trasladaba durante las noches para impartir clases o atender las cuestiones estudiantiles luego de terminar su trabajo, que iniciaba desde las primeras horas del día.

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“Me gusta el trabajo, esa es mi vida. De albañil a director general del Empleo. No tengo miedo al trabajo y si tengo que esforzarme y volver a hacer lo que hice, por amor a mi familia lo haría de vuelta si las cosas están mal. La casa de mi abuelo nunca tuvo algo diferente de alambre de púas. Vino desde el interior con el tercer grado, le hizo estudiar a mi papá y sus hermanos. A todos les dio un título universitario. Nunca faltó pan en la casa me contó mi papá”, afirmó emocionado López Arce.

Al hablar de su abuelo, a López Arce se le quiebra la voz y cuenta que se debe a la enseñanza de vida sobre ayudar a los necesitados y formarse a pesar que el señor solo contaba con el tercer grado de la primaria. “Cuando veo gente humilde que busca ayuda, yo pienso en mi abuelo, quiero ser esa gente buena en el camino de las personas para ayudar. A veces puedo, a veces por más que lo intente no salen las cosas, pero se hace el intento”, manifestó.

Su ida del Ministerio de Trabajo

Enrique López Arce en una de las tantas ferias que organizó desde el Ministerio de Trabajo. Foto: Archivo

Sobre aquella convocatoria para desempleados “no autorizada” por el Ministerio de Trabajo, señaló que fue una transición en su carrera. López Arce se desempeñó en este cargo luego de que un alto funcionario le haya llevado hasta la institución, en donde se destacó organizando ferias temáticas de empleo a través de las cuales consiguió trabajo para cientos de personas que llegaban desde distintos puntos del país.

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“Soy un hombre al que le gusta ayudar. Estando de vacaciones se enojaron porque ayudé. Entonces dije, este no es mi lugar. Igual que cualquier paraguayo cuando tiene un empleo uno está preocupado. Soy honesto y tengo deudas como cualquier persona. Sabía que no tenía que estar más en el ministerio, que ya no era un lugar para poder ayudar”, declaró.

Ahora, López Arce trabaja como director del empleo de la Asociación Nacional Republicana (ANR) y agradece la oportunidad para seguir llevando adelante lo que anteriormente realizaba: conseguir empleo para desempleados. “Cuando me dieron la oportunidad se me abrió el cielo para seguir ayudando a las personas, sin distinción de banderías políticas ni religiosas. Inmensamente agradecido a la gente que sigue confiando en mí”, finalizó López Arce.

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