A criterio de la alta autoridad eclesiástica, los miembros de la Iglesia saldrán fortalecidos de toda esta crisis generada por la pandemia del coronavirus. Foto: Captura de pantalla.
“La Iglesia saldrá fortalecida de la pandemia”, dice el cardenal Cristóbal López
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El cardenal nacionalizado paraguayo Cristóbal López consideró que la Iglesia Católica saldrá fortalecida de la pandemia del COVID-19 por situaciones que pusieron a prueba a religiosos y evangelistas.
A través de un mensaje grabado en video, el cardenal Cristóbal López, también sacerdote salesiano y obispo de Rabat, capital de Marruecos, compartió su visión de lo que vivió la Iglesia en este tiempo de pandemia.
“Estamos saliendo bien sanitariamente de la pandemia, en relación a otros países que la están pasando mucho peor. Las consecuencias sociales y económicas están siendo muy duras. Hay gente que no tiene nada para llevarse a la boca y otros que no tienen para pagar los alquileres de las casas”, evaluó.
¿Cómo saldrá la Iglesia en Marruecos de esta pandemia?
A criterio de la alta autoridad eclesiástica, los miembros de la Iglesia saldrán fortalecidos de la crisis generada por la pandemia del coronavirus.
“Hemos vivido separados físicamente, pero en comunión en lo más profundo durante más de 2 meses. Vamos a salir robustecidos porque cada uno ha comprendido que la responsabilidad de la propia fe es personal, que la responsabilidad de la oración es personal”, refirió.
Agregó que cada laico saldrá más consciente de su vocación de evangelizador. "Creo que vamos a descubrir que la Iglesia se articula en iglesias domésticas; cada casa, cada familia, es una iglesia donde el padre o madre ejerce un papel como el sacerdote, que presenta la ofrenda a Dios", dijo.
Por otra parte, López destacó que han visto muchas cosas que quizás estaban ocultas anteriormente, y que con las situaciones que demandaron la pandemia salieron a la luz.
“Ha sido desbordante la creatividad tenida por los sacerdotes, laicos y religiosas, para vivir en tiempos de pandemia de forma comunicados y ofrecer palabras para la oración”, culminó.
Cristóbal López Romero fue investido el 5 de octubre del 2019 como nuevo cardenal de la Iglesia Católica, en un consistorio encabezado por el papa Francisco, en la Basílica de San Pedro.
El nuevo príncipe de la Iglesia, que trabajó en nuestro país por 20 años, admite que su “corazón es paraguayo”, pese a haber nacido en España.
El religioso, arzobispo de Rabat desde el 2017, consideró por su parte su nombramiento como un “impulso” para las comunidades católicas del Norte de África, “casi invisibles”.
Llegó en 1984
En 1984, llegó a nuestro país con 32 años de edad, donde pasó entre 1994 y el 2000 como provincial. Logró presidir la Conferencia de religiosos y se erigió también como asesor del Ministerio de Educación.
Entre otro de sus legados, López concretó la fundación de la Asociación de Periodistas Católicos del Paraguay, teniendo en cuenta que él, además de religioso, es periodista.
La Nación cumplió esta semana 25 años y en ese marco presentó una mirada de los 25 actores protagónicos del país, siendo uno de ellos el cardenal Cristóbal López, de la Iglesia Católica, quien se nacionalizó paraguayo.
El cardenal Adalberto Martínez valoró los esfuerzos del Gobierno de Santiago Peña en la lucha por la reducción de la pobreza, las mejoras de infraestructura y bienestar social. Foto: Gentileza
Gobierno e Iglesia fortalecen sus lazos frente a retos actuales y futuros del país
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El presidente de la República, Santiago Peña, mantuvo una reunión con el cardenal Adalberto Martínez, en la que abordaron temas de relevancia nacional e internacional, destacando la reciente elección del papa León XIV.
Durante el encuentro, el cardenal Martínez compartió detalles exclusivos sobre el cónclave y el proceso de elección del nuevo Pontífice, así como la visión que tiene la Iglesia católica ante los desafíos actuales.
“Tuve la oportunidad de contarle de primera mano cómo fue el cónclave, cómo se desarrolló el proceso de elección, y cuál es la perspectiva que tiene hoy la Iglesia con este nuevo Papa, considerando todos los desafíos que enfrentamos tanto a nivel mundial como en Paraguay” indicó.
El cardenal recordó un encuentro previo con el presidente Peña en la Santa Sede, ocasión en la que se extendió una invitación formal al Papa León XIV para visitar Paraguay.
“Recuerdo haberme encontrado con él en la Santa Sede, en el Vaticano, después de la visita protocolar que se realizó cuando inició su mandato. En esa ocasión, también se había extendido una invitación al Santo Padre, al Papa León XIV, para visitar Paraguay. Por supuesto, estas invitaciones deben ser evaluadas por la Santa Sede y coordinadas con la Iglesia local, pero sería un gran acontecimiento para nuestro país” aseveró.
Acompañamiento espiritual
Uno de los temas abordados fue el Obispado Castrense, institución que brinda acompañamiento espiritual a las Fuerzas Armadas y la Policía Nacional.
“Conversamos también sobre el Obispado Castrense, que es una institución muy importante, ya que está al servicio espiritual de los miembros de las Fuerzas Armadas y de la Policía Nacional. Es un ámbito pastoral que requiere de mucha atención y que está al servicio de quienes también sirven a la nación” expresó.
En el plano nacional, la lucha contra la pobreza y la atención a los sectores más vulnerables ocuparon un lugar central en la conversación entre ambas autoridades.
“Por supuesto, hablamos del contexto nacional. Uno de los temas centrales fue la pobreza y la necesidad de dar señales claras de que existe una atención prioritaria hacia los sectores más vulnerables del país”, manifestó el cardenal.
La Iglesia reafirmó su compromiso con los más necesitados y valoró los esfuerzos del Gobierno del Paraguay en materia de infraestructura y bienestar social.
“Este es un punto que siempre ha sido preocupación de la Iglesia. De hecho, colaboramos con distintos programas para apoyar a quienes más lo necesitan. El Gobierno, por su parte, está trabajando en proyectos importantes como la provisión de viviendas, caminos y otras infraestructuras que son muy valiosas para mejorar la calidad de vida” reafirmó el arzobispo.
La reunión concluyó con el compromiso de seguir trabajando de manera conjunta en beneficio del pueblo paraguayo, fortaleciendo los lazos entre el Estado y la Iglesia para afrontar los desafíos presentes y futuros.
Asunción, madre de la evangelización del Río de la Plata
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Jorge Zárate
jorge.zarate@nacionmedia.com
Fotos: Archivo/Gentileza
El 1 de julio de 1547, el papa Paulo III, por medio de la bula “Super specula militantis ecclesiae”, crea la Diócesis del Río de la Plata con sede en Asunción. Más adelante será conocida como la Diócesis del Paraguay, elemento neurálgico para el despliegue de sacerdotes y la evangelización de estas tierras. Aquí un repaso a esa historia fundacional.
Pasaron 478 años desde la creación, con sede en Asunción, de la Diócesis del Río de la Plata. “Así se establece la consolidación completa de la posesión española y se otorga protagonismo a Asunción como centro no solo de las estructuras de conquista y poblamiento, sino también de la misión evangelizadora y organizativa de la Iglesia católica”, cuenta el presbítero Hugo Fernández, director del Museo Eclesiástico Monseñor Juan Sinforiano Bogarín.
Lo hace invitando a visitar el local del museo, al costado de la Catedral, donde “se puede ver el vestigio histórico, artístico y social de la acción de la Iglesia durante estos casi 500 años de labor y de fe en estas tierras”.
Entiende por ello importante historiar cómo se llega a ser diócesis. Fernández recuerda que en 1541 Asunción deja de lado su condición militar de casa fuerte para convertirse en ciudad. El despoblamiento de Buenos Aires y otras fortalezas sobre el río Paraná la convirtieron en un punto privilegiado para el abastecimiento, reparo y punto de camino para la pretensión de llegar a la plata y el oro del Potosí.
“Los españoles acostumbrados a un régimen de gobierno en donde la Iglesia, por real patronato de la corona, conformaba parte de las estructuras de gobierno no tenían un obispo. Esta ausencia, sumada a la necesidad de conducción moral y espiritual tanto de los españoles como de los naturales, motivó que desde 1543 sean muy frecuentes las cartas pidiendo al rey un obispo y la demarcación de las jurisdicciones propias”.
UN PEDIDO INSISTENTE
El desenfreno de los españoles es reconocido en los pedidos que van haciendo por carta a la Corte para que se les envíe un rector religioso, según aporta Fernández, que es licenciado en Teología.
“La terrible situación moral de los españoles y su relación con las indígenas en especial se acrecentaba a causa de la falta de la presencia regia de la Iglesia. Aunque para 1545 Asunción contaba con más o menos 10 sacerdotes, la situación no pintaba para bueno. Ejemplo de esto es el testimonio de fray Juan de Salazar (no confundir con Espinoza), quien en carta al emperador Carlos V afirmaba que Asunción era un “pueblo de más de quinientos hombres y más de quinientas mil turbaciones”.
Pedro Dorantes, soldado factor, pedía al rey ya en 1543 “un prelado que sea letrado y de buena vida, con la cual nos dé ejemplo a vivir y sea protector de los indios”. El contador de la ciudad Felipe Cáceres requería “una persona eclesiástica, juez protector en lo espiritual para que nos haga ser buenos cristianos”.
CASTIGO Y EJEMPLO
El mismo gobernador Domingo Martínez de Irala solicita al rey en carta del 5 de marzo de 1545 por “un pastor para la Iglesia (…) que sea tal que su vida, castigo y ejemplo tengamos todos temor y vergüenza…”.
En marzo de 1547, el emperador Carlos V envía como comisionado a don Diego de Mendoza para que tramitara ante el papa la creación de una diócesis, puesto que esta región es tan extensa que no puede ser atendida por el Obispado de Cusco y “para que los indios naturales de ella que están sin luz ni fe ni conocimiento de ella sean alumbrados y se conviertan”, decía el pedido al santo padre.
Como resultado de las gestiones, el 1 de julio de 1547 el papa Paulo III creaba la Diócesis del Río de la Plata y elegía al franciscano fray Juan de Barrios como su primer obispo.
LOS AÑOS FUNDANTES
El primer obispo no pudo llegar porque el navío que lo tenía que traer nunca pudo zarpar. Pasado ya el tiempo, De Barrios fue designado por el papa primero a la Diócesis de Nueva Granada para finalmente ser destinado a la de Santa Fe de Bogotá.
En 1554, el papa nombra a fray Pedro Fernández de la Torre como obispo del Río de la Plata: “Llegó a Asunción en 1556 y fue recibido con mucha algarabía. Mandó construir otra iglesia que sirva de catedral porque hasta el momento la única iglesia mayor de Asunción y que funcionaba como tal era la parroquia de la Encarnación, erigida desde 1539 y hasta el día de hoy considerada la más antigua de toda la región. El fray acompañó al gobernador Domingo Martínez de Irala en varias de sus incursiones al Chaco, después proclamó gobernador a Francisco de Vergara, que surgió de una elección popular y con quien más adelante riñó fuertemente en enemistad. Murió en España en 1573”, historia Fernández.
El presbítero apunta además que desde sus inicios la Catedral de Asunción fue sede de diversos acontecimientos históricos, sala de deliberaciones del Cabildo, sínodos, refugio en tiempos de catástrofes y levantamientos armados, etc.
Desde su creación hasta 1609 dependió de la Arquidiócesis de Lima. En 1620 se crea la Diócesis de Buenos Aires, que se desprende así de la del Paraguay.
Desde 1609 hasta 1865 Paraguay dependió de la Arquidiócesis de Charcas. Desde 1865 hasta 1929 pasó a formar parte de la Arquidiócesis de Buenos Aires.
Asunción recibió la categoría de arquidiócesis recién en el año 1929, siendo su primer arzobispo monseñor Juan Sinforiano Bogarín.
Desde sus inicios la Catedral de Asunción fue sede de diversos acontecimientos históricos, sínodos, refugio en tiempos de catástrofes y levantamientos armados
ANHELO
“A pesar de ser la primera diócesis de toda la región del Río de la Plata, fue una de las últimas sedes elevadas a la categoría arzobispal y aún hasta hoy no le ha sido otorgado oficialmente el título de iglesia primada”, cuenta el presbítero Fernández.
Entiende que esta posibilidad está abierta y solo depende de gestiones. “Desconozco si en algún momento los representantes de la Iglesia en el Paraguay hayan gestionado o al menos promocionado ante el papa la conveniencia de este privilegio. Si aún no se ha hecho, sería bastante interesante que los prelados actuales lo hagan. Sería un privilegio otorgado por el papa que nos llenaría de mucho orgullo y alegría como pueblo”, afirma.
La ciudad de Paraguay (Asunción) y Obispado. Dibujo de Felipe Guamán en su obra “La nueva crónica y buen gobierno” de 1615 aproximadamente
TRAYECTORIA
Fernández destaca, entre varios otros elementos y momentos históricos, la importancia de la acción de la Iglesia en la defensa de los indígenas en los siglos XVI a XVIII, la confirmación de las “doctrinas de indios” organizadas por los franciscanos y jesuitas para la defensa y formación de los indígenas y de cuyas doctrinas provienen la mayoría de los pueblos paraguayos hasta inicios del siglo XX inclusive, la promoción de la lengua guaraní y los saberes ancestrales en sintonía con la ciencia y la religión.
También “un segundo momento es el rol clave de la Iglesia en pos de la defensa de la dignidad humana durante el gobierno militar de 1954-1989. Y aunque siempre toda sociedad es imperfecta, los errores y las falencias cometidas también dentro de la Iglesia son motivo de profunda reflexión y una revisión interna para seguir caminado buscando la semejanza a Cristo que nos impulsa y nos acompaña para seguir caminando, luchando y perseverando en la fe mientras construimos una sociedad que nos beneficie a todos por igual”, concluye.
SOBRE EL PRESBÍTERO
El presbítero Hugo Fernández V. es licenciado en Teología por la Pontificia Universidad Católica de Chile. Párroco de la iglesia Nuestra Señora de la Encarnación. Es también museólogo, director del Museo Eclesiástico Monseñor Juan Sinforiano Bogarín y secretario ejecutivo de los Bienes Culturales de la Iglesia por la Conferencia Episcopal Paraguaya (CEP).
Presbítero Hugo Fernández, director del Museo Eclesiástico Monseñor Juan Sinforiano Bogarín
EL ROL DE LOS RELIGIOSOS EN LA INDEPENDENCIA
A inicios del siglo XIX, existían en todo el territorio 55 sacerdotes y al menos cinco de ellos actuaron de modo especial a favor de la Independencia. Tras la revolución del 25 de mayo de 1810 en Buenos Aires, surgieron varios partidarios que propiciaban algo similar en Paraguay y entre ellos “fue constante la participación de los clérigos. En setiembre de 1810, se descubrió un grupo cuyo plan era apresar al gobernador, al obispo y a los capitulares. Fueron detenidos y confinados al Fuerte Borbón el padre Franciscano Baca y varios otros civiles”, nos recuerda Fernández.
También en Concepción se reunía “una peña revolucionaria encabezada por los curas José Fermín Sarmiento y Nicolás Ibarbals. Los implicados motivaban la causa revolucionaria y criticaban abiertamente inclusive desde el púlpito al gobierno de Velasco”. Siguiendo con este derrotero, “durante la expedición de Belgrano en 1811 la actuación del capellán José Agustín Molas, joven de 23 años, fue relevante en motivar la persecución a los invasores.
Durante la revolución del 14 de mayo el gobernador trató de apaciguar los ánimos enviando al obispo Panes a dialogar con los revolucionarios junto con otros clérigos, pero no tuvieron éxito al ser considerados españoles. Los clérigos paraguayos se encontraban muy comprometidos con la revolución.
Entre los más decididos estaba el fray franciscano Fernando Caballero, tío del Dr. Francia, así como la mayoría de los franciscanos eran partidarios de los patriotas. Otros como el padre Leal, el padre Baca y Orué alentaban a los nacionales. Otro clérigo de gran prestigio era el carapegüeño Francisco Xavier Bogarín, profesor en el Real Colegio de San Carlos y posteriormente vocal de la Junta Superior Gubernativa”, recuerda.
PREOCUPACIÓN POR LOS INDÍGENAS
Desde los primeros pasos de la conquista “la labor de los clérigos ha sido trascendental, sobre todo en el ámbito de la defensa de sus derechos. Conocemos el caso del padre Gabriel Lezcano, quien en 1545 ante la decisión de Irala de exterminar a una comunidad de indios agaces fue a entrevistarse con el cacique Abacotté consiguiendo la paz”, cuenta el presbítero para explicar lo importante del rol eclesiástico para intentar parar los abusos de la conquista.
“El padre Diego Andrada, primer párroco de Asunción, fue también conocido por ser ‘protector de indios’ y el caso más emblemático son las cartas del padre Martín González, quien constantemente denuncia los abusos de los españoles hacia los indios”, recuerda.
“Si bien en el Paraguay no se observa aquella brutalidad que ensangrentaron masivamente los primeros días de la conquista en México o Perú, la conquista paraguaya se basó en la unión y procreación de españoles e indígenas, el mestizaje. Sin embargo, las estructuras económicas y coloniales rápidamente causaron grandes conflictos, sobre todo por el requerimiento de la mano de obra de los indios y las exigencias de los españoles. Habrá sido muy difícil entre los pocos clérigos de aquellos días mediar ante estas situaciones”, reflexiona.
Durante la misa de este domingo, monseñor Ricardo Valenzuela hizo un vehemente llamado a no abandonar a los jóvenes víctimas de adicciones. Foto: Gentileza
Obispo de Caacupé pide rescatar a jóvenes de las adicciones
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El obispo de Caacupé, Ricardo Valenzuela, se refirió a la problemática de las adicciones y emitió un breve mensaje en coincidencia con el Día Internacional de la lucha contra el uso indebido y el tráfico ilícito de drogas.
Durante la misa de este domingo, el religioso hizo un vehemente llamado a no abandonar a las personas que cayeron en el vicio de las drogas.
Así también, agradeció a las organizaciones que trabajan para salvar vidas y lamentó que la adicción siga destruyendo la paz en las familias y comunidades.
“Quiero recalcar mi agradecimiento a todos aquellos agentes pastorales y también de la Municipalidad de Caacupé y de otras instituciones que están apoyando esta tarea de rescatar a estos jóvenes que han caído en la adicción”, manifestó.
Monseñor Valenzuela dijo que “lastimosamente este flagelo va destruyendo la paz y la tranquilidad de nuestra sociedad paraguaya”.
“Estamos viendo ese estrago que está haciendo y nos da mucha pena realmente. Démosle una oportunidad, rescatémosle y hagamos que traten de vivir lo mejor posible”, expresó.
En otro punto, congratuló a los movimientos y los agentes que trabajan en este ámbito. “Al señor intendente de nuestra ciudad que está acompañando de cerca esta gran tarea. Y así que se sumen otros también, ojalá otros intendentes hagan lo mismo. A todos les necesitamos, Necesitamos recuperar a estos nuestros jóvenes que han caído en esta desgracia”, puntualizó.
El obispo pidió una oración por las personas que cayeron en la adicciones a las drogas y para que se trabaje en coordinación con las instituciones para “lograr vencer esta situación que va destruyendo la paz, la tranquilidad y la serenidad de nuestra sociedad”.
El cardenal español nacionalizado paraguayo Cristóbal López Romero explicó las funciones que cumplirá tras ser nombrado por el papa León XIV en el Dicasterio para el Culto Divino y la Disciplina de los Sacramentos.
El salesiano y actual arzobispo de Rabat (Marruecos) dijo que su mandato durará cinco años y se ocupará de asesorar a las personas que trabajan en la tarea de animar los institutos de vida consagrada.
“Primero es decir que es un nombramiento que no tiene demasiada importancia. En el Vaticano, la organización presenta muchos dicasterios, un dicasterio es parecido a un Ministerio de un Gobierno. Entonces, en cada dicasterio hay uno que preside que sería como el ministro, pero que en término eclesial se llama prefecto”, dijo a La Nación/Nación Media.
El religioso indicó que ese prefecto trabaja con unos cuantos colaboradores (15 a 30 personas), dependiendo del volumen de sus actividades. Además cuenta con un cuerpo de asesores que se reúne una vez al año o en el marco de una asamblea general cada dos o tres años.
“Uno de esos dicasterios o ministerios es el de la Vida Consagrada o Institutos de Sociedades de Vida Apostólica. Es decir, todos los religiosos y religiosas, los franciscanos, los jesuitas, los salesianos. Y a mí me han nombrado junto con otros muchos”, explicó López.