A poco de iniciar el año escolar en escuelas públicas, la vitrina de la librería Maita, sobre 25 de Mayo, en Asunción, no muestra solo libros y útiles que acompañarán a alumnos a la escuela sino también baldes, escobas y repasadores que se utilizan diariamente en las tareas domésticas. No se trata de un error sino de un mensaje contra el criadazgo.

El Ministerio de Trabajo y Global Infancia inician la campaña #NoEsNormal que busca proteger a niñas, niños y adolescentes del criadazgo, y prevenir riesgos a los que están expuestos alrededor de 47.000 víctimas que viven en este tipo de régimen, en Paraguay.

Ambas instituciones piden denunciar este tipo de hechos, una vez que cualquier persona esté en conocimiento, ante la Consejería Municipal por los derechos del Niño, la Niña y el Adolescente (CODENI) o al Ministerio Público.

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Lamentan que mientras aproximadamente 1.200.000 niños en todo el país ya comenzaron sus actividades en las instituciones educativas, miles, principalmente niñas, postergan esta etapa de su vida por estar realizando trabajos domésticos bajo el régimen del criadazgo.

Mayoría de casos en Central

El llamado a terminar con esta práctica será de alcance nacional por lo que la campaña se realizará en redes sociales y otros canales digitales. También se hará uso de historietas enfocadas a niños, niñas y adolescentes, sumándose a ello acciones en la vía pública.

La iniciativa #NoEsNormal. Si estás a favor del criadazgo no estás haciendo un favor, se realiza en el marco del proyecto “Creando vínculos de prevención y protección”. El objetivo es divulgar las condiciones dañinas quienes viven en dicha situación, la manera cómo estas transgreden sus derechos e interfieren en su desarrollo como personas.

Según los datos de la Dirección General de Estadísticas y Censos, en Paraguay 46.993 niñas, niños y adolescentes, están bajo el régimen de criadazgo. El Departamento Central concentra el mayor porcentaje (31%) de los niños y niñas de 5 a 17 años en trabajo infantil doméstico, mientras que, en Alto Paraná, llega al 10,8%.

El criadazgo vulnera varias leyes nacionales e internacionales con respecto a la protección de la infancia. Entre ellas se encuentran artículos de la Constitución Nacional, del Código de la Niñez y Adolescencia, además tratados internacionales que han sido ratificados por Paraguay.

La edad mínima de admisión al empleo en nuestro país es de 14 años, según se estipula en la Ley 2.332/04, que es aprobada por el Convenio 138 de la OIT, y en la que está definida como los 14 años. Esta es la edad aplicada como la mínima para la generalidad del trabajo que corresponde a adolescentes, no a niños o a niñas.

En el país, en los últimos cinco años, existen dos casos emblemáticos de adolescentes criadas que fueron judicializados. A su vez estos casos han obtenido medidas cautelares de parte de la Comisión Interamericana de Derechos Humanos (CIDH).

Uno de los casos involucra a Panambi, de Pedro Juan Caballero. La vida de esta joven aún está en riesgo luego de que sus patrones la obligaron a beber soda cáustica. El segundo caso tuvo como protagonista a Mainumby quien estaba como criada en Vaquería, Caaguazú y terminó muerta por los golpes dados por su patrón.

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