El economista de Basa Capital Wildo Gonzá­lez realizó un análisis sobre lo que fue el compor­tamiento de la inflación en el país y la situación internacio­nal actual de la guerra comer­cial, que es el último informe de Basa Forum. Indica que en abril, la inflación mensual fue de 0,36 %, por debajo de lo proyectado por el mer­cado (0,5 %) y reflejando una reversión más rápida de lo esperado en los componen­tes más volátiles del índice, como frutas y verduras. La inflación subyacente mos­tró un incremento de 0,30 %, similar al mes anterior, sugiriendo una moderación en la dinámica inflacionaria, a pesar de la depreciación del tipo de cambio nominal.

Agrega además que la infla­ción interanual se ubicó en 3,97 %, sin representar aún una amenaza significativa, aunque la inflación SAE se mantiene en 4,5 % anual, más de un punto porcentual por encima del nuevo objetivo del BCP (3,5 %). Esta situa­ción plantea un desafío para la conducción de la política monetaria: sostener una tra­yectoria de convergencia a la meta sin comprometer la estabilidad financiera ni la recuperación económica. A criterio del economista, en un entorno internacio­nal marcado por la guerra comercial y condiciones financieras más restricti­vas, el BCP ha optado por no modificar la tasa de política monetaria, pero sí implícita­mente endurecer las condi­ciones monetarias mediante el aumento en los rendimien­tos de corto plazo en el mer­cado de Letras de Regulación Monetaria (LRM). Esto anti­cipa un ajuste en las tasas locales en guaraníes y una mayor prima por riesgo de tipo de cambio. A su criterio, la inflación mensual en abril fue de 0,36 %, por debajo de lo anticipado por las expec­tativas del mercado, que pre­veían un incremento de 0,5 %. La Encuesta de Expec­tativas de Variables Eco­nómicas sugería implícita­mente que los componentes más volátiles del índice no revertirían tan rápidamente, luego de haber impulsado en marzo un fuerte aumento de 1,17 % en la inflación total. Concluye que si bien la infla­ción actual no representa un motivo de alarma inmediata, con una variación interanual que se mantiene por debajo del 4 %, los riesgos acumu­lativos derivados de shocks tanto internos como exter­nos continúan latentes.

La persistencia de una infla­ción core elevada, sumado a un entorno internacional complejo marcado por pre­siones de inflación impor­tada y mayor volatilidad financiera, exige una con­ducción de la política mone­taria cuidadosa y adapta­tiva. “La respuesta del BCP ha sido coherente con una visión de mediano plazo. El BCP ha optado por no modi­ficar la tasa de política mone­taria, lo que preserva la señal principal hacia el mercado y evita una interpretación pre­matura de un giro en el ciclo monetario. Sin embargo, ha reforzado su postura restric­tiva a través de instrumentos de mercado, elevando los ren­dimientos de las LRM, parti­cularmente en el tramo corto de la curva. Esta estrategia permite ajustar las condicio­nes de liquidez sin compro­meter la flexibilidad futura de la política”, afirma.

Invitación al canal de WhatsApp de La Nación PY

El desafío estará en reeva­luar constantemente la pos­tura monetaria ante cual­quier cambio en el contexto externo, especialmente en relación con la evolución de la guerra comercial y sus efectos sobre los pre­cios internacionales, así como ante señales locales de un posible desanclaje de expectativas o traspaso de los aumentos del tipo de cambio más pronunciado a la inflación.

Déjanos tus comentarios en Voiz