El nivel de endeudamiento de Paraguay, actualmente en torno al 40 % del producto interno bruto (PIB), es manejable y se encuentra dentro de los parámetros de sostenibilidad, de acuerdo con el economista Daniel Correa. Destacó que la solidez macroeconómica y la institucionalidad fiscal del país han sido claves para garantizar que la deuda pública no presente un riesgo para las finanzas nacionales.
Correa, asesor económico y docente universitario, explicó a La Nación/Nación Media que son varios los factores que determinan cuánta deuda puede soportar un país antes de sobrecargarse, entre ellos, la calidad de las instituciones, ejemplificando al Banco Central del Paraguay (BCP) por su independencia y autonomía, y el Ministerio de Economía (MEF), por su responsabilidad en los cumplimientos de las metas. Asimismo, señaló la capacidad de gestión de la deuda y las políticas y fundamentos macroeconómicos. “La capacidad de un país para endeudarse puede cambiar con el tiempo y también depende del entorno económico mundial. Para su estudio, existen marcos que emplean los organismos financieros internacionales como el Fondo Monetario Internacional (FMI), Banco Mundial y las calificadoras de riesgos, para evaluar la sostenibilidad de la deuda de los países con acceso a los mercados de capital”, explicó a LN.
Acerca de la calibración de las evaluaciones, Correa explicó que se realizan en función a episodios anteriores de sobreendeudamiento problemático en grupos de países con características económicas parecidas, y que estas calibraciones producen umbrales o niveles máximos para el análisis de indicadores críticos de la deuda pública que señalan un riesgo mayor si el indicador supera o se prevé que supere tal umbral.
“Estos marcos tienen en cuenta el grado de incertidumbre de las proyecciones de los indicadores de la deuda y del servicio de la deuda, mediante proyecciones y modelos de programación financiera. Como las evaluaciones están basadas en las proyecciones de la deuda, los intereses y las variables macroeconómicas críticas, estos modelos emplean herramientas para medir cuán realistas son los pronósticos”, mencionó a LN.
SUPERÓ DIVERSOS OBSTÁCULOS
Para el caso de Paraguay, Correa señaló que el país mantiene un nivel de deuda sostenible, apoyada en sus sólidos fundamentos macroeconómicos y la institucionalidad de la política fiscal. Destacó que, pese a los choques globales de los últimos años, Paraguay ha superado diversos obstáculos gracias a la implementación de políticas económicas adecuadas y oportunas a lo largo de las últimas décadas.
“Esto ha sido clave para garantizar la sostenibilidad de la deuda pública”, consideró el economista, destacando que tales instrumentos fortalecieron los fundamentos económicos del país.
¿CUÁNDO UNA DEUDA ES SOSTENIBLE Y CUÁNDO NO?
La sostenibilidad de una deuda, insistió Daniel Correa, depende de factores institucionales como la política económica y, sobre todo, fiscal, así como otros factores económicos relevantes como los niveles de tasas de interés y moneda en la cual se genera la deuda, así como los factores macroeconómicos internos y externos. “Bajo estas premisas las autoridades fiscales realizan modelos de sostenibilidad donde los distintos escenarios alternativos, el saldo de la deuda pública en porcentaje del PIB se mantiene en niveles prudentes y sostenibles”, señaló. Las ventajas de Paraguay sobre el resto de los países de la región, de acuerdo con el analista económico, se relacionan con las condiciones de financiamiento público y privado que se puede obtener.
“Lógicamente esto repercute en el rating de las calificadoras que analizan a la economía paraguaya, tal es así que en la medida de mantenerse estos niveles de deuda podría verse mejorada su calificación en los próximos años”, consideró. Existen varios elementos para analizar la deuda, entre ellos, las posibilidades de un mayor crecimiento económico y de su diversificación, los niveles de precios de los commodities, la revaluación de la moneda americana, los movimientos de tasas de interés internacional, el crecimiento de los países sociocomerciales.