• Por Alba Delvalle
  • alba.delvalle@nacionmedia.com

La Marcha de Caballos Criollos realizada del 8 al 11 de agosto en suelo chaqueño dejó una gran evaluación de la competencia, pues tanto la cantidad como la calidad de participantes marcaron historia. Con una carrera de resistencia de 160 km en 4 días, los caballos de la raza criolla demostraron ser “todoterreno”.

“Impresionante cómo estuvo este año la marchita, algo muy lindo, con esto estamos haciendo historias porque son las primeras pruebas grandes de resistencia en Paraguay. Estamos mostrando cómo funcionan para estas pruebas, que son las características que queremos dar a conocer”, expresó Mauro Villamor, encargado de equinos de las Ganaderas Sofía y Chajha.

El experto resaltó las condiciones en las que terminaron las carreras los caballos, cómo aguantaron los cuatro días solo comiendo fardo con muchos km arriba. Hay que mencionar que la marcha se realizó en 4 jornadas de 40 km por día; 20 km ida por un circuito camino de tierra adentrado en los montes del Chaco y otros 20 km a la vuelta.

Invitación al canal de WhatsApp de La Nación PY

ESQUEMA DE LAS CARRERAS

Dicho trayecto en un territorio árido debían completarlo 2 horas y 40 minutos a una velocidad de 15 km/hora durante los primeros 3 días, mientras que para la final se cambió el recorrido para un mejor control y recuperación de los caballos. Haciendo un cálculo, estimó que el ganador de la marcha, el jinete Pedro García (49) con su caballo propio, los primeros 20 km del último día lo hizo a una velocidad de 25 km/hora, y los últimos 20 que definen al ganador, lo hizo en un promedio de 30 km/hora, que es una muy buena marca.

En este punto, Villamor destacó la rápida recuperación de los caballos al hacer los primeros 20 km, pues este último día para la recta final, los equinos pudieron descansar y controlar las pulsaciones, de modo a soltarlos una vez recuperados para volver a carrera de velocidad los restantes 20 km. “Todos pudieron ver cómo es la recuperación, la salida, los tiempos, cómo se les toman las pulsaciones, cómo se les cuida porque primero se espera 20 minutos para que recuperen su pulsaciones, y media hora después vuelven a salir”, agregó.

Mauro Villamor, encargado de equinos de las Ganaderas Sofía y Chajha. Foto: Carlos Juri

DIFUNDIR LA RAZA

Y demostrar esta rápida recuperación, solidez genética, caballos muy superiores en docilidad y función; ideal para la rienda o trabajos de campo y para la cultura del deporte ecuestre, es el objetivo de la marcha. Difundir la raza y el trabajo que vienen desarrollando desde las ganaderas desde hace unos 13 años. La idea es que pueda ser demostrado con hechos reales como la competencia, las bondades de la raza a los habitantes de la zona chaqueña, así como a todo el país. Los 22 animales que participaron de la marcha fueron adquiridos del remate de criollos en la edición 2023.

Esto equinos evidencian de esta forma el trabajo cosechado de más de 100 años de selección de la raza que se viene desarrollando en América. La iniciativa de la marcha es una herramienta para seguir evolucionando y ofrecer mejores productos, a más de fomentar el deporte ecuestre, asociado a las actividades del campo.

Caballos criollos hicieron historia en el Chaco, al ser las primeras pruebas grandes con carreras de resistencia que se hacen en Paraguay. Foto: Carlos Juri

“Si gana alguien de mi equipo, ya ganamos todos”

Juan Quevedo, propietario de Estancia Loma, celebra el triunfo de unos de sus jinetes, Pedro García.

El equipo de trabajo de Juan Quevedo, propietario de la Estancia Loma, que se encuentra en General Artigas, Itapúa, fue hasta el predio de Expo Rodeo Trébol en Loma Plata, Boquerón, para participar por quinto año consecutivo de la Marcha Criolla. Uno de sus jinetes, Pedro García (49), fue el flamante ganador en la edición 2024, un meritorio premio tras participar de la carrera de resistencia de 160 km en 4 días, montando ya a su propio caballo, Indio Bueno

Alba Delvalle alba.delvalle@nacionmedia.comde Chajha. El mismo ya había logrado el primer lugar en el 2022, cuando corrió con un caballo propiedad de Quevedo. “El sueño de cualquier jinete es hacer algo con su propio caballo, correr y más todavía ganar. Me pone feliz, muy contento porque nosotros somos más que nada una familia, un equipo y si gana alguien del equipo ya ganamos todos”, expresó al diario La Nación/ Nación Media.

Juan Quevedo, propietario de la Estancia Loma de General Artigas, Itapúa. Foto: Carlos Juri
Pedro García, jinete ganador de la Marcha Criolla 2024, demostró serenidad, con una sólida estrategia durante toda la competencia. Foto: Carlos Juri

MERITORIO RECONOCIMIENTO

Así, con mucha emoción, el estanciero reconoció la gran labor de Pedro, quien viene trabajando para la familia desde hace 18 a 20 años, y tras haber ganado la marcha de 2022, se animó a comprar para su caballo propio en el remate de 2023, y ya este año le dio el trono.

Es así que para él, es una gran satisfacción que un integrante de su equipo haya llegado a la final, y más aún volver a ganar la carrera de resistencia ya con méritos propios, dijo. Asimismo, destacó que como familia y equipo de trabajo, ya que compitieron con 3 caballos, ganan experiencia y más conocimiento con la raza.

En ese sentido, al ser consultado sobre la experiencia de trabajar con los caballos criollos, mencionó que ya pudo trabajar con diferentes tipos de sangre, desde hace 5 años que vienen comprando combinado y viendo cuáles son los más resistentes.

SANGRE DE RESISTENCIA

“Lo que nos damos cuenta es que casi todas las sangres, aunque no sean marcheras, son bien resistentes. El caballo con el que ganó Pedro, por ejemplo, no es una sangre marchera, sino de origen ballester argentino y chileno. Entonces ahí uno se da cuenta que no es solamente la marchera la resistente”, resaltó Quevedo.

En este punto, remarcó que el caballo de Pedro, Indio, no lideró los primeros 3 días de carrera, incluso el último día, y recién en los últimos 500 metros de regreso fue que le soltó al equino para dar todo de sí, demostrando esa gran resistencia. Las condiciones adversas del microclima del Chaco también fueron una prueba más de docilidad.

Momento exacto en el que Pedro cruzaba la meta con Indio, consagrándose bicampeón de la Marcha. Foto: Carlos Juri


Déjanos tus comentarios en Voiz