La producción de soja tuvo un incremento de 28 % entre el 2014 y el 2024 de acuerdo con estadís­ticas de la Cámara Paraguaya de Procesadores de Oleagi­nosas y Cereales (Cappro). En 2023, el complejo sojero generó ingresos al país por USD 3.424 millones en com­paración a los USD 1.226 millones registrados en 2022.

El portal Green Commodi­ties afirma que la soja se con­virtió en el primer producto de exportación del país. Es el producto agrícola que genera más ingresos y aporta al pro­ducto interno bruto (PIB) cerca del 17 %. Actualmente, Paraguay se sitúa entre los seis mayores productores de soja a nivel mundial y el cuarto mayor exportador.

Sandra Noguera, gerente general de Cappro

Sin embargo, la industrializa­ción sigue siendo una mate­ria pendiente y que impul­sará más a este segmento de la agricultura. La molienda del grano no tuvo el mismo com­portamiento de crecimiento como fue con la producción agrícola; por el contrario, el año pasado la industrializa­ción fue un 8 % menor que la que se había conseguido en 2014.

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En contacto con La Nación/ Nación Media, Sandra Noguera, gerente general de la Cappro, explicó que el repunte de la producción de soja, luego de la “catástrofe” de 2022 a raíz de la sequía, es sumamente positivo para el sector, pero aclaró que la materia pendiente sigue siendo la industrialización de la oleaginosa.

Noguera precisó que para dar el siguiente paso en la industrialización se deben introducir medidas públi­cas que puedan impulsar al sector y atraer nuevas inver­siones, principalmente con­tar con un esquema de equi­paración tributaria para la industria aceitera con rela­ción al resto de las industrias que exportan. Actualmente, es la única industria que no tiene derecho a la devolución del IVA al exportar produc­tos industrializados, y tener un esquema de incentivos donde se promueva trans­formar la materia prima en el país.

Noguera enfatizó que mien­tras Paraguay no cuente con las condiciones para seguir avanzando en la industriali­zación no podrá responder a la alta demanda existente en el exterior por la soja, prin­cipalmente de Argentina, que es uno de los mayores compradores del grano. En el vecino país hay un régi­men de admisión tempora­ria que facilita la importa­ción de materia prima, tanto de Paraguay como de otros países alrededor del mundo. En los últimos 5 años (2019- 2023), Argentina fue el des­tino de alrededor del 78 % de toda la soja en estado natu­ral que se exportó desde Paraguay.

Hugo Pastore, vicepresidente de Capeco

CAPACIDAD

Sobre la capacidad de proce­samiento en las industrias aceiteras asociadas a Cappro, Noguera indicó que ronda las 4,2 millones de toneladas anua­les, es decir, menos de la mitad de lo que se produce anual­mente.

La directiva de la Cappro incluso resaltó que en los últimos tres años “norma­les” (sin considerar el año de la gran sequía de 2022) se procesaron solo 3,01 millones de toneladas en promedio por año de soja, lo que implica que cada año las aceiteras nacio­nales se ven forzadas a no aprovechar cerca del 30 % de su capacidad, pese a que existe materia prima agrícola disponible en el país. “Entre el 2014 y 2024 la capacidad instalada se ha reducido en torno a unas 300.000 tone­ladas por año, ya que en 2018 una de las industrias asocia­das a Cappro decidió sus­pender sus operaciones de molienda de oleaginosas”, agregó Noguera.

PRODUCCIÓN

Acerca de la cosecha que espe­ran para la campaña agrícola 2023/2024, tanto Sandra Noguera como Hugo Pastore, vicepresidente de la Cámara Paraguaya de Exportadores y Comercializadores de Cerea­les y Oleaginosas (Capeco), pre­cisaron a La Nación/Nación Media que la producción esti­mada es de un volumen de 10,47 millones de toneladas con una superficie de siembra de 3,56 millones de hectáreas y un ren­dimiento promedio de 2.767 kilos por hectárea.

Aseguraron que es un buen volumen, con un rendi­miento dispar por zonas con bajo rendimiento a raíz de factores climáticos, que fue compensado por otras zonas. Recordaron que en años de buena producción agrícola se cosecha en un volumen de entre 10 millo­nes y 11 millones de tonela­das anuales.

“Tuvimos una zafriña que no tuvo buenas precipitacio­nes, lo que hace que los rendi­mientos sean variables, algu­nas rinden mejor que otras, se sufrió mucho por la falta de lluvia”, expresó Pastore recordando que están aten­tos a los pronósticos meteo­rológicos respecto a lo que se espera para la próxima cam­paña agrícola.

EMPLEO

En el 2013, las industrias aso­ciadas a Cappro hicieron gran­des inversiones para instalar nuevas fábricas y la capacidad instalada de procesamiento creció de 1,5 millones de tone­ladas por año a 4,5 millones de toneladas por año. De esta manera, el sector agroin­dustrial pasó a considerarse la actividad industrial más importante del país en los 10 años en términos de saldo de inversión extranjera directa.

Esto produjo que solo los aso­ciados a la Cappro generen empleo para más de 8.800 tra­bajadores calificados, 2.200 de manera directa en las plantas y aproximadamente 6.600 de manera indirecta. La cámara está conformada por 10 industrias aceiteras que procesan oleaginosas para la obtención de la harina, cas­carilla de soja, aceite crudo y refinado.

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