Paraguay sigue ubi­cándose como uno de los países de la región con el menor nivel de endeudamiento sobre el producto interno bruto con una tasa que solo llega al 36 %. No obstante, indican que si bien son administrables, deben seguir siendo gestiona­dos de manera a orientarlos a proyectos que generen mayor retorno económico.

Si bien nuestro país sigue siendo uno con los meno­res niveles de deudas, el mismo fue incrementán­dose durante los últimos años, llegando a la tasa del 36 %, situación en la que recibió la administración actual. Óscar Lovera, vice­ministro de Administración Financiera, en comunica­ción con La Nación/Nación Media, indicó que si bien se podrían dar nuevos aumen­tos, el mismo se encuentra todavía en niveles adminis­trables por el Estado.

El alto funcionario consi­deró que la deuda debería seguir siendo gestionada y, por sobre todo, previendo que el endeudamiento vaya destinado a los proyectos que realmente generen mayor retorno económico y social para el país. Lovera se refirió al proyecto de ley que había sido enviado al Poder Legis­lativo que establece medidas extraordinarias de gestión para las finanzas públicas donde solicitan autoriza­ción para poder hacer un endeudamiento de USD 600 millones que responde a una deuda originada en la admi­nistración anterior con las proveedoras del Estado.

En ese sentido, dijo que existe la expectativa de tener que aumentar el nivel de endeudamiento, más lo previsto en el presupuesto de 2024. Sin embargo, indicó que ese nuevo endeuda­miento representaría solo el 1,5 % del PIB, por lo que el efecto sobre la deuda pública no sería alta. “Hoy Paraguay sigue siendo uno de los paí­ses con menor endeuda­miento en relación al PIB. Estamos todavía en un esce­nario privilegiado, por así decirlo, comparado con otros países”, añadió.

El viceministro de Admi­nistración Financiera men­cionó que actualmente están trabajando con el Ministerio de Obras Públicas y Comu­nicaciones (MOPC), cartera que cuenta con proyectos en funcionamiento de manera a asegurar que lleguen a su etapa final a fin de generar retorno económico. Por otro lado, afirmó que están ana­lizando sobre nuevas obras que necesitarían financia­miento para lo cual estarían utilizando otras opciones que las asociaciones público-pri­vadas o concesiones para que la inversión no provenga de los recursos del Estado o no deba endeudarse nuevamente para poder realizarlos.

El economista Jorge Garicoche, por su parte, dijo a La Nación que el nivel de la deuda pública actual deja muchas reflexiones teniendo en cuenta que en el 2019 se ubicaba en torno al 10 % del PIB, mien­tras que actualmente se acerca a los 40 %. Indicó que no necesa­riamente significa que está mal, pero apuntó a que se debe analizar cuál es el retorno de las inversiones que realizó el país teniendo en cuenta ese endeudamiento.

Sobre la solicitud del Poder Ejecutivo de poder autorizar el endeu­damiento para pagar los compromisos impagos a los proveedores del Estado señaló que las deudas deben ser pagadas debido a que cuanto más tiempo pasa se vuelve más cara, que también repre­senta una lección aprendida con lo sucedido en el gobierno ante­rior. El especialista indicó que si bien la deuda sigue estando en uno de los niveles más bajos frente a otros países, la presión tribu­taria también es baja por lo que considera que esa deuda no podrá ser pagada de la misma forma que antes, por lo que se debe apun­tar al crecimiento económico para poder financiarla.