• Buenos Aires, Argentina.
  • Por Carolina Vanni
  • Enviada especial.

Los granos, cereales, oleaginosas y sus deri­vados son uno de los rubros agropecuarios más importantes en el Paraguay porque mueven una gran cantidad de divisas gracias a las exportaciones, ya sean de materia prima en su estado natural o sus derivados que son procesados. Mediante una visita organizada por la Cámara Paraguaya de Pro­cesadoras de Oleaginosas (Cappro), un grupo de perio­distas pudimos conocer dos importantes bolsas de la Argentina: la de Comercio de Rosario y la de Cereales de Buenos Aires. Pudo apreciarse que cuando se tienen entida­des de confianza que respaldan las transacciones que se reali­zan, garantizando la transpa­rencia, la confidencialidad y el fiel cumplimiento de los con­tratos, las cosas resultan más fáciles. De ahí la importancia de contar con una bolsa for­talecida y consolidada que no solo beneficia a un sector, sino a varios, además de ayudar a las negociaciones mediante el registro de las operaciones.

Entre algunos de los benefi­cios de trabajar con el respaldo de una bolsa, donde se tienen las reglas claras, es que, si hay alguna diferencia, esta puede ser dirimida en la Cámara Arbitral de Cereales, porque si bien se trata de tratos privados, en caso de algún desacuerdo, se puede recurrir a la Cámara Arbitral de Cereales en busca de una mediación o un arbi­traje. Los procesos menciona­dos tienen la ventaja de que los mediadores y los árbitros son personas que representan en forma equilibrada a la oferta y a la demanda, justamente porque se busca el equilibrio y la transparencia. Pero lo más importante de todo es que los miembros de la Cámara Arbi­tral son parte de los agronego­cios; por ende, conocen muy bien sobre el tema que deben resolver, lo cual no sucede si se recurre a la justicia ordinaria.

El laboratorio que es la unidad de servicios de la Bolsa de Comercio de Rosario, realiza los análisis sobre productos básicos, en su mayoría cereales y oleaginosas, pero también sobre productos industrializados, derivados e insumos; focalizado en el sector agroindustrial y alimentario.FOTO:CAROLINA VANNI

¿CUÁNDO RECURRIR A LA CAC?

La Cámara Arbitral de Cerea­les tiene varias funciones, aun­que una de las más importan­tes es el arbitraje. No obstante, también sirve para la publica­ción de los valores de referencia “Precios cámara” y la determi­nación de calidad de los pro­ductos, cuando hay dudas con respecto a ello. Sin dudas, cuando hay cualquier tipo de conflictos, la Cámara Arbitral de Cereales ayuda a la resolu­ción rápida, pues no se tarda en conocer el fallo que debe ser cumplido en el plazo estable­cido en el laudo para evitar la exclusión del sistema, explicó en Rosario, Santa Fe, Julio Rol­dán, presidente de la Cámara Arbitral de Cereales.

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A este tribunal se puede acce­der cuando no se cumplen los contratos, ya sea por falta o retrasos en la entrega de los productos o si existiere duda con respecto a la calidad de los mismos; o en cualquier otra circunstancia en que pueda generarse un conflicto entre las partes. La Cámara Arbi­tral de Cereales ayuda a ganar tiempo y a ahorrar dinero. Ade­más, las partes no necesitan de la intervención de un abo­gado, ya que directamente los afectados pueden recurrir a la mediación o solicitar un arbi­traje, en caso de que fuere nece­sario. Para acceder al tribunal, el único requisito es querer hacerlo, pues inclusive si no se ha pactado en el contrato regis­trado la mediación o el arbi­traje expresamente (en el caso de Rosario) si las partes acep­tan la mediación o el arbitraje, pueden hacerlo. Es así que, si hay alguna situación de des­acuerdo con respecto al con­trato, las partes pueden recu­rrir primero a un mediador, y si no se llega a la resolución del conflicto, podrían recurrir al tribunal arbitral.

Roldán explicó que el 47 % de la producción de granos se da en un radio de 300 kiló­metros a la redonda del Gran Rosario, constituyéndose de este modo en el 2.° principal nodo portuario del mundo, en cuanto al volumen despachado de granos, productos y aceites en 2022.

BCR LABS

En muchas ocasiones los con­flictos requieren de la ayuda de la tecnología para dirimir y dar un fallo. Según las nor­mas, antes de la descarga de un producto, necesariamente se debe tomar una muestra, que queda en caso de que haya algún inconveniente o des­acuerdo con respecto a la cali­dad del mismo. Para esos casos, esa muestra va al laboratorio donde se procesa y se deter­minan las condiciones en la que estaba en el momento de la descarga.

El laboratorio que es la uni­dad de servicios de la Bolsa de Comercio de Rosario, realiza los análisis sobre productos básicos, en su mayoría cerea­les y oleaginosas, pero también sobre productos industrializa­dos, derivados e insumos; foca­lizado en el sector agroindus­trial y alimentario.

Este moderno laboratorio se divide en cuatro grandes áreas y sus correspondientes sub­divisiones: Alimentaria (cro­matografía, residuos pestici­das, microbiología y metales); Industria (físico comercial, pro­ductos, harinas, subproducción y aceites), Agronomía (botá­nico, fertilizantes, suelos) y Bio­tecnología (genética). Entre el 2021/2022 en estos laborato­rios se analizaron un total de 813.810 muestras, en tanto que se realizaron 5.999.739 ensayos.

“Somos un laboratorio que tiene una variedad muy amplia de servicios: microbióticos, organismos de ogm y todo lo que sea análisis rápido. Per­tenecemos a la red de Senasa (Servicio Nacional de Sanidad y Calidad Agroalimentaria), podemos emitir resultados oficiales cuando se requiere. Los resultados muchas veces son utilizados por la autori­dad de control. Somos un labo­ratorio que brindamos servi­cio para toda la cadena, desde productores hasta comprado­res del exterior”, explicó Ale­jandro Romini, funcionario de BCR Labs.

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