El economista y expre­sidente del Banco Central del Para­guay (BCP) Carlos Fernán­dez Valdovinos habló acerca de la aparente jugada enga­ñosa que se está realizando en el intento de solapar el défi­cit fiscal real que el país está enfrentando, el cual estaría por los USD 2.000 millones junto con la deuda del Estado con proveedores.

Señaló que la propia econo­mía local como global toda­vía siguen con los efectos de la pospandemia, a los que se debe enfrentar el nuevo gobierno y sumarle las secue­las de una mala administra­ción, de tres instituciones como lo son el Ministerio de Salud, el Instituto de Previ­sión Social (IPS) y el Ministe­rio de Obras Públicas y Comu­nicaciones (MOPC), con una deuda de alrededor de USD 750 millones con farmacéuti­cas, vialeras y constructoras. “Esta deuda existe, hay que honrarla, y lo increíble es que el Ministerio de Hacienda no lo reconoce todavía, esto sig­nifica que no está computado dentro de los números oficia­les del déficit fiscal que ellos presentan, por eso para mí ese es un déficit mentiroso”, expresó al programa “Arriba Hoy” emitido por canal GEN/Nación Media.

ARRANQUE DIFÍCIL

Según las apreciaciones del experto, en términos eco­nómicos el déficit presen­tado por la cartera estatal no refleja la verdadera situación de las cuentas fiscales, por lo que al nuevo gobierno le va a tocar enfrentar un “arran­que muy difícil”, debido al impacto que ya está gene­rando. Es así que los desa­fíos para el nuevo equipo son varios, pero lo que más preo­cupa son los USD 750 millo­nes de deuda, porque con base en los números que Hacienda presentó del déficit fiscal, de un 3,5 % al mes de abril, no incluyeron las deudas a Salud, Obras Públicas y a los trans­portistas.

Invitación al canal de WhatsApp de La Nación PY

Dicho incumplimiento correspondería a un 1,5 % más al déficit, totalizando así 5 % del producto interno bruto (PIB) que es de casi USD 40.000 millones, con lo que el déficit real sería de unos USD 2.000 millones, remarcó Fer­nández Valdovinos. Al tiempo de explicar que lo que ocurre cuando el Estado no paga a los contratistas, es que estos a la vez incumplen con sus proveedores y, finalmente, ambos tampoco honran sus deudas con los bancos, lo que está empezando a tensionar el sistema financiero, que no es bueno para nadie, advir­tió. No obstante, considera que no se llegaría a una crisis financiera, pero cuando más se retraen los bancos serán mucho más cautos respecto a la provisión de créditos, que finalmente terminaría afec­tando al crecimiento econó­mico del país, subrayó.

Déjanos tus comentarios en Voiz