“El cáñamo es una alterna­tiva de cultivo rentable para miles de fami­lias campesinas e indígenas”, manifestó la ingeniera Leti­cia Torres, directora de pla­nificación y proyectos del Ministerio de Agricultura y Ganadería (MAG) acerca del plan piloto para la zafra 2022-2023 de cáñamo.

Agregó que es un cultivo que va ganando espacio como uno de los rubros de renta de la agricultura familiar cam­pesina y que actualmente existen poco más de 2.000 hectáreas en todo el país. “Acompañamos a los agri­cultores en la preparación de suelo, siembra y cosecha, los costos de producción no son tan elevados”, informó.

La época ideal de siembra del cáñamo es desde la quincena de octubre hasta la quincena de noviembre, y el periodo de zafriña va desde la quincena de mayo hasta la quincena de junio, por lo que el plan piloto empezará este mes.

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Asimismo, dijo que es un cul­tivo que soporta heladas y climas adversos, y que tiene diversos usos en la industria, además de colaborar con la neutralización de carbono, haciéndolo un rubro soste­nible. “Se utiliza con fines industriales y textiles, para la elaboración de plásticos y tableros de automóviles y algunos alimentos de con­sumo humano”.

ESTÁ REGULADO

Sostuvo que, a pesar de ser un rubro rentable, el cultivo no se realiza a grandes escalas y está regulado por la Secre­taría Nacional Antidrogas (Senad) por ser una variedad proveniente del cannabis.

El cáñamo es un cultivo que pretende avanzar en la diver­sificación de la producción de familias campesinas y nativas que tienen varios rubros de autoconsumo y renta, entre los que se citan el maíz, la soja, el poroto, el maní, entre otras.

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