Algunos sectores fuertemente gol­peados por la pan­demia como el gastronómico no terminan de recuperarse o acercarse a los niveles ante­riores, pues si bien el contexto epidemiológico local mejoró bastante y los índices de con­tagio se lograron sostener lle­gando incluso a la derogación de la ley que establecía el uso obligatorio del tapabocas, el retorno a toda la inversión que supone la puesta en macha y mantenimiento de un local no está siendo recíproco.

Dicha situación está aconte­ciendo ahora ya no precisa­mente por no poder recibir clientes, sino por el elevado costo que resulta produ­cir alimentos y la serie de menús que un local gastro­nómico precisa, por lo que este panorama está represen­tando toda una odisea. Así lo manifestó el presidente de la Asociación de Restaurantes del Paraguay (ARPY), Oliver Gayet, con relación a los estra­gos superados por la pande­mia y los nuevos desafíos a los que se enfrentan por el enca­recimiento de productos. “Estamos teniendo un mayor costo, por encima del 50%, cada día van subiendo los insumos y nuestro beneficio disminuyó”, expresó Gayet en contacto con la 1080 AM.

SIN RETORNO

El titular de la ARPY dijo que la liberación del uso obligato­rio del tapabocas, si bien fue celebrada por el sector, no supone un aumento en los ingresos de los restaurantes, pues estos al igual que toda la ciudadanía se están enfren­tando a la escalada de precios desde los productos básicos hasta insumos de otra índole.

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En similar sentido, con rela­ción a los precios de los res­taurantes, Gayet mencionó que de hecho el país es una economía de libre mercado; es decir, hay una libertad eco­nómica y cada negocio fija el precio que considera, mien­tras que el cliente elige o va porque le gusta ir a comer en cierto lugar. “Los clientes van eligiendo qué precio pagar”, remarcó el referente gastro­nómico.

Por otro lado, hizo alusión a la situación de Argentina, que tiene una inflación mucho más elevada, con proyeccio­nes incluso del 60% para este año, mientras que Paraguay podría llegar al 10% anual, pero acentuó que hay una diferencia grande con los precios, pues a nivel local no se subsidia la electricidad o el gas por ejemplo, acotó Gayet.

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