Las consecuencias de la sequía e incendios, además de los daños a cultivos, al campo, a productores y al ambiente, no tardaron en tocar tam­bién los bolsillos de los con­sumidores, pues el impacto ya se resiente en los precios de algunos productos de la canasta básica como ser los frutihortícolas.

Comercian­tes en el Mercado de Abasto hablaron del desabasteci­miento de algunos rubros o bien se los encuentra con pre­cios muy elevados. Solo por citar algunos, la mandioca que antes estaba en G. 1.000 el kilogramo, ahora se encuen­tra en G. 4.000, así como el tomate que volvió a subir a G. 12.000 el kilo, al igual que la lechuga que de G. 1.000 pasó a estar en G. 3.000 el mazo, la banana que también se con­sigue a G. 12.000 la docena.

La zanahoria a 120.000 la bolsa, para 8.000 el kilo, antes podíamos dar a 5.000 y eso que hablamos de impor­tados en este caso. Los ver­deos en general están caros porque no aguantan el calor, y a pesar de que los vendedores tratan en lo posible de ajustar los precios, se vuelve insos­tenible el impacto del con­texto por el que atraviesa el país con la ola de calor y altas temperaturas que persisti­rían conforme a las previsio­nes meteorológicas.