Como todas las semanas, acercamos una nueva entrega de este espacio dedicado especialmente a los emprendedores del país, quienes con sus talentos y creaciones llegan a matizar el contexto, además de motivar a otros a seguir el camino. Hoy contamos la historia de Jazmín Barrail de Murcia (43), quien es publicista de profesión, estimuladora temprana de vocación y artesana de corazón, pues lleva al frente el emprendimiento denominado Manoterra.
La emprendedora trabajó por más de veinte años en el área de estimulación integral para niños de nivel inicial, adquiriendo experiencia y conocimiento en el extranjero, sobre el diseño y la implementación de programas específicos según la necesidad de cada chiquito. Estos aprendizajes están basados en el desarrollo motriz para niños con condiciones del espectro autista, según comenzó la charla Jazmín.
Básicamente, Jazmín es la creadora de objetos únicos que transmiten amor con la mezcla de naturaleza, pasión, la energía y el calor de sus manos, para dar forma a piezas de cerámica, ideales para el entorno del hogar o ese rincón favorito, que van desde veleros, macetas, floreros y regaderas. “Todo empezó cuando en el 2020, durante la pandemia del covid-19, participé por primera vez de un curso de introducción a la cerámica, bajo la orientación de Liza Carísimo, y así me encontré con un camino totalmente diferente para expresar intensiones, sensaciones y emociones”, expresó Jazmín. Fue así que en el día de la Virgen de Caacupé, el 8 de diciembre del año anterior, con ayuda de su marido, el publicista Gonzalo Murcia, dieron vida a Manoterra, un proyecto empresarial que tiene como objetivo presentar a los amantes de lo artesanal, diseños, colores, formas y texturas diferentes en la cerámica.
Hoy, manifiesta estar inmensamente agradecida por la experiencia y la oportunidad que el mundo de la cerámica le regaló, pues encontró a personas nobles y generosas como Pedro Cristaldo, quien fue su primer profesor de torno en la ciudad de Areguá. Así también, mencionó al señor Luis Silvano, quien la asesora ante cualquier eventual duda con respecto a la construcción de piezas, y la familia de Ceramik Shop, que la orienta en cuanto a materiales e insumos.
De esta forma, con tan solo un año de trabajo en el nuevo rubro, ya logró compartir cinco colecciones de cerámica esmaltada, diseñadas por ella misma. En cada una buscó regalar momentos de paz, calma, bienestar, abrazos y familia. Es que Manoterra tiene la particularidad de que las piezas van acompañadas de textos que expresan buenas intenciones, buscando revalorizar lo que realmente importa, por lo que están cargadas de sentimientos y emociones.