El analista económico Amílcar Ferreira se refirió al tema que últimamente preocupa y ocupa toda la atención de los referentes y especialis­tas económicos del país: la deuda que arrastra el país; y el estudio del Presupuesto General de la Nación (PGN) 2022. Para él, “la deuda ya llegó al techo. Creo que más que nunca hay que apelar a la prudencia y al manejo res­ponsable”.

Esto, teniendo en cuenta que Paraguay aumentó su endeu­damiento en prácticamente unos US$ 4.500 millones si se habla de números redon­dos, comparándolo incluso con lo que significa “medio Itaipú”.

Así se refirió al tema en la 1020 AM, dejando claro que se está dejando al fisco sin mucho margen de manio­bra, por lo es muy probable que el Estado recurra a una disminución, y que podría ir por el rubro de inversiones, lo cual tampoco es una sal­vación para el país.

A criterio de Ferreira, Para­guay necesita seguir invir­tiendo para generar más recursos, ya que a partir de la inversión pública se dan las oportunidades para que al sector privado le sea atractivo capitalizar su inversión. Indicó que efec­tivamente hay algunos sec­tores que crecen, como la construcción que está mos­trando mucho dinamismo, la maquila, pero otros siguen estando afectados y no les llega la recuperación plena.

Los sectores de comercio y servicios se están recupe­rando lentamente, pero por debajo de los niveles prepan­demia, a lo que se suma que en paralelo el contrabando sigue afectando con todo lo relativo a la actividad legal, remarcó.

En tanto que los rubros de turismo y hotelería siguen siendo segmentos muy gol­peados, al igual que el de eventos, pero en contra­partida se está logrando salir de la pandemia, poco a poco. Se produce a la vez una gran demanda de mate­rias primas, que bien podrá ser una oportunidad para los sectores tradicionales como el agrícola y el ganadero que, de hecho, fueron los que no dejaron de operar en la pan­demia, concluyó.

Al cierre del primer cuatrimestre del 2021, la deuda pública del Paraguay asciende a US$ 13.032 millones, lo que representa el 34,1% del Producto Interno Bruto (PIB). Esta cifra total, en com­paración con el cierre del 2020, se traduce en un aumento de US$ 820 millones, ya que al término del año pasado los compro­misos del Estado sumaban US$ 12.212 millones y representaban el 33,9% del PIB.

Según el informe publicado por el Ministerio de Hacienda, del monto global de la deuda, el 85,3% (US$ 11.115 millones) correspondía a compromisos externos, es decir, a emisiones realizadas mediante bonos soberanos o préstamos con multi­laterales; y tan solo el 14,7% (US$ 1.917 millones) proviene de deuda interna.