El estudio y aprobación del Presupuesto Gene­ral de la Nación (PGN) en años electorales como los que se tendrán en lo que resta de este año y en los próximos 2 años generan una mirada de alerta ante la necesidad de mantener el déficit fiscal con­trolable, atendiendo a que, si bien los efectos de la pande­mia en la economía se están atenuando, aún seguirán por un tiempo. “El Presupuesto General de la Nación, un aná­lisis de la ley anual más impor­tante del país” fue el tema del debate desarrollado por Desa­rrollo en Democracia (Dende), del cual participaron el minis­tro de Hacienda, Óscar Llamo­sas; el ex ministro de Hacienda y analista económico César Barreto y la analista Ella Duarte Aranda. Coincidie­ron en la necesidad de que el Congreso respete los topes de gastos previstos por Hacienda y, principalmente, no caiga en la tentación de otorgar subas salariales u otro tipo de conce­siones prebendarias, o ceder a pedidos de reivindicación social que podrían poner en riesgo las cuentas fiscales de forma permanente.

Barreto resaltó la necesidad de que se vuelva a un endeuda­miento con menor costo para el Estado, tomando présta­mos de organismos multila­terales y mermando la emi­sión de bonos en el mercado internacional, y así bajar el nivel de deuda y que se pueda hacer frente a nuevos shocks que pudieran darse en el futuro, tanto a nivel sanita­rio como climático. “El tema de Itaipú es gravitante en lo que nos pueda pasar en la próxima década. Si tenemos más recursos o no de Itaipú hace la gran diferencia res­pecto a que podamos hacer más inversiones en servi­cios públicos en la próxima década”, destacó. Resaltó la necesidad de acelerar el pro­ceso de convergencia hacia el tope del déficit fiscal del 1,5% del PIB establecido en la Ley de Responsabilidad Fiscal (LRF). Indicó que Hacienda presentó un proyecto de Pre­supuesto 2022 “de transición” razonable, por lo cual insistió en la necesidad de que el Par­lamento respete los montos establecidos, pues si priman criterios político-electorales puede ser complicado. Resaltó que hay avances en materia de presupuesto por resultados, pero recién dentro de 10 a 15 años se notarán los cambios importantes.

El ministro Óscar Llamosas manifestó que después de la pandemia es imposible creer que todo volverá a la nor­malidad, y aunque muchos sectores creen que como la situación sanitaria está con­trolada, empiezan a surgir nuevamente demandas que, si bien podrían ser razonables, lo cierto es que la situación fis­cal no está para atenderlas. “El pedido que le hacemos al Congreso es que respete los topes para que tengamos un presupuesto medianamente ejecutable y finalmente no generen falsas expectativas”, apuntó. Indicó que desde la cartera se viene planteando una agenda importante en materia de leyes que pueden ayudar a mejorar la eficien­cia del gasto público, como el proyecto de ley de servicio civil, ley de compras públicas y otra de fortalecimiento fiscal que implica una reforma a la LRF en este período de tran­sición, con un tope a la deuda de 40% máximo dadas ciertas situaciones.

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Ella Duarte indicó la necesi­dad de que se mire a mediano plazo en una verdadera reforma del gasto público y que el Estado genere capaci­dad de ahorro, enfocando la inversión no solo en obras de infraestructura, sino también en atender a la clase media y a la formación de capital humano. Además, señaló la necesidad de mirar los ingre­sos tributarios, sin generar estrés en los aportantes.

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