Conforme a las con­diciones globales de crecimiento del 2019 de 2,4%, que fue el más bajo desde la crisis del 2008-09, las estimaciones para este 2020 con relación a la salud eco­nómica para América Latina es que seguirá “fría”, según el termómetro o informe semestral Perspectivas Eco­nómicas Mundiales (GEP, por sus siglas en inglés) del Banco Mundial, publicado en su sitio web bajo el título “¿Hacia una nueva década perdida en América Latina?”.

Esto, teniendo en cuenta la coyuntura macroeconómica internacional, a más de las estimaciones de crecimiento económico del 2019 y las pre­visiones para el 2020, por lo que GEP señala que dentro del contexto citado, por ahora la temperatura seguirá fría. A raíz de esto es que para este año se espera un crecimiento mayor de 2,5%; es decir, una mejoría muy modesta, cuya fragilidad se debe a la debi­lidad del comercio interna­cional y la inversión, y a una desaceleración de la produc­tividad.

Al respecto, el economista Aníbal Insfrán señaló que en términos globales necesaria­mente se debe acentuar una mejora respecto a los conflic­tos comerciales entre China y Estados Unidos, que al pare­cer está siendo más positiva, porque es lo que determinará las condiciones del comer­cio internacional tanto para América Latina como para Paraguay.

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“Por supuesto, las condi­ciones de los países influi­rán para una mejora en el crecimiento regional, sabe­mos que países como Vene­zuela, Perú, Chile, atravesa­ron o siguen con conflictos sociales fuertes. En el caso de Argentina, hay que ver cómo afrontan el nuevo gobierno y los organismos internacio­nales; Brasil, sin embargo, depende más de sus condi­ciones internas, y nosotros en Paraguay esperamos que el sector agropecuario se pueda recuperar y mejorar el creci­miento”, expresó.

Al efecto, mencionó un cre­cimiento esperado de 3 a 4% para el país, teniendo en cuenta las proyecciones de producción de la soja de 10 millones de toneladas, que si se llega a cumplir, y acom­pañada de los demás sectores que también deberán soste­nerse, es que avizora dicho crecimiento de la economía local.

LA REGIÓN CRECIÓ 1,6%

El artículo del Banco Mundial habla de que en los últimos meses del 2019 fueron más que exhibidos los descontentos de varios países del mundo, los cuales deben ser capitalizados para lograr que la historia recurrente de desencantos no se vuelva a repetir en Latinoamérica y el Caribe.

Al efecto, señala que entre el 2000 y el 2019, el crecimiento anual de la región de América Latina y el Caribe fue en promedio de un 1,6%, que evidentemente es decep­cionante si se lo compara con el crecimiento de otras regiones como Asia del Este (4,8%), Europa y Asia Central (1,9%), Medio Oriente (2,9%), Asia del Sur (6,5%), África Subsahariana (3,5%), o incluso si se traduce en términos per cápita donde la tasa sería del 0,56%, lo cual es insuficiente para conseguir una rápida mejora de vida para la población, dice.

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