Por tercer año consecutivo la subutilización de la capacidad instalada de las industrias aceiteras superó el millón de toneladas/año al cierre del 2023, según informaron desde la Cámara Paraguaya de Procesadores de Oleaginosas y Cereales (Cappro). El sector cerró el año con una capacidad ociosa de más de 1,3 millones de toneladas de soja.
Es lo que señalaron desde el gremio, agregando que este panorama se registró en un contexto de competitividad bastante complejo para las empresas asociadas. “Si bien el año se cerró con una utilización de la capacidad instalada del 69 %, un incremento con relación a los años anteriores todavía estuvo muy lejos de los mejores registros que se hayan obtenido en el país”, mencionaron, pues en el 2018 se había trabajado al 87 %.
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Enfatizaron que la industria agregó valor a 3.025.496 toneladas de oleaginosas, un incremento del 13 % con relación al promedio de los últimos tres años. “Este volumen se ubica por debajo de lo que se conseguía en períodos anteriores al 2020, donde el procesamiento se ubicaba fácilmente por encima de los 3,3 millones de toneladas al año desde el 2014”, sostuvieron.
Pérdida de la competitividad
La Cappro apuntó que la coyuntura que atraviesa la agroindustria se explica principalmente por las constantes modificaciones en las reglas a las que debe enfrentar el sector y que lo convirtieron en la única industria a la que no se le devuelve el crédito fiscal del Impuesto al Valor Agregado (IVA) generado al exportar productos industrializados. “A pesar de que la producción haya crecido bastante la industrialización se estancó en torno a los 3 millones de toneladas por año y se prevé que la capacidad ociosa vaya en aumento”, vaticinaron.
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