La Asociación de Casas de Cambios señaló que la devaluación del peso seguiría durante el resto del año 2023 y el próximo, con un alto riesgo de tener un pizarra en negativo para esta moneda. Explicaron que, teniendo en cuenta las estimaciones de economistas argentinos, el guaraní se volvería más fuerte que el peso.
Emil Mendoza, presidente del gremio cambiario nacional, dijo en comunicación con La Nación/Nación Media que el peso llegaría a la par con el guaraní e incluso entraría en saldo negativo en los próximos 6 meses. Indicó que las estimaciones que están realizando lo hacen basándose en las propias proyecciones de los economistas argentinos que, según dijo, corresponden al equipo económico del presidente electo Javier Milei.
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Entre las principales causas, explicó que la Argentina realizó una inyección “inorgánica” de pesos a su mercado en el 2023 y, para que sea digerido, calculan que les podría llevar de 6 meses a un año. “Qué quiere decir eso, que la inflación va a seguir subiendo en la Argentina durante ese periodo y eso va a hacer que su moneda se deprecie, o sea, que baje de precio frente al guaraní, frente al dólar”, explicó para Nación Media.
Consideró que ese hecho significaría que en el próximo año, ya quizás al cierre del primer semestre, se podría tener cotizaciones negativas del peso. “El guaraní va a ser más fuerte que el peso argentino”, afirmó Mendoza a LN. Agregó que un billete de 1.000 pesos podría llegar a sólo G. 500. Al cierre de esta semana, el peso se mantenía estable, con 10 guaraníes a la venta en el mercado, según las cotizaciones de casas de cambios.
El titular de la Asociación de Casas de Cambios dijo que las condiciones económicas de la Argentina dependerían mucho de las decisiones que se tomen una vez que el nuevo presidente tome el mando debido a que hasta este periodo, no muestran signos de una política económica marcada, es decir, sigue mucha incertidumbre con el destino económico del país vecino.
Según Mendoza, eso se refleja en las expresiones de Milei respecto al Banco Central de Argentina, atendiendo a que en principio habían señalando que seguiría operativo; sin embargo, la semana anterior reafirmó su intención de eliminarlo y lo calificó como “innegociable”. “Hoy ellos están diciendo eso y las proyecciones que están haciendo pueden tener modificaciones”, aseveró.
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Javier Milei va por más desde la Argentina empobrecida a la ONU y tal vez a la China
- Por Ricardo Rivas
- Corresponsal en Argentina
- X: @RtrivasRivas
En la Argentina parece ser una práctica constante de las élites decir que se encuentran ante una misión histórica. Sin embargo –y sin dudar de ellos y mucho menos de las intenciones con las que lo dicen– pareciera que se ocupan tanto de hacer historia que dejan de lado la vida cotidiana.
Entre ellas, las cosas de todos los días que son las que la ciudadanía tiene que imaginar y hacer para llegar hasta fin de mes. Los ingresos de una buena parte de las y los asalariados no alcanzan más allá de una veintena de amaneceres.
Que los bolsillos se agotan en sus recursos una decena de anocheceres antes de que finalice cada mes ha dejado de ser una expresión irónica para ser parte de una ajustada descripción de lo que transita esta sociedad en el plano de la realidad concreta.
El resultado de las gestiones desarrolladas y en desarrollo protagonizadas por una retahíla de sucesivos líderes y lideresas brevemente angeladas en cada periodo que supieron disponer de micropoderes efímeros y volátiles que tuvieron y malgastaron hoy se revelan por los resultados que emergen de las que ahora sabemos fueron insostenibles promesas desmesuradas de campaña primero y de gobierno después: 52,9 por ciento de pobres y 18,1 por ciento de indigentes, según lo reportó oficialmente el gubernamental Instituto Nacional de Estadística y Censos (Indec), el jueves pasado.
Para que quede claro: el 71 por ciento de esta sociedad está en graves problemas hoy y nada permite imaginar que mañana –en el corto plazo o mediano plazo– será de otra forma porque la pauperización compromete el presente y el futuro de la Argentina que viene porque 66,1 por ciento de quienes ahora son niños y niñas transitan la pobreza de este país que, sin padecer de ninguna patología terminal, ha sido puesto en coma inducido por sus máximos administradores para tratar de volver a estar bien y recibir el alta.
“De acá en adelante solo tendremos buenas noticias”, asegura el presidente Milei en el primero de los actos de campaña para las elecciones de medio tiempo que serán nunca ante de octubre de 2025. Dentro de un año. “Estamos mal, pero vamos bien”, dijo el expresidente Carlos Menem (1989-1999), cuando comenzaba la primera de sus presidencias sin que aquella profecía se concretara. Ahora lo sabemos. Vale el recuerdo porque –vaya paralelismo– es una expresión muy parecida la del actual mandatario que el 14 de mayo último públicamente sostuvo que aquel es “el mejor presidente de los últimos 40 años”.
“La paciencia tiene límites”, sostiene el dicho popular. El clima social, según coincidentes encuestas realizadas por las principales consultoras locales, comienza a dar cuenta de algún grado de agotamiento respecto a las políticas de ajuste que aplica el gobierno del presidente Milei que, en “imagen” y “gestión del gobierno”, reporta descensos desde los picos alcanzados semanas atrás en torno del 56 por ciento. “Nada es para siempre”, canta como nadie Fabiana Cantillo junto con Los Perros de la Calle. El señor Milei recibe esos datos con descreimiento y los rechaza. Pero en su cercanía hay alguna preocupación.
Con insultos de grueso calibre va contra quienes lo confrontan. Periodistas, encuestadores, opositores, dirigentes sindicales, organismos multilaterales como lo hizo la semana que pasó desde el hemiciclo de la Asamblea General de la Organización de las Naciones Unidas (ONU), donde rechazó tanto la Agenda 2030 como el flamante Pacto del Futuro que tendrá vigencia entre 2030 y 2045.
“Por esta razón queremos expresar oficialmente nuestro disenso sobre el Pacto del Futuro (…) e invitamos a todas las naciones del mundo libre a que nos acompañen no solo en el disenso de este pacto, sino en la creación de una nueva agenda”, a la que Milei aludió como la “agenda de la libertad”.
Coincidentes analistas de la política transnacional, inmediatamente después de esas palabras, destacaron críticamente que el presidente argentino no solo “se alejó de los objetivos estratégicos de los países centrales”, sino que “se ubicó, entre otras autocracias, alineados en esos puntos con Nicaragua, Corea del Norte, Bielorrusia, Venezuela y Rusia”. El señor Milei no respondió. Desde su perspectiva la agenda de la ONU es “colectivista”.
El presidente evidencia no sentirse obligado a dar explicaciones a nadie. “Para aquellos que no lo saben, yo no soy político, soy un economista, un economista liberal libertario que jamás tuvo la ambición de hacer política”, expresó para presentarse ante la Asamblea General y sostener que “fue honrado con el cargo de presidente de la República Argentina frente al fracaso estrepitoso de más de un siglo de políticas colectivistas que destruyeron nuestro país”. Llamativa presentación, por cierto. Quien ejerce el más importante cargo político en este país no es un político.
La historia –que siempre es una fuente de consulta y conocimiento– revela que en la antigua Grecia categorizaban con la palabra “hybris” a quienes socialmente tenían el vicio de lo que hoy se suele llamar soberbia y por aquellos lejanos años tan lejanos –quienes así se pensaban– desafiaban a los dioses para modificar sus vidas disconformes con aquello de lo que la naturaleza los había dotado.
Con el correr de los milenios –en el siglo XX– hybris le da nombre a un síndrome que se les diagnostica a personas poderosas y proclives a aceptar solo ser juzgados por los electores antes que por la historia o por Dios, en el caso de los creyentes. ¿Allí se ubicará, junto con varios de sus antecesores, el señor Milei? ¿Cómo saberlo?
“La vida te da sorpresas”, canta Rubén Blades en la segunda parte de “Pedro Navaja”, aquella obra maestra de su autoría. La secretaria general de la Presidencia, Karina Milei –hermana presidencial– se apresta para viajar a la República Popular China junto con el ministro de Economía, Luis Caputo.
El destino que se sacuden informalmente los portavoces presidenciales que viajarán a Shanghái donde se desarrollará la Feria Internacional de Importaciones. “Un evento privado”, dicen en las cercanías del máximo poder político local.
Sin embargo, en la agenda bilateral algunos otros temas sobresalen. El acuerdo swap de monedas que la administración de Cristina Fernández (presidenta 2007-2015) rubricó en 2011 y luego amplió Mauricio Macri (presidente 2015-2019) para sostener las comprometidas reservas del Banco Central (BCRA) es una de ellas.
Pero también incluyen las dos represas que se construyen en la patagónica provincia de Santa Cruz, cuyas obras están paralizadas y una base de observación espacial que el Ejército Popular de Liberación opera en la provincia de Neuquén, también en la Patagonia.
Tres fuentes seguras de la Casa Rosada (sede del Gobierno argentino), consultadas por La Nación, con reserva de sus identidades, admitieron que “el viaje de Karina y Toto (seudónimo del ministro Caputo) también es exploratorio para una posible visita oficial a Beijing que acordaron telefónicamente un par de meses atrás el presidente Milei con su homólogo chino, Xi Jinping”. ¿Otra sorpresa? No. Desde tiempos muy lejanos los presidentes argentinos viajan a China. ¿Por qué el señor Milei no habría de hacerlo?
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Milei promete “solo buenas noticias”
- Buenos Aires, Argentina. AFP.
El presidente de Argentina, Javier Milei, ratificó el rumbo de su gestión y aseguró que a futuro solamente habrá buenas noticias, tras conocerse que la pobreza en el país alcanza a más de la mitad de la población.
El mandatario, que llegó al poder en diciembre con posturas ultraconservadoras en lo social y libertarias en lo económico, hizo esta promesa al lanzar a nivel nacional su partido La Libertad Avanza (LLA), actualmente minoritario en ambas cámaras, pero con el que se propone ganar las elecciones legislativas dentro de un año.
“De acá para adelante solo vamos a tener buenas noticias y en 2025 vamos a dar un batacazo electoral”, dijo Milei en el Parque Lezama de Buenos Aires, icónico en su carrera política. Frente a unas 3.000 a 5.000 personas, según estimaciones de las fuerzas de seguridad, Milei defendió su gobierno, desafiado por la publicación del índice de pobreza, que afecta al 52,9 por ciento de la población, y por su reciente veto a un aumento de las jubilaciones, refrendado por el Congreso en medio de protestas y disturbios. “La pobreza no se genera de un día para el otro, tampoco se puede eliminar de un día para el otro”, advirtió, al acusar a los gobiernos kirchneristas de generar una crisis “que iba camino a dejar 95 por ciento de pobres”.
Milei destacó que en nueve meses la inflación haya pasado “del 17.000 por ciento anual al 28 por ciento anual”, y se deshizo en alabanzas a su ministro de Economía, Luis Caputo, a quien consideró “un coloso” en medio de ovaciones de la multitud. También resaltó la presencia de sus ministros de Seguridad, Patricia Bullrich, y de Defensa, Luis Petri, excandidatos a la presidencia y vicepresidencia que lo apoyaron en el balotaje el año pasado.
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Ricardo Mollo de Divididos: “Queremos venir más seguido al Paraguay”
- Por Jorge Coronel
- contacto@jorgecoronel.com
Con su acostumbrado trato amable y una sonrisa cordial, Ricardo Mollo transita la vida con la calma digna de un maestro yogui; mientras por las noches desborda teatros y estadios con la demoledora fuerza de su icónica banda.
Su regreso a nuestro país se da de la mano del Festival ReciclArte, el masivo encuentro musical que en su presente edición celebra su primera década de vida en San Bernardino. Ya a principios de este año la posibilidad de un concierto estaba latente con la confirmación del grupo como cabeza de cartel del Cosquín Rock; evento que finalmente quedó cancelado.
Dieciocho años después, Divididos rompió anoche el silencio paraguayo con una celebración a lo grande, junto a su eterno cómplice musical Diego Arnedo (71), en bajo, y Catriel Ciavarella (45), en batería.
-Con Divididos se dieron dos encuentros muy importantes en Asunción: el PrimaVenus (2001) y en la última edición del Pilsen Rock (2006). ¿Qué recuerdos tenés de esas visitas?
-Fueron muy intensas. Recuerdo que en la primera visita se suspendió por lluvia y tocamos al otro día. Y entonces para mí fue una gran suerte porque yo llegué y tuve un ataque de mareos de vértebra cervical y dormí durante todo el día y, por suerte, recién al otro día pude reaccionar.
-Pueden llevar años sin publicar un álbum, pero cada año siguen batiendo récords… ¿Cuál es el secreto de la vigencia?
-Creo que la permanencia de seguir adelante con una idea que nos gusta y que nos mueve y conmueve. Son las dos cosas, porque nos moviliza a seguir haciendo eso de tocar en vivo, que también lo que hace de alguna manera es que nos distrae de la composición…
-Divididos es una banda que nació de la incertidumbre, del dolor, tras la partida de Luca Prodan…
-Claramente. El camino marcado no está porque de un día para el otro eso no existe más. Hoy recuerdo a Sumo emocionalmente como si todavía estuviéramos todos juntos. Fue tan intenso todo y tan abrupto el final que te deja como la enseñanza de que el día de mañana no se sabe… “Mañana nunca se sabe”, dijeron los Beatles.
-Y aquel final fue el inicio de todo…
-En este caso fue juntarnos otra vez con Diego (Arnedo) a decir: sigamos haciendo música, porque fue lo que pasó antes de Sumo.
-“Paraguay” es un himno que no falta en los recitales. Contanos un poquito del detrás de la canción…
-Es el momento del agobio. Viste cuando decís, “vamos a algún lugar donde sintamos tranquilidad”; y sentimos que navegar por el Paraguay era un gran plan, ¿no? Entonces, de ahí viene un poco eso: buscar un lugar de paz en el medio de los torbellinos que te trae esta vida.
-En pandemia se da la aparición de un Mollo “solista”, con colaboraciones como la de León Gieco, Gustavo Santaolalla…
-Fueron meses donde tuve que decir: “Bueno, esto es lo que sucede y, bueno, vamos a transitar lo que sucede”. A los tres meses conseguí un permiso para salir de casa, y pude ir hasta la sala y reencontrarme con los olores y con los espacios. Y me puse a llorar. Me di cuenta de que toda mi vida pasaba por ahí.
Aprendí a grabarme y ahí empezaron a salir esas canciones. Pero no me gusta decir “solista”. (Risas).
-En los conciertos de Divididos se genera un reencuentro familiar increíble: están los abuelos, padres, nietos…
-Es ceremonial, en el mejor sentido de la palabra, porque hay una situación de comunión donde todos dirigen la energía hacia el mismo lugar. Y lo que más me gusta es la devolución de la sonrisa. Yo siento que es mi lugar feliz.
-Con Cerati te unió un vínculo muy cercano… Fuiste una de las pocas personas que llegó a él a ese nivel.
-Fue una asignatura pendiente juntarnos, porque nos despedimos con esa consigna. Él estuvo en casa después del concierto (en 2006), donde yo lo llamé y me invité a su concierto a tocar (Risas). “Hola, Gustavo, quiero acompañarte en el concierto en Obras”. ¡Y quedó como sorprendido!
Me acuerdo del momento donde ellos (Soda Stereo) sufrieron el robo de sus equipos, y yo le presté mi guitarra a Gustavo para unos conciertos que tenían, y él después me prestó un cable muy especial que usábamos con una guitarra sintetizada. Después el tiempo pasó, y cada uno siguió su camino. Pero siempre hubo una relación linda.
-Este ReciclArte promete ser el inicio de un acercamiento más frecuente al público paraguayo…
-Me encantaría. Siempre decimos: “¿Cuándo volvemos al Paraguay?”. Creo que es el puntapié para vernos un poco más seguido. También estuvimos grabando con Néstor Ló y Los Caminantes para el nuevo disco que están preparando. ¡Tremendo cantante! Me encantó su manera de expresarse.
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Ante aumento de pobreza, Milei promete solo buenas noticias de ahora en adelante
El presidente de Argentina, Javier Milei, ratificó el rumbo de su gestión y aseguró que a futuro solamente habrá buenas noticias, tras conocerse que la pobreza en el país alcanza a más de la mitad de la población.
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El mandatario, que llegó al poder en diciembre con posturas ultraconservadoras en lo social y libertarias en lo económico, hizo esta promesa al lanzar a nivel nacional su partido La Libertad Avanza (LLA), actualmente minoritario en ambas cámaras pero con el que se propone ganar las elecciones legislativas dentro de un año.
“De acá para adelante solo vamos a tener buenas noticias y en 2025 vamos a dar un batacazo electoral”, dijo Milei en el Parque Lezama de Buenos Aires, icónico en su carrera política.
Frente a unas 3.000 a 5.000 personas, según estimaciones de las fuerzas de seguridad, Milei defendió su gobierno, desafiado por la publicación del índice de pobreza, que afecta a 52,9% de la población, y por su reciente veto a un aumento de las jubilaciones, refrendado por el Congreso en medio de protestas y disturbios.
“La pobreza no se genera de un día para al otro, tampoco se puede eliminar de un día para el otro”, advirtió, al acusar a los gobiernos kirchneristas de generar una crisis “que iba camino a dejar 95% de pobres”.
Milei destacó que en nueve meses la inflación haya pasado “del 17.000 % anual al 28 % anual”, y se deshizo en alabanzas a su ministro de Economía, Luis Caputo, a quien consideró “un coloso” en medio de ovaciones de la multitud.
También resaltó la presencia de sus ministros de Seguridad, Patricia Bullrich, y de Defensa, Luis Petri, excandidatos a la presidencia y vicepresidencia que lo apoyaron en el balotaje el año pasado.
En un enfervorizado discurso, Milei no escatimó insultos contra la “casta”, como define a los políticos corruptos, y contra los periodistas de “micrófonos ensobrados”, que según dijo propiciaron un “apagón mediático” para perjudicarlo.
También cuestionó fuertemente a las encuestadoras por señalar una caída de su imagen y recordó que pronosticaban un triunfo de su rival Sergio Massa, a quien venció con 56% de los votos.
Milei llegó al acto sobre las 20:00 (23:00 GMT) luego de que hablara su hermana y secretaria general de Presidencia Karina Milei, a quien llama “El Jefe” y que presidirá LLA.
Vestido de negro, Milei avanzó en medio de una multitud como una estrella de rock, alzando las manos y saltando entre la gente al son de “Yo soy el rey, yo soy el león”, la canción del grupo de rock La Renga que fue el himno de su campaña.
Durante su discurso, el público pidió prisión para la expresidenta Cristina Kirchner (2007-2015), a lo que él respondió: “Señores jueces, teléfono”. El martes, la Justicia revocó el sobreseimiento a la exmandataria en una causa que investiga supuestas maniobras de lavado de dinero durante su gobierno.
Fuente: AFP