El proyecto denominado “Rehabilitación de medios de vida de familias campesinas afectadas por la sequía en Paraguay” ya asistió a unas 1.500 familias, desde su implementación en el 2022, en los departamentos de San Pedro y Caazapá, apuntado a una producción agrícola más sostenible.
El mismo es ejecutado por el Ministerio de Agricultura y Ganadería (MAG) con la cooperación de la Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura (FAO) y los distritos asistidos fueron: San Estanislao, Choré, San Pedro del Ycuamandyyú y Guayaibí (San Pedro), Gral. Morínigo, San Juan Nepomuceno y Tavaí de Caazapá (Caazapá).
“Este proyecto pretende fortalecer las capacidades de agricultores familiares para que logren mejorar su producción y puedan prepararse para eventuales fenómenos climáticos de manera que logren sostenerse”, expresó el coordinador de la Unidad de Gestión de Riesgos del MAG, Édgar Mayeregger.
El especialista mencionó que la asistencia técnica especializada cuenta con varios ejes de acción, como las capacitaciones técnicas en los trabajos de campo, con el objetivo directo de mejorar la producción de la agricultura familiar de forma sostenible.
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Herramientas de preparación
Así también, la conformación de mesas técnicas agroclimáticas, entrega de semillas de diversos tipos; especialmente para el autoconsumo y la formación de equipos guardianes de semillas, de modo de conservar las especies tradicionales. El objetivo principal es implementar mecanismos y herramientas para la preparación, respuesta y rehabilitación de los medios de vida en zonas afectadas por la sequía, y en este caso abarcó a los departamentos mencionados.
El proceso de desarrollo del proyecto se inició con capacitaciones técnicas, dando un énfasis relevante a las buenas prácticas agrícolas, para luego seguir con la formación, posterior entrega de las variedades de semillas como las de acelga, cebolla, lechuga, perejil, pimiento, remolacha, repollo, tomate, zanahoria y zapallito.
La entrega se realizó en dos etapas, en principio con la distribución de las semillas de hortalizas para la producción en huertas familiares o autoconsumo y, en una segunda tanda, se entregaron granos básicos y frutas tanto para autoconsumo como renta, los cuales se empezaron a cosechar este año.
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Pequeños productores pueden generar autoconsumo y renta en agricultura sustentable
Desde la localidad de Coronel Bogado, en el departamento de Itapúa, un pequeño productor demostró que con la aplicación de buenas prácticas, mediante el Programa de Agricultura Sustentable con Biotecnología, se puede generar alimentos para el autoconsumo y para renta.
Es el caso de Francisco Silva, compartido por la Unión de Gremios de la Producción (UGP), quien había comenzado a cooperar con el programa del Instituto de Biotecnología Agrícola (Inbio) desde el 2019, y hoy ya cuenta con una finca altamente diversificada.
“Es posible complementar la agricultura con la producción pecuaria, obteniendo alimentos y renta en ambos rubros. Con la integración productiva se optimiza la producción en las pequeñas fincas, y en mi caso trabajo con mandioca, maíz, soja, kumanda guyra ́i, sorgo, habilla y poroto manteca”, expresó.
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Sistema rotativo
Se menciona que el pequeño agricultor actualmente trabaja con cultivos de mandioca, asociados con canavalia, una planta trepadora que cumple una doble función ya que evita que la maleza tome los cultivos, a más de aportar nutrientes al suelo.
Como parte de la rotación de cultivos, en esta misma parcela, el productor cultivó sorgo en la temporada de zafra, mientras que en parcelas aledañas trabajó con maíz zafra para luego sembrar soja zafriña, y con soja zafra para luego plantar maíz zafriña. Además cuenta con parcelas de kumanda guyra´i.
“Ahora nuestra tierra ya está blanda, es resistente a malezas e incluso las plagas no se procrean mucho. Esto es gracias al trabajo de los productores, que pueden rotar con todos los cultivos de su preferencia”, agregó.
El productor explicó que los distintos cultivos también sirven para reducir la dependencia, por consiguiente, los gastos en materia de balanceados para el ganado y animales menores, en el uso de menos fertilizantes.
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Autonomía
“Del sorgo hice alimentos para ganados, lechera, desmonte, novillo, y también sobró para la venta, aunque ya no vendo todo como lo hacía antes”, dijo. Esto, ya que ahora conserva un 25 % o 30 % de la producción para procesarla y preparar balanceado para sus animales, y el 70 % restante lo vende para tener capital y seguir invirtiendo.
En este punto, Silva remarcó que quienes trabajan en el campo pueden destinar su producción como alimento y abaratar costos. “Los aliento a que apliquen buenas prácticas, porque se puede ver los resultados. Además, necesitamos tener autonomía y nuestras propias herramientas para salir adelante”, acotó.
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Medioambiente: desafíos en América Latina y el Caribe
Hivy Ortiz Chour.
Oficial de Mejor medio ambiente. Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura (FAO), para América Latina y el Caribe.
En junio se conmemora el Día Mundial del Medio Ambiente, que este año se centra en restaurar las tierras, detener la desertificación y fortalecer la resiliencia a la sequía bajo el lema Nuestras tierras. Nuestro futuro.
América Latina y el Caribe enfrenta grandes desafíos ante este escenario.
Hace casi cuatro décadas, los temas ambientales se incorporaron en el discurso cuando se empezó a entender que los sistemas agrícolas productivos debían incorporar el bienestar humano, el uso eficiente de los recursos naturales, la gestión del agua, el uso adecuado de químicos y promover el cuidado de la biodiversidad. Luego, vinieron las declaratorias y las convenciones de Biodiversidad y Cambio Climático, que han permitido elevar la discusión de estos temas a un alto nivel político.
El cuidado del medioambiente va mucho más allá de la protección de las áreas protegidas y de la vida silvestre. Tiene que ver con la producción de alimentos sanos y nutritivos, con bienestar en cuanto a la calidad y los medios de vida, en armonía con un entorno rural y urbano sano.
Para avanzar en esa línea, es esencial entender la interdependencia entre los recursos naturales y los factores socioeconómicos, promoviendo acciones para adaptarse al cambio climático, para cuidar, utilizar y restaurar la biodiversidad, garantizando la integridad de los servicios ecosistémicos vinculados a la producción de alimentos, de cultivos, de la pesca, de la acuicultura, de la ganadería y de la silvicultura.
De nada sirven los esfuerzos en restaurar, si no controlamos las acciones que degradan nuestro entorno.
Debemos pasar del acuerdo a la acción, para asegurar un mundo más saludable y próspero para las generaciones venideras.
Un Mejor Medio ambiente es clave para una Mejor Producción, una Mejor Nutrición y una Vida Mejor, sin dejar a nadie atrás.
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Debatirán políticas públicas para la agricultura familiar en reunión regional
Nuestro país será sede de la XL Reunión Especializada de la Agricultura Familiar del Mercosur (REAF-Mercosur) en la cual se socializarán y debatirán las diferentes políticas públicas direccionadas a la agricultura familiar local así como a nivel regional.
La viceministra de Agricultura, Rossana Ayala, manifestó que Paraguay, impulsado por los avances de la organización, hoy se encuentra en la construcción del Plan Nacional de Agricultura Familiar Campesina e Indígena, con la participación de los actores principales del sector.
Además, actualmente llevan adelante la presidencia Pro Témpore de la REAF-Mercosur. “Nuestro compromiso es doblemente mayor e importante, no solo con la construcción del plan sino con todas las acciones que podamos realizar para dar visibilidad y protagonismo a nuestra agricultura familiar campesina e indígena”, mencionó a los medios de prensa.
Desde la FAO en Paraguay destacaron la importancia del evento al considerar que fortalece al rubro, porque el suministro de alimentos se constituye en un sistema complejo. “Implica a las familias productoras y los sistemas agroalimentarios que incluyen el suelo, agua y otros insumos productivos como el transporte, la comercialización, la transformación e industria, y los consumidores”, explicó el representante en Paraguay, Iván León.
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La reunión se realizará desde el 18 al 20 de junio de este año, mientras que la apertura está prevista para el martes a las 8:30, en el salón auditorio “Luis H. Berganza” de la Dirección de Extensión Universitaria del Campus de la UNA con autoridades y representantes de organizaciones de la agricultura familiar.
El encuentro entre productores será un ámbito de discusión y generación de políticas, de integración solidaria y participativa, a fin de aproximar a las poblaciones rurales para superar las asimetrías a partir del diálogo político entre representantes de los gobiernos y de la sociedad, puntualizaron.
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Agricultura Familiar: Pilar estratégico en tiempos de crisis globales
Luiz Beduschi
Oficial Principal de Políticas en Desarrollo Territorial de la FAO
Las crisis sanitarias, económicas, climáticas, políticas y humanitarias recientes han generado una atmósfera de incertidumbre global. En este complejo y cambiante escenario, la Agricultura Familiar se erige como un sector esencial para enfrentar los desafíos emergentes. La inseguridad alimentaria y el costo de una dieta saludable han alcanzado niveles alarmantes, mientras que el cambio climático impone una presión sin precedentes sobre los sistemas agroalimentarios.
Por un lado, es en la Agricultura Familiar donde los efectos de estos escenarios extremos se sienten de manera más acentuada, profundizando las desigualdades estructurales que impactan la capacidad de acceder a mejores condiciones productivas y sociales. Sin embargo, para avanzar en una agenda de transformación rural inclusiva y resiliente, resulta prioritario resaltar el papel de la Agricultura Familiar como agente clave en este proceso, por su capacidad de producir alimentos saludables y nutritivos, de la mano con prácticas que valoran la biodiversidad y los conocimientos ancestrales en los territorios.
Reconociendo este contexto, la Asamblea General de Naciones Unidas, reconoció el período entre 2019 y 2028 como el Decenio de las Naciones Unidas para la Agricultura Familiar, representando una oportunidad única de avanzar en la construcción de políticas diferenciadas para el sector por medio del diálogo y de la participación.
La aprobación del Decenio posiciona la Agricultura Familiar en el más alto nivel en las agendas de desarrollo y nuestro deber es seguir apoyando y fomentando acciones en favor del sector; y para apoyar su implementación, se ha elaborado un Plan de Acción Mundial del Decenio de las Naciones Unidas de la Agricultura Familiar, que tiene por meta acelerar las medidas tomadas de manera colectiva, coherente e integral para apoyar a los agricultores familiares.
Con base en este Plan, la Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura (FAO) proporciona orientación detallada a los gobiernos nacionales y locales, parlamentos, instituciones académicas, sector privado y organizaciones de agricultores y productores, para poner en marcha planes nacionales, donde hemos visto avances importantes, lo que permite orientar esfuerzos hacia la implementación de acciones para el sector y contribuir para la consecución de los objetivos planteados por el Plan de Acción Global del Decenio.
Desde la FAO, venimos trabajando mano de la mano con los países de nuestra región para apoyar en el diseño e implementación de políticas públicas diferenciadas hacia la Agricultura Familiar, orientando inversiones que se adecuen a las necesidades y realidades de los agricultores y las agricultoras familiares, y dinamizando el tejido socioeconómico en los países. Este esfuerzo demanda fomentar mecanismos de cooperación y diálogo, que permitan circular innovaciones y soluciones que tenemos en diferentes contextos, y establecer una agenda conjunta entre los países que identifique prioridades para la acción.
Para eso hemos desarrollado nuestra Plataforma Técnica Regional de Agricultura Familiar, un espacio que tiene por objetivo fortalecer capacidades y compartir el conocimiento existente en temas relacionados a la agenda de Agricultura Familiar. En este espacio se pone a la disposición series de intercambios técnicos, diálogos de saberes y cursos virtuales que conectan los tomadores de decisión, agricultoras/es familiares con lo que hay de avances en las herramientas y políticas para el sector.
También en el marco de la implementación del Decenio de Agricultura Familiar, es importante destacar iniciativas que buscan coordinar esfuerzos por medio del diálogo y de la cooperación. En este marco, espacios como la Reunión Especializada sobre Agricultura Familiar del MERCOSUR (REAF/MERCOSUR), que cumple 20 años de funcionamiento y tendrá su 40ª edición en Asunción, entre los días 18 y 20 de junio, son ejemplos de cómo es posible construir políticas diferenciadas para la Agricultura Familiar por medio del diálogo y la coordinación institucional en todos los niveles, reconociendo la multidimensionalidad del sector y sus contribuciones al desarrollo sostenible.
A lo largo de dos décadas, la REAF/MERCOSUR ha sido un espacio de innovación en políticas públicas y que tuvo un papel clave en visibilizar el papel de la Agricultura Familiar en los países de la región. Desde su creación, el espacio se ha institucionalizado como un canal de diálogo formal entre representantes de gobierno y de las organizaciones de la Agricultura Familiar, y que permite avanzar de manera consensuada en caminos para el fortalecimiento del sector.
En este proceso, se ha fomentado por medio de recomendaciones y decisiones del bloque, la construcción de políticas que reconozcan el sector y posicionen de manera clara las necesidades existentes entre las mujeres rurales, jóvenes rurales, así como hacer frente a los desafíos para mejorar las condiciones de acceso a recursos naturales. De igual manera, se reconoció el rol de las políticas de fomento productivo, lo que permitió avanzar en una agenda que conecte las/os agricultores familiares a los mercados, fomentando instrumentos como las compras públicas, programas de Alimentación Escolar y las ferias libres.
Pero ninguno de esos avances sería posible sin una de las grandes innovaciones producidas por la REAF, que fue la orientación hacia el desarrollo de sistemas de registros de la Agricultura Familiar. Como fue mencionado, es fundamental que los países puedan desarrollar e implementar acciones diferenciadas que permitan fortalecer el sector, focalizando acciones que fomenten la capacidad productiva y de innovación de la Agricultura Familiar, así como garantizar las condiciones necesarias para su inclusión social y política. Una de las herramientas más importantes en este contexto son los Registros de Agricultura Familiar, que, al permitir el reconocimiento de las y los agricultores familiares, conecta las estrategias de trabajo de los gobiernos nacionales con las verdaderas necesidades del sector, para articular políticas públicas diferenciadas, eficientes y pertinentes que permitan atender las necesidades y desafíos que enfrenta el sector de manera integral.
La experiencia muestra que poner en marcha un sistema de Registro de Agricultura Familiar conlleva a enfrentarse a una serie de desafíos, que van desde la construcción de acuerdos políticos, hasta el desarrollo tecnológico y la implementación de la herramienta.
En América Latina y Caribe, la experiencia de la REAF/MERCOSUR ha posibilitado el desarrollo de un marco común que orienta acerca de los criterios mínimos para la caracterización del sector, lo que orientó el desarrollo de las herramientas de registros de países como Brasil y Uruguay, que han facilitado la adopción de políticas de crédito para el sector, así como vinculación de mecanismos de compras institucionales y otras estrategias que facilitan el acceso de la Agricultura Familiar a nuevos mercados.
Para seguir avanzando en el desarrollo de los Registros y en la implementación de políticas diferenciadas para la Agricultura Familiar se hace fundamental seguir fomentando y ampliando los espacios de diálogo y cooperación entre los países.
Como se indicó anteriormente, solo por medio del intercambio de experiencias y de la circulación de las buenas prácticas existentes es que se puede facilitar la adopción de nuevas herramientas y políticas que se conectan con la necesidad de la Agricultura Familiar y con el compromiso de la región por avanzar hacia el fortalecimiento del sector.
Aún quedan muchos desafíos pendientes para que podamos lograr una vida mejor para las personas de nuestra región.
Desde la FAO, tenemos la convicción de que la Agricultura Familiar requiere fortalecer su presencia en la agenda política, en la implementación de las políticas públicas, con presupuesto y acciones concretas, que trasciendan lo declarativo. Para esto, creemos que es por medio de la acción colectiva y la cooperación entre los países que lograremos avanzar en una agenda transformadora, que visibilice, reconozca y potencie los aportes de la Agricultura Familiar para lograr el desarrollo sostenible e inclusivo de nuestras sociedades, sin dejar a nadie atrás.