Standard & Poor’s (S&P), una de las tres calificadoras de riesgo más importantes del mundo, comunicó su decisión de mantener la calificación crediticia del Paraguay (BB) así como su perspectiva estable al cierre de la revisión anual de calificación de riesgo para el país en 2022.
De esta forma, Paraguay continúa siendo uno de los pocos países de la región que por tres años consecutivos logra mantener su calificación y perspectiva en un contexto internacional y nacional de choques externos, como caída de precios de las materias primas, pandemia y sequía.
En su reporte de revisión de la calificación de riesgo anual del 18 de mayo de 2022, S&P mantiene la calificación de Paraguay en BB (con perspectiva estable), sustentada en la estabilidad macroeconómica y la prudencia fiscal de larga data del país, que ha ayudado a mitigar el impacto de las condiciones climáticas sobre el crecimiento. Como resultado de la presente revisión, el país se mantiene a dos peldaños del grado de inversión con dicha calificadora de riesgos.
S&P indica que la perspectiva estable refleja que las expectativas de crecimiento económico para los próximos años siguen siendo fuertes, a pesar de los daños causados por la reciente sequía. Esperan que los balances tanto fiscales como externos sufrirán el impacto del clima este año, pero resaltan el compromiso del Gobierno con la convergencia fiscal para limitar el impacto.
El reporte de la citada agencia calificadora recalca que las instituciones de Gobierno del país han madurado paulatinamente en los últimos años, con mayor previsibilidad y continuidad en las Políticas Económicas a través de los cambios en la administración. Destaca que leyes como la Ley de Responsabilidad Fiscal (LRF) han ayudado a institucionalizar esas prácticas. Asimismo, señala que la gestión de la deuda soberana ha mejorado desde la emisión del primer Bono Internacional de Paraguay en el 2013.
Política monetaria
Entre las cuestiones que sustentaron mantener la calificación y la perspectiva estable, la agencia S&P señaló que las reformas de la política monetaria y el tipo de cambio flexible de Paraguay han ayudado a absorber choques externos e impulsar gradualmente la resiliencia económica del país.
Mencionan que desde la adopción del régimen de metas de inflación en el 2011, Paraguay ha mantenido su inflación en línea con la meta del Banco Central del Paraguay (BCP) y ha fortalecido la supervisión del sistema financiero.
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No obstante, los aumentos de los precios de los alimentos y el petróleo han afectado recientemente la inflación, lo que provocó un aumento por encima del objetivo del Banco Central de 4% más/menos 2%. Igualmente, se espera que la inflación se desacelere hacia finales de año y pronostican un promedio del 6% para el 2022 antes de descender al objetivo del 4% para el 2024.
Cabe señalar que Paraguay ha logrado mantener su calificación crediticia y la perspectiva estable con las calificadoras Moody’s, Fitch y Standard & Poor’s, a pesar de la incertidumbre a nivel mundial, en cuyo contexto muchos países de la región han sufrido reducciones en sus calificaciones y sus perspectivas respectivamente, siendo Paraguay uno de los pocos países que no ha visto afectado su rating crediticio.