Cuando por fin el gobierno de Argentina decidió reabrir oficialmente las fronteras en diciembre pasado tras casi dos años de cierre, las esperanzas de volver a una actividad comercial empezaron a reflotar en los pobladores de Alberdi, pero la cuestión actual es que todavía no se llegó a un movimiento esperado.

“En cierta manera, felices por la lluvia de las últimas horas, eso trajo alivio luego de las altas temperaturas. Pero lo que nos preocupa es que el repunte comercial y el dinamismo económico todavía no es lo que se esperaba”, expresó el representante de la Cámara de Comercio de Alberdi, Miguel Vázquez, en contacto con la R800 AM, con relación al contexto económico por el que atraviesa la zona que también es afectada por la sequía.

Aseveró que por ahora el movimiento es escasísimo, casi nulo, con poca actividad económica, lo cual se da por los requerimientos y exigencias que establece la Argentina para cruzar al lado paraguayo, por lo que la muy poca concurrencia es debido a esas exigencias, dijo.

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Esta imagen denota la cara de la localidad de Alberdi, con apenas el 5% del movimiento comercial prepandémico. Foto: Archivo/Néstor Soto.

Exigencias de Argentina

A esta situación se sumaron las exigencias que se solicitan y que de por sí son varias, como el esquema completo de vacunación, un seguro médico con cobertura COVID-19, además del PCR que tiene su costo entre G. 300 a G. 400 mil en territorio nacional, mientras que para el lado argentino serían unos 14 mil pesos, y son las causas para que las personas no quieran cruzar, explicó el vocero.

Es así que la escasez de movimiento repercute en que actualmente se esté operando en un 5%, comercialmente hablando, sin dejar de mencionar que muchos perdieron absolutamente todo, mientras otros emigraron o cerraron definitivamente sus negocios, subrayó Vázquez.

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En ese sentido, mencionó que de 1.000 locales comerciales que pudieron llegar a funcionar antes de la pandemia, solo 50 sobrevivieron y siguen, pues algunos se fueron a la quiebra.

Al tiempo de recordar que la vecina ciudad fronteriza de Alberdi, en el departamento de Ñeembucú, que colinda con Formosa (Argentina), era el centro de distribución de productos, por lo que muchas personas de los alrededores llegaban hasta allí, pero con la llegada de la pandemia eso terminó, lamentó.

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