Un estudio realizado por el Instituto de Biotecnología Agrícola (Inbio) expuso las ventajas que ofrece el maíz transgénico dentro de su uso en la agricultura del país. El maíz transgénico exigió menos cuidados y una mayor producción por hectárea a diferencia del maíz tradicional. La diferencia también se evidencia en el costo de inversión donde el maíz convencional demandó mayores gastos en el uso de fitosanitarios.

El tiempo de cuidado, que demanda el maíz transgénico, se reduce bastante, ya que al estar genéticamente modificado pasa por procesos de años hasta su perfeccionamiento buscando hacerlo más resistente contra factores climáticos y plagas. Es importante resaltar que el maíz transgénico pasa por grandes controles de calidad y bioseguridad antes de que su uso sea aprobado. El maíz genéticamente modificado atraviesa por distintos filtros de evaluación para que sea considerado de uso comestible al igual que el maíz común.

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En comunicación exclusiva con el diario La Nación, la ingeniera María Luisa Ramírez, desmitificó los falsos rumores que giran entorno a los transgénicos, resaltando que poseen grandes ventajas para la producción tanto para campesinos como para grandes productores. “En la naturaleza misma existen los transgénicos, intercambios de bacterias y cadenas de adn. Lo que hoy se realiza se aprendió de los orígenes naturales. Los cultivos transgénicos incluso demandan menor uso de agroquímicos y se traduce a mayor rentabilidad y seguridad alimentaria”, comentó la especialista.

La ingeniera indicó que los cereales genéticamente modificados están comprobados que no presentan riesgos para la salud. No poseen toxicidad alguna, ya que son productos desarrollados por años y con cuidados que buscan el más alto nivel de calidad. “Existe una gran ignorancia y desinformación sobre el tema”, recalcó.

Siembra a nivel nacional

Los registros de zafra de maíz a nivel país han tenido un incremento paulatino durante los últimos años. En el 2020 se alcanzó la cifra de 34.859 hectáreas, mientras que en este 2021 abarcó la siembra de 918.641 hectáreas. El maíz a nivel mundial contempla una participación del 16% dentro del mercado agrícola.

Investigaciones

En una publicación realizada por la revista científica Scientific Reports, luego de 21 largos años de recopilación de datos de un total de 6.000 estudios, llegaron a la conclusión de que el maíz transgénico aumentó los rendimientos hasta en un 25 por ciento y redujo drásticamente los contaminantes peligrosos de los alimentos.

Los estudios se realizaron desde 1996, cuando se plantó el primer maíz genéticamente modificado, hasta el 2016 donde fueron evaluados campos de distintos continentes como América del Sur, Estados Unidos, África y Asia. “Los cultivos de maíz transgénico tuvieron porcentajes más bajos de micotoxinas (-28,8%), fumonisinas (-30,6%) y ticotecas (-36,5%), todo lo cual puede ocasionar pérdidas económicas y dañar la salud humana y animal gravemente”, explica el reporte científico.

En la actualidad hay dos tipos de semillas de maíz transgénico para su venta dentro del mercado; el maíz tolerante a herbicidas (TH), que permite a los agricultores controlar mejor las malezas; y maíz resistente a insectos (Bt), que combate plagas como el barrenador del maíz. Algunas variedades del maíz genéticamente modificado presentan rasgos de tolerancia a los herbicidas y de resistencia a los insectos.

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