Ante la insostenible tendencia alcista a nivel global en el precio del crudo, que se da por la recuperación de la actividad mundial que incide en una mayor demanda; efectivamente repercute en el precio del combustible que Paraguay precisa importar y que a la vez atraviesa una crisis hídrica que complica aún más el componente logístico con más sobrecostos.

Es así que luego de una reciente suba, registrada por varios emblemas desde el día 11 de octubre en el precio del combustible a nivel local de G. 500 el litro, ya se habla de un quinto incremento para noviembre.

“Estamos preocupados por esta inflación mundial que afecta también a las estaciones de servicio, pues los commodities son difíciles de predecir y hay muchos factores que inciden, pero sí sería la quinta suba del año ya”, dijo Miguel Corrales, titular de la Asociación de Propietarios y Operadores de Estaciones de Servicio y Afines (Apesa), para la radio 1000 AM.

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La situación se complica cada vez más para la importación del combustible ante el aumento de la demanda internacional y la problemática hídrica para el país. Foto: Archivo.

Entregas de noviembre

Es así que están al pendiente de las notificaciones que reciben por parte de las distribuidoras, pero al ser el mercado libre, quien pueda bajar sus precios lo hará y estirará a los demás para disminuir o subir los precios, expresó Corrales.

En términos globales, se habla de una tendencia alcista de que el petróleo llegaría a US$ 100 el barril incluso, que hasta el viernes 15 de octubre se cotizó en US$ 83,54, según la Organización de Países Exportadores de Petróleo (OPEP), que es el precio para las entregas del próximo mes de noviembre.

He ahí la preocupación de los miembros de la Apesa, quienes aseguran también enfrentar una situación complicada en la reposición del stock nacional. “Nosotros también estamos como consumidores y distribuidor final preocupados por esta inflación porque a nosotros nos afecta operativamente hablando”, señaló su titular para la 780 AM.

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Al respecto, indicó que están facturando cada vez menos por estaciones de servicio, y que la sostenibilidad más la rentabilidad del negocio están cada vez más complicadas, acotó.

Hay que mencionar que el consumidor final también es fuertemente afectado, pues el aumento del costo ya se concretó cuatro veces en lo que va de este año; en el mes de febrero se dio un aumento de G. 400, en mayo subió otros G. 400, en julio se incrementó también otros G. 400 por litro y el reciente 11 de octubre a unos G. 600, totalizando así G. 1.800 de aumento en 10 meses y con la previsión de llegar a sumar G. 2.300 en noviembre si vuelve a trepar unos G. 500 más.

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