El economista y exministro de Hacienda Manuel Ferreira realizó un análisis del reciente informe sobre pobreza total y pobreza extrema presentado por el Instituto Nacional de Estadística (INE), basándose en la Encuesta Permanente de Hogares Continua (EPHC) 2020.

Concluyó que en términos generales se mejoró, ya que en los últimos 22 años desde 1997 la pobreza extrema bajó de 12% a 3,9% y la pobreza total de 40% a 26,9%, pero que todavía hay mucho camino por recorrer.

Así también, el extitular de la cartera económica resaltó que el campo actuó de refugio de los más pobres, mientras que el sector urbano fue el más afectado, así como que la pandemia dejó 233.000 paraguayos pobres, pero que dentro de todo, los paraguayos aún tienen el orgullo de llevar el pan a la casa.

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El 37,2% de los paraguayos todavía vive en el campo y este vínculo rural del paraguayo actuó de “seguro social” en la pandemia. Foto: Archivo.

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Pobreza extrema y total bajaron

“Siempre me llamó la atención escuchar de mucha gente que cada vez hay más pobres. Sin embargo, cuando uno mira el informe, esto parece ser todo lo contrario, ya que en los últimos 22 años la pobreza extrema bajó de 12% a 3,9% y la pobreza total de 40% a 26,9%”, expresó en un posteo.

No obstante, observó que la situación es distinta en las estadísticas de valores absolutos, del mismo informe y periodo, con unos 315.000 menos pobres extremos, que serían los que no tienen para comer, pero que la cantidad total de pobres solo bajó en 90.000 y la cantidad de pobres no extremos, los que tienen solo para comer, subió a 227.000 durante el 2020 con relación al anterior periodo del 2019.

Cierre de comercios y servicios

Es así que Ferreira alega que la pandemia afectó a aquellos que estaban empezando a mejorar y a salir de la pobreza, por sobre todo en las ciudades, ya que la pandemia obligó a cerrar comercios y servicios, generando 5,2% de pobres, los 233.000 nuevos empobrecidos.

Al tiempo de destacar algo que le llamó la atención, el hecho de que la pobreza rural casi no subió. “El campo actuó de refugio de los más pobres. Al mozo se le cerró su restaurante, desalquiló su pieza y volvió a su valle, porque quien más quien menos, tenemos parientes en el campo donde refugiarnos”, subrayó. En ese sentido, señaló que el 37,2% de los paraguayos todavía vive en el campo y que este vínculo rural del paraguayo actuó de “seguro social” en la pandemia, donde no estuvo el Estado, pero estuvo el campo.

Otro aspecto que destacó fue la obtención de los ingresos de los paraguayos, que en un 86% proviene de lo laboral con lo que se puede llevar alimento en la casa, lo cual es muy valioso para la autoestima y el orgullo del individuo.

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Pero además de los ingresos laborales, el 20,4% de los ingresos de los más pobres provienen de ayudas del Estado, que representa alrededor de G. 1,1 millones, y así mismo, existen personas avivadas que recibieron ayudas del Estado estando en el 20% más rico, lamentó.

Ferreira recalcó igualmente que si no hubiese existido la ayuda durante la pandemia, se habrían generado 184.000 pobres extremos más y 233.000 pobres totales más, por lo que la asistencia fue fundamental. En cuanto a las zonas geográficas, los lugares de mayor incidencia de pobreza son San Pedro, Caaguazú y Caazapá, pero donde hay mayor cantidad de pobres es en Central y Alto Paraná, en los cordones de pobreza que rodean a las grandes ciudades. El informe demuestra nuevamente que al observar a los que no tienen ni para comer están en San Pedro, Caaguazú y Caazapá con más incidencia.

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