• Londres. AFP.

Estados Unidos está dispuesto a estudiar “ajustes” en su plan de inversión para la transición climática con tal de tranquili­zar a los países europeos, que lo consideran anticompeti­tivo, afirmó ayer sábado John Kerry, emisario especial esta­dounidense para el clima.

“No creo que (el ‘Inflation Reduction Act’) sea suavi­zado”, dijo Kerry en la BBC, insistiendo en que las medi­das eran necesarias para una transición ecológica rápida. “No obstante, ¿miraremos dónde puede ser apropiado hacer modificaciones o ajus­tes que sean justos, sin per­judicar nuestros esfuerzos? Confío en que el presidente (Joe) Biden esté dispuesto a considerarlo”, dijo.

El “Inflation Reduction Act” de 420.000 millones de dóla­res lanzado por el presidente estadounidense Joe Biden prevé inversiones masivas para la transición ecológica, acompañadas de generosos subsidios para productos estadounidenses, como los vehículos eléctricos.

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El plan generó críticas en la Unión Europea (UE), que lo considera anticompetitivo y como una amenaza para el empleo europeo, espe­cialmente en los sectores de la energía y el automóvil. El dispositivo contiene por ejemplo una deducción fis­cal por la compra de un auto­móvil eléctrico fabricado en Estados Unidos, una ayuda excepcional que la UE con­sidera contraria a las reglas del comercio internacional.

Este tema fue una de las cues­tiones principales abordadas por el presidente francés, Emmanuel Macron, en su reciente visita a Washington.

NUEVAS NORMAS A BATERÍAS ECOLÓGICAS

La Unión Europea (UE) obli­gará a los fabricantes de baterías a adoptar medi­das para que estas sean más ecológicas y más fáciles de reciclar y cambiar, según un acuerdo alcanzado el viernes entre el Parlamento Europeo y los Estados miembros.

El texto, que pretende impul­sar la producción de baterías en Europa a través de la eco­nomía circular, abarca el con­junto del ciclo de las baterías, desde su concepción hasta que dejan de funcionar.

Este se aplicará a todo tipo de baterías, desde las de teléfonos inteligentes hasta las baterías industriales, pasando por las de ordena­dores, electrodomésticos o de vehículos. Sus fabrican­tes deberán a partir del 2024 informar sobre el impacto carbono total de cada bate­ría, de los minerales que la componen y de su reciclaje.

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