Bélgica. AFP

Stella Assange, esposa del funda­dor de WikiLeaks Julian Assange, pidió ayer al gobierno británico no fir­mar el decreto de extradición a Estados Unidos, conside­rando que su destino depende ahora de una “decisión polí­tica” que “tendrá repercu­siones para todo Europa”. El miércoles, la justicia bri­tánica dio oficialmente luz verde a la entrega del aus­traliano de 50 años a la jus­ticia estadounidense, pero corresponde a la ministra del Interior Priti Patel firmar el decreto de extradición.

Estados Unidos quiere juz­gar al fundador de Wiki­Leaks por la difusión, a par­tir del 2010, de documentos clasificados sobre las activi­dades militares y diplomá­ticas estadounidenses, en particular en Irak y Afga­nistán. Assange se enfrenta a una posible condena de 175 años de cárcel. “Tenemos cuatro semanas para trans­mitir nuestras observacio­nes a Priti Patel antes de que tome su decisión”, señaló la esposa de Assange en entre­vista a la AFP, al margen de una manifestación de apoyo a su marido en Bruselas.

“Si firma el decreto podremos apelar sobre las cuestiones de fondo que aún no han sido objeto de apelación, como la libertad de prensa o la motivación política de los juicios”, agregó.

“Los motivos de apelación en el Reino Unido son muy limita­dos, ya que el tratado de extra­dición se inclina fuertemente en favor de Estados Unidos, sin permitir el examen de las ale­gaciones estadounidenses. Ire­mos hasta el Tribunal Euro­peo de Derechos Humanos si es necesario”, añadió.

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