Washington, Estados Unidos. AFP.

El Congreso de Esta­dos Unidos estaba bajo fuertes medidas de seguridad este jueves, un día después de que la policía anunciara que una “milicia” planeaba atacarlo, avivando el recuerdo del asalto al Capi­tolio por seguidores extremis­tas del ex presidente Donald Trump el 6 de enero. Miem­bros del movimiento conspi­rativo QAnon dan una impor­tancia simbólica al 4 de marzo, la fecha en la que los presiden­tes estadounidenses juraban el cargo hasta 1933.

Ese grupo se niega a aceptar la victoria elec­toral del demócrata Joe Biden y considera que Trump debe ser investido para un segundo mandato este jueves. Efectivos de la Guardia Nacional patru­llan alrededor del Capitolio, protegido desde el 6 de enero por altas vallas, coronadas en algunas zonas por alam­bradas. Con ese despliegue, resulta difícil imaginar que se repita lo ocurrido hace dos meses, cuando miles de mani­festantes pro-Trump, reunidos frente al Congreso para escu­char un discurso del entonces presidente, decidieron asaltar la sede del Congreso.

Invitación al canal de WhatsApp de La Nación PY

PRECAUCIONES

La Cámara de Representan­tes adelantó al miércoles por la noche dos votaciones pre­vistas para el jueves, pero su presidenta, la demócrata Nancy Pelosi, dio su rueda de prensa semanal desde el edifi­cio por la mañana, y el Senado mantuvo su sesión.

Los responsables de la segu­ridad del Congreso aconseja­ron a los parlamentarios que utilizaran los aparcamientos y pasillos subterráneos para acceder al Capitolio y les pidió que extremaran las precau­ciones. A finales de febrero, un grupo de extremistas “no identificado mencionó el pro­yecto de tomar el control del Capitolio estadounidense”, explicaron el FBI y el Depar­tamento de Seguridad Nacio­nal en un comunicado.

Déjanos tus comentarios en Voiz