Adolescente británico admitió crimen de tres niñas que desencadenó disturbios
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El adolescente británico que asesinó a tres niñas el 29 de julio en el norte de Inglaterra, ataque que causó violentas protestas contra la inmigración en Reino Unido, se declaró culpable en el inicio del juicio en Liverpool. Axel Rudakubana, de 18 años, reconoció los asesinatos de Bebe King, Elsie Dot Stancombe y Alice da Silva Aguiar, de 6, 7 y 9 años, respectivamente, que tuvieron lugar en una clase de baile con temática de Taylor Swift en Southport, en el noroeste de Inglaterra.
El apuñalamiento desencadenó disturbios en decenas de ciudades, avivados por agitadores de extrema derecha, entre rumores sobre el sospechoso, presentándolo erróneamente como solicitante de asilo y de confesión musulmana. El acusado, nacido en Gales y de origen ruandés, un país de confesión mayoritariamente cristiana, es juzgado por el asesinato de las tres niñas y herir a otras diez personas.
Aunque la pista terrorista no se mantuvo en la investigación, la policía informó que el joven también fue acusado de producir ricina, un veneno extremadamente tóxico, y de estar en posesión de un manual de entrenamiento de Al Qaeda.
Rudakubana admitió un total de 16 cargos, incluidos los tres de asesinato, 10 de intento de homicidio, así como producir la ricina y poseer el manual de Al Qaeda. Vestido con un chándal gris, el adolescente se negó el lunes a ponerse de pie ante el tribunal y no declaró, excepto para decir la palabra “culpable” cuando se le presentaron los cargos.
El juez anunció que hará pública la sentencia el jueves. “La noticia de que el vil y enfermo asesino de Southport será condenado es bienvenida”, afirmó el primer ministro laborista, Keir Starmer, en un comunicado. “También es un momento de trauma para la nación, y hay graves preguntas por responder sobre cómo el Estado no cumplió con su deber final de proteger a estas niñas. Reino Unido exigirá respuestas con razón, y no dejaremos piedra sin remover en esa búsqueda”, añadió.
Los disturbios posteriores al asesinato de las tres niñas duraron varios días y los alborotadores atacaron hoteles que albergaban a solicitantes de asilo, mezquitas, y se produjeron enfrentamientos con la policía y con contramanifestantes.
Starmer denunció los disturbios de “extrema derecha” y prometió máxima firmeza contra los alborotadores. A mediados de diciembre, más de 410 personas habían sido condenadas en todo el país por los disturbios, incluidas más de 360 a prisión. Dos hombres fueron condenados a nueve años de prisión, la pena más severa dictada en la represión de la violencia.
El príncipe Guillermo y su esposa Catalina visitaron Southport en octubre, rindiendo homenaje a las niñas y a las personas que colaboraron en el rescate de las víctimas. Ese acto fue el primer compromiso conjunto de la pareja desde que la princesa terminó la quimioterapia del cáncer que padece.
La operación conjunta denominada “Rafaelo” culminó con la destrucción de más de 152 toneladas de marihuana, equivalentes a un perjuicio de USD 22 millones para las estructuras criminales. Foto: Gentileza
Operación “Rafaelo” culmina con la eliminación de 152 toneladas de marihuana
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La operación conjunta denominada “Rafaelo”, integrada por la Secretaría Nacional Antidrogas (Senad), con el apoyo del CODI y el Ministerio Público por parte de Paraguay y la Gendarmería Nacional y la Prefectura Naval Argentina, culminó con la destrucción de más de 152 toneladas de marihuana, equivalentes a un perjuicio de USD 22 millones para las estructuras criminales.
Los trabajos de erradicación de la hierba maldita abarcaron las zonas ubicadas en los departamentos de Itapúa y Caazapá, en el marco de la lucha contra el narcotráfico y delitos conexos en la región, según el informe proporcionado por la periodista Rocío Gómez.
Intervinientes afirmaron que el operativo interinstitucional atacó la logística de las estructuras delictivas que utilizan las reservas ecológicas para el desarrollo de sus actividades ilegales.
Esta actividad conjunta comenzó el 28 de enero pasado y durante varios días de incursiones en la Reserva Nacional San Rafael, el contingente de unos 100 hombres, sacó de circulación un total de 152.568 kilos de marihuana, con la erradicación de 47 hectáreas de cultivos ilícitos. Se logró la destrucción de 8.568 kilos de marihuana picada y 3.000 kilos de la hierba prensada, igualmente desmantelaron cinco campamentos narcos.
A 23 años de uno de los crímenes más macabros que definió el feminicidio en Paraguay
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Hugo Tomás Ramírez Sosa, de profesión economista y catedrático universitario, tenía un lado oscuro que quedó al descubierto en la noche del sábado 26 de enero de 2002, cuando tomó un cuchillo y mató a su alumna, quien también era su amante… pero no quedó ahí, luego la descuartizó y arrojó sus restos en varios vecindarios de Asunción y Lambaré.
El docente, entonces de 44 años de edad, no había aceptado la ruptura de la relación de parte de la joven misionera Martha Raquel Orué Hirakawa, de 24 años, y cometió uno de los crímenes más macabros de la historia criminal del país. El hombre fue condenado a 21 años de cárcel en Tacumbú, donde se recibió de abogado, al cumplir casi 14 años de pena obtuvo libertad condicional en diciembre de 2016. Hoy vive aislado en una localidad del interior del país y poco se sabe de él.
Las bolsas negras
En la mañana del domingo 27 de enero del 2002, una persona se comunicó vía telefónica con la comisaría de Lambaré para denunciar que había una bolsa negra tirada al costado de un motel, en zona de Colón y Humaitá, de la cual salía sangre. Los uniformados que acudieron a verificar el lugar se encontraron con el torso de una mujer.
Al filo del mediodía, sobre las calles Félix Bogado y 24 Proyectadas, en Asunción, se encontró otra bolsa que tenía la cabeza de una mujer. Sobre las calles Montevideo y Manduvirá encontraron en una similar bolsa dos brazos. Luego, sobre Las Palmas y 11 de setiembre arrojó las dos piernas de la víctima.
La ruptura
La joven le dijo a Ramírez que la relación llegó a su fin, luego de casi un año y medio, debido a sus celos desmedidos que volvieron tormentoso su romance, que seguían manteniendo a escondidas, pese a que cada cual ya tenían parejas formales. Ante esta determinación, el sujeto no estuvo de acuerdo y la amenazaba que, si no estaba con él, “no sería de nadie”.
Aquel fatídico 26 de enero de 2002, Marta, quien vivía en un inquilinato del centro de Asunción, recibió la sorpresiva visita de Hugo, que le dijo que respetaba su decisión y la invitó a cenar a su casa, ya en plan de amigos, en su casa en el barrio Kennedy de Lambaré.
La joven accedió ante la insistencia, sin saber que lo que le esperaba y que el plan para matarla estaba en marcha. En la vivienda de Ramírez todo fue más tranquilo, el docente estaba respetuoso, amable, le ofreció una cena, tomaron algo y, en un momento dado, le dijo a Marta que iba a corregir algunos exámenes y que quería que lo acompañe. La mujer estuvo un buen rato, sentada, mirando a su profesor revisar las pruebas y luego decidió tomar un baño.
El docente ya tenía planeado asesinar a la joven, solo estaba aguardando tener una oportunidad y la encontró justamente cuando Marta estaba en la ducha. Hugo tomó un cuchillo de cortar carne de la cocina y entró al baño, vio a su víctima de espaldas y, sin dudar, la atacó tres veces, luego le dio cinco estocadas más en el pecho.
Con la misma arma con que le había quitado la vida, comenzó a descuartizarle las extremidades, luego le cortó la cabeza. Seguido, distribuyó el cuerpo desmembrado en bolsas de basura, cuerpo para luego comenzar a dejarlas en varios sitios de la ciudad de Asunción.
A continuación, llamó a su sobrino, que vivía cerca de su casa, y le pidió prestado su automóvil. Tras el macabro recorrido para deshacerse de las bolsas, Hugo volvió a su casa, limpió como pudo la escena del crimen, lavó el baño, el cuchillo y pensó en una buena coartada por si la policía llegaba a él. Entonces, llamó a su novia, con la que pasó el resto de la noche en su departamento, pero ese domingo volvió al sitio del crimen.
Rastros de sangre
Ramírez fue detenido esa misma mañana en que se encontraron los restos de Martha, a partir del testimonio de una amiga de la víctima, a la que contó la pesadilla que implicaba esta relación. El olfato de la policía sospechaba que la coartada de Ramírez no se ajustaba a los hechos, por lo que volvieron a su casa con una orden judicial. Convencido de que borró toda evidencia, el docente dejó que ingresaran los expertos de Criminalística. La primera evidencia que encontraron fueron las bolsas negras muy similares a las que contenían los restos de la estudiante, pero eso no era contundente.
En el baño con luminol (un compuesto químico que resalta la sangre bajo una luz violeta), los investigadores encontraron gran cantidad de pequeñas partículas de sangre que fueron tomadas y analizadas. Luego se revisó el automóvil que estaba estacionado en la propiedad del profesor y en la cajuela encontraron manchas que parecían sangre, también había cabellos y un anillo, que más tarde la familia Orué reconocería como propiedad de Martha. Con todos estos elementos se detuvo a Hugo Ramírez como principal sospechoso del crimen.
Los resultados de las pruebas de ADN confirmaron que toda la sangre encontrada en el baño y el vehículo eran de la joven estudiante. Hugo Ramírez fue imputado por el horrendo homicidio. El proceso judicial fue breve, ya que todas las pruebas demostraban que el docente era el único autor del hecho: el 10 de diciembre de 2002 fue condenado a 21 años de cárcel.
Libertad condicional y Ley 5777
El martes 27 de diciembre de 2016, Hugo Ramírez quedó en libertad, tras cumplir las dos terceras partes de su condena y por buen comportamiento. El profesor Ramírez, abandonó la cárcel con el rostro serio sin querer hablar con los medios de prensa que lo esperaban en la calle. Finalmente, accedió a responder un par de preguntas: “Ya pedí disculpas por mi error, fueron 14 años de encierro y en mi foja de servicio está todo lo que hice. Nunca tuvo incidentes dentro del penal…”.
Coincidentemente, ese mismo día, el 27 de diciembre de 2016, era promulgada la Ley n.º 5777 “de protección integral a las mujeres, contra toda forma de violencia”, cuyo borrador se redactó en el 2008, y que incorporó el feminicidio como una de las formas más extremas de violencia contra las mujeres, donde, por lo general, el victimario tenía o había tenido una relación o vínculo (esposo, pareja, novio, expareja, etcétera) con la víctima.
Detienen en Itapúa a un hombre buscado en la Argentina por el homicidio de una niña de 13 años
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Un hombre de nacionalidad argentina fue detenido en la ciudad de San Juan del Paraná, departamento de Itapúa, por agentes del Departamento de Inteligencia Policial de Itapúa. El hombre es acusado del asesinato de una niña de 13 años.
El ahora detenido fue identificado como Germán Sergio Benítez Atienza, alias “Anteojito”, de 38 años, quien se encontraba prófugo de la Justicia argentina desde enero del 2024. El mismo fue imputado por los delitos de homicidio agravado y robo agravado con el uso de un arma de fuego.
Según el informe de las autoridades, Benítez Atienza, en compañía de otros hombres, habría ingresado a una vivienda a robar y realizó disparos intimidatorios contra los ocupantes de la misma, uno de los cuales impactó en la hija de 13 años de la familia, que falleció a raíz del disparo.
Tras lo ocurrido y gracias a contar con documento de identidad tanto argentino como paraguayo, el ahora detenido pudo cruzar la frontera y permanecer prófugo en nuestro país por casi un año. Con la detención se dispuso también la comunicación oficial del cumplimiento de la orden de captura para que se inicie el proceso de extradición a través de las autoridades de Migración.
Cabe destacar que la policía argentina, a través de la Interpol, agradeció la colaboración de la Policía Nacional, atendiendo que este sujeto fue catalogado como de alta peligrosidad y su detención era una prioridad para continuar la causa abierta en su contra y la de sus cómplices.
Con este tipo de trabajos, las autoridades nacionales buscan estrechar lazos de cooperación con los países vecinos y permitir que la búsqueda y captura de personas solicitadas por la justicia sea cada vez más ágil y eficiente.
Cadena perpetua para asesino de una doctora, que conmocionó en India
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Un tribunal indio condenó a cadena perpetua a un hombre culpable de la violación y asesinato de una doctora, un crimen que indignó al país, donde la violencia sexual contra las mujeres es muy común. Este asesinato, en agosto en un hospital de Calcuta, conmocionó al país e hizo que parte del personal sanitario se pusiera en huelga y saliera a la calle a protestar, exigiendo medidas de seguridad más estrictas en los hospitales públicos.
El juez Anirban Das condenó a Sanjoy Roy, un voluntario de 33 años que trabajaba en el hospital donde fue descubierto el cuerpo ensangrentado de la médica de 31 años, a prisión perpetua. Detenido en agosto, al día siguiente del crimen, y declarado culpable el sábado por esta misma corte, Roy afirmó ser inocente durante todo el proceso, alegando que había sido “víctima de una trampa”.
Su abogada, Kabita Sarkar, indicó que tenía la intención de apelar, alegando que su cliente no está “mentalmente equilibrado”. Los padres de la víctima, que pidieron la pena de muerte para el criminal, declararon que estaban “conmocionados” por la decisión final. El juez estimó que este crimen no merecía la pena capital porque no se trataba del “más raro de los casos raros”.
El padre de la víctima que, como su esposa, deseaba que Roy fuera ejecutado en la horca, declaró querer “seguir nuestro combate”. “No dejaremos que las investigaciones terminen (...) pase lo que pase, lucharemos para que se haga justicia”, dijo. Conforme a la legislación india en materia de violencia sexual, no trascendió la identidad de ninguno de los miembros de la familia.
Tras las manifestaciones multitudinarias, la Corte Suprema de India ordenó la creación de un grupo de trabajo, compuesto por médicos, que deberá preparar un plan para prevenir la violencia en los hospitales. El proceso fue objeto de un tratamiento acelerado, en un país donde el sistema judicial es particularmente lento.
En las semanas que siguieron al crimen, la actitud de las autoridades locales y la investigación fue duramente criticado. El jefe de la policía de Calcuta y varios responsables de los servicios sanitarios regionales fueron destituidos. Las agresiones sexuales contra las mujeres son un problema crónico en India, con una media de casi 90 violaciones diarias denunciadas en 2022, en un país de 1.400 millones de habitantes.
La violación y el asesinato de una joven en un autobús de Nueva Delhi en 2012 dio la vuelta al mundo y desató inmensas manifestaciones en el país. Bajo la presión de la opinión pública, el gobierno indio promulgó condenas más duras para los violadores, e incluso la pena de muerte para los reincidentes.
Este lunes, miles de personas se congregaron cerca del tribunal y gritaron: “Cuélguenlo, cuélguenlo”. Aniket Mahato, médico y portavoz de los jóvenes doctores que mantuvieron semanas de huelga el año pasado, dijo que tenía la impresión de que “no se ha hecho justicia”.