Excombatientes argentinos de la Guerra de Malvinas (1982) rechazaron participar del desfile militar por el día de la Independencia el 9 de Julio al considerar “absurdo” y “una falta de respeto” invitarlos a desfilar ante el presidente Javier Milei, declarado admirador de la expremier británica Margaret Thatcher.

“Rechazamos esta puesta en escena, esta contradicción del gobierno que quiere aparentar una posición nacionalista mientras lleva adelante políticas en sentido contrario”, declaró a la AFP Ernesto Alonso, miembro del Centro de Ex Combatientes de La Plata y quien fue a la guerra como reclutado a los 19 años.

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Las pautas que recibieron de parte del Ministerio de Defensa también causaron malestar entre los veteranos porque se les exige desfilar “a paso rápido”, incluso a los que se desplazan en sillas de ruedas, para ajustarse a las dos horas que tendrá el acto en las calles de Buenos Aires.

Tampoco se les permite llevar elementos identificatorios de las asociaciones de exsoldados a las que pertenecen, algo que suelen exhibir con orgullo y que en muchos casos recuerda al escuadrón en el que pelearon.

“Pero lo más grotesco es pretender que desfilemos junto a los que nos torturaron”, remarcó Alonso, impulsor de una causa en manos de la Corte Suprema por un centenar de denuncias de excombatientes que señalaron haber sido enterrados en la nieve, amarrados a estacas o privados de alimento por sus superiores mientras luchaban en las islas.

¿Cómo vamos a desfilar ante un presidente que adora a Margaret Thatcher?”, dijo Alonso al recordar la confesa admiración de Milei por quien fuera jefa del gobierno británico durante el conflicto.

La de Malvinas fue una guerra declarada por el gobierno dictatorial de Argentina por la posesión del archipiélago que ocupa el Reino Unido desde 1833 y cuya soberanía está en disputa entre ambos países.

Duró 74 días y terminó con la rendición argentina, que precipitó la caída de la dictadura. Dejó 649 argentinos muertos, casi la misma cantidad de los excombatientes que se quitaron la vida después del conflicto.

“¿Cómo vamos a desfilar si bajo esa mención de veteranos de guerra se esconden los pilotos de los vuelos de la muerte, los apropiadores de bebés y los torturadores?”, mencionó Alonso en referencia a los delitos de lesa humanidad que se cometieron durante la dictadura (1976-1983).

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Los excombatientes también cuestionaron el “gasto innecesario de un desfile cuando hay gente que se muere de hambre y frío en el distrito más rico del país”, que vio duplicarse al 16 % la tasa de indigencia en el último año.

Fuente: AFP

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