Las circunstancias precisas de la presunta muerte del líder del grupo paramilitar Wagner, Yevgueni Prigozhin, quedan por determinar, pero existe la fuerte convicción entre los expertos de que habría sido una venganza del presidente ruso Vladimir Putin. Las redes sociales rusas, próximas a la oposición o vinculadas al grupo, coincidían con los primeros análisis de los centros de reflexión occidentales, para quienes la vida del incontrolable mercenario pendía de un hilo desde su motín en junio.

Poco importan las razones por las que el avión se estrelló, todo el mundo verá un acto de venganza y de represalia. El Kremlin no contradirá está visión”, afirmó el miércoles por la noche Tatiana Stanovaya, fundadora de la consultora R. Politik. El jueves por la mañana, las autoridades rusas no privilegiaron aún ninguna pista. Este es un panorama del abanico de presunciones y una serie de preguntas que se abren tras la ocurrido.

Las causas del accidente

Una investigación fue abierta por infracción a las reglas de seguridad aérea. Miembros del Comité de investigación se desplazaron al lugar de los hechos menos de 24 horas después de la caída del avión. Por el momento, ni el Kremlin ni el ministerio de Defensa hicieron declaraciones. Versiones cercanas al grupo Wagner apuntan al disparo de misiles tierra-aire S-300 como la principal causa, una afirmación que no pudo ser demostrada.

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La hipótesis fue establecida pocos minutos después de conocerse el accidente de avión. La cuenta Grey_Zone evocaba desde el miércoles por la noche “rastros blancos en el cielo característicos de la defensa antiaérea” en un video casero presentado como la evidencia del accidente, pero que no pudo ser oficialmente verificado por la AFP.

Otras imágenes, que sí pudieron ser corroboradas, mostraban la caída en espiral de un aparato descrito como el Embraer 135 en el que se encontraba Prigozhin. Incluso la directora del grupo mediático ET, Margarita Sansimoniano, parecía inclinarse por la pista del asesinato, descartando la hipótesis según la cual el mercenario más conocido del planeta habría orquestado su falsa desaparición. “Entre las pistas que se debaten, está la de la puesta en escena. Personalmente, me inclino hacia (la pista) más evidente”, escribió.

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Las otras víctimas

Diez pasajeros se hallaban en el avión que se estrelló en la región de Tver, en el norte de Moscú, según una lista oficial. “Todas las personas a bordo fallecieron”, indicó el ministerio de Situaciones de Emergencia. Dossier, la página de Internet perteneciente al opositor y empresario exiliado Mijaíl Jodorkovski, publicó unas cortas biografías de los muertos.

Dmitri Utkin, imprescindible brazo derecho de Prigozhin en Wagner y conocido por sus simpatías neonazis, figura entre ellos. “Era responsable del mando y de la formación al combate”, afirma Dossier. Otro pasajero, Valéry Shekalov, era uno de los directores de Concord, la sociedad fundada por Prighozin, y trabajaba con él desde los años 2000. Supervisaba todos sus proyectos civiles en el extranjero, “desde prospección geológica, hasta producción petrolera y agricultura”, además de la logística de Wagner, afirmó Dossier.

La hipótesis predominante

Los observadores tienen varios argumentos para acusar a Putin: su ira tras el motín de Wagner, sus antecedentes eliminando a opositores o el endurecimiento del régimen desde el inicio de la invasión en Ucrania. “Si Rusia fuese un Estado normal, la rebelión habría conducido a un juicio (...). Pese a lo que podamos pensar de Prigozhin, es irrazonable matar a alguien sin un juicio, sobre todo cuando no se esconde”, publicó Jodorkovski en la red social X.

“En el mundo de Putin, el de los gángsteres, en cambio, es la única forma de hacer las cosas. Después de todo, ¿quién sabe lo que le habría dicho al tribunal?”, señaló. Samuel Ramani, experto del instituto británico RUSI, recuerda que “Alexander Litvinenko y Anna Politkovskaya criticaron la guerra en Chechenia a principios de los años 2000 y fueron asesinados en 2006″.

“Putin acostumbra vengarse de manera tardía. La muerte de Prigozhin se produjo mucho antes que lo habitual”, añadió. Aún quedan otras cuestiones en suspenso. “¿Por qué Putin eligió matar a Prigozhin de forma tan espectacular? (...) ¿Por qué autorizó a Prigozhin a asistir a la cumbre de San Petersburgo?” entre Rusia y África en julio, se pregunta el antiguo embajador estadounidense en Rusia Michael McFaul, en su cuenta de X. Y por último: ¿Por qué los mercenarios de Wagner son “autorizados ahora a hablar de revancha en redes sociales?”.

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Los seguidores

“Es como perder a un padre”. Los habitantes de San Petersburgo rindieron homenaje el jueves por la mañana a Yevgueni Prigozhin, jefe del grupo paramilitar Wagner convertido en enemigo del Kremlin, que supuestamente falleció en un accidente de avión. Considerado como traidor por Vladimir Putin tras la rebelión armada del 23 y 24 de junio, Prigozhin conservó una particular popularidad en Rusia, donde su grupo tiene fama de despiadado y brutal, pero también de eficaz, especialmente en Ucrania.

Su labia, su brío salpicado de vulgaridad, su nacionalismo intransigente y sus desenfrenadas denuncias de la incompetencia de la élite militar le convirtieron en una figura de culto para algunos. A la sombra del edificio de cristal donde Wagner instaló su cuartel general en la antigua capital imperial rusa, sus partidarios desfilaron el jueves para colocar claveles rojos, rosas o insignias con la calavera del logo del grupo armado.

‘Huérfana’

Aquí no se nombra su rebelión, ni el hecho de que Putin lo repudió, ni las posibles causas de la caída del avión en el que viajaba con sus colaboradores cercanos, entre ellos el jefe de operaciones de Wagner, Dmitri Utkin. Sin embargo, los transeúntes no dudan en hablar de su cariño casi filial hacia el jefe de guerra, que pasó por las colonias penitenciarias soviéticas y se hizo rico en la hostelería, antes de servir al Kremlin en el campo de batalla y llevando a cabo campañas de desinformación en Internet.

Pavel Zakharov, hombre de negocios que vino a presentar sus respetos, comparó al fallecido con el expresidente francés y líder de la Resistencia contra los nazis, Charles De Gaulle. “Es horrible. En Francia, cuando murió Charles De Gaulle, se decía que Francia quedó huérfana. Para mí, desde esta noche, Rusia quedó huérfana”, afirmó el hombre de 36 años.

Trapo rojo

Con una calavera y una bandera rusa en su gorra, Igor, ingeniero de 42 años, también considera que quedó huérfano. “Es como perder a un padre. Lo era todo para nosotros, siempre esperábamos escuchar lo que iba a decir el tío Jenia (el diminutivo de Yevgueni)”, admitió.

Natalia, una joven de 31 años, vino en bicicleta a dejar un ramo. Dijo que siente que ha perdido a alguien cercano. “Para nosotros era un amigo, un hermano. Creo que para todos los soldados es un momento muy importante”, aseguró.

Aunque Natalia no compartió su opinión sobre las causas del accidente aéreo, mientras se especula sobre la posibilidad de que fuese un asesinato, explicó que teme que la muerte de Prigozhin pueda desestabilizar Rusia y provocar malestar. “Espero que, para nuestra sociedad, esto no se convierta en un trapo rojo blandido delante de un toro”, añadió.

Fuente: AFP.

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