Alimentados por temperaturas abrasadoras, condiciones secas y fuertes vientos, los incendios provocaron caos en el pico de la ajetreada temporada turística de verano en Grecia. Foto: AFP
Los incendios forestales en Grecia están ampliamente bajo control, pero cientos de bomberos se mantienen en puntos clave ante la amenaza de fuertes vientos, declararon las autoridades este sábado. “Se están extinguiendo focos de incendios dispersos”, dijo a la AFP un portavoz del departamento de bomberos.
El funcionario agregó que “no hay un frente activo” en los tres mayores incendios forestales en Rodas, Corfú y el centro de Grecia, donde se efectuaron miles de evacuaciones durante las últimas dos semanas. En todo caso, más de 460 bomberos fueron desplegados en estas tres áreas como medida de precaución, dijo el portavoz.
Alimentados por temperaturas abrasadoras, condiciones secas y fuertes vientos, los incendios provocaron caos en el pico de la ajetreada temporada turística de verano en Grecia. Unos 20.000 turistas y habitantes tuvieron que ser evacuados de hoteles y pueblos de la isla de Rodas y cientos más de Corfú y otras áreas.
Los incendios dejaron al menos a cinco personas muertas y quemaron casi 50.000 hectáreas (123.500 acres) de bosque y vegetación, según estimaciones del Observatorio de Atenas. Dos pilotos murieron el martes cuando sus aviones provistos de bombas de agua se estrellaron mientras luchaban contra un incendio en Evia, mientras que otros tres cuerpos calcinados fueron recuperados en incendios en Evia y cerca de la zona industrial de la ciudad portuaria de Volos, en el centro de Grecia.
Los incendios han ejercido presión política sobre el gobierno conservador del primer ministro Kyriakos Mitsotakis, que fue reelegido hace apenas un mes. El ministro de Protección Ciudadana renunció a su cargo el viernes después de que se supo que se había tomado unas vacaciones mientras el país luchaba contra los incendios forestales.
Durante más de 10 días este mes, Grecia sufrió lo que según algunos expertos, es la ola de calor más larga registrada en julio en las últimas décadas. Las temperaturas, que alcanzaron los 46 °C esta semana, han comenzado a bajar.
El servicio de meteorología nacional EMY predice que las temperaturas no subirán por encima de 37 °C el sábado, pero se esperan fuertes vientos que podrían alcanzar los 60 kilómetros por hora. Croacia, Italia y Portugal también sufrieron incendios esta semana, y las llamas mataron a 34 personas en Argelia, sumido en un calor extremo que ha secado la tierra.
Se prevé la creación de empleos verdes, la inclusión de recicladores en cadenas de valor, y el impulso de emprendimientos de ecodiseño, reutilización e innovación. Foto: Gentileza
Buscan transformar el uso del plástico con hoja de ruta nacional
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Este jueves 31 de julio fue presentada la comisión directiva de la Plataforma Nacional de Acción sobre los Plásticos de Paraguay (NPAP Paraguay). Esta iniciativa multisectorial busca reducir la contaminación por plásticos y promover la transición hacia una economía circular en el país. La hoja de ruta nacional será el instrumento guía para alcanzar este objetivo de manera coordinada y sostenible.
La dirección de la plataforma estará encabezada por el Ministerio del Ambiente y Desarrollo Sostenible (MADES), junto a representantes del sector público, privado y de la sociedad civil. El comité directivo será responsable de definir los lineamientos estratégicos e impulsar acciones concretas. Esta gobernanza compartida busca una transformación sistémica en la gestión de residuos plásticos.
Sofía Franco, coordinadora de la Secretaría de la NPAP Paraguay, destacó la necesidad de articular a todos los sectores de la cadena de valor del plástico, desde el Gobierno hasta la economía informal. “La plataforma promoverá conocimiento, diálogo y soluciones prácticas para impulsar la circularidad del plástico”, afirmó. La hoja de ruta incluirá metas, acciones y mecanismos de monitoreo.
Más allá del enfoque ambiental, la NPAP busca generar cambios culturales y sociales, a través de campañas de educación, separación de residuos, consumo responsable y valorización del reciclaje. Se pretende que cada persona, desde su entorno, participe activamente en la solución. Esto implicará una transformación en la relación ciudadana con los residuos.
La transición hacia una economía circular también representa una oportunidad de desarrollo. Se prevé la creación de empleos verdes, la inclusión de recicladores en cadenas de valor, y el impulso de emprendimientos de ecodiseño, reutilización e innovación. Estos beneficios impactarán especialmente en mujeres, jóvenes y comunidades excluidas.
NPAP Paraguay forma parte de la Alianza Global para la Acción sobre el Plástico (GPAP), impulsada por el Foro Económico Mundial. Gracias a este vínculo, Paraguay participa de un proceso regional de coaprendizaje junto a otros países. La iniciativa cuenta con el liderazgo del MADES, la coordinación técnica de CEAMSO y el apoyo de más de 15 instituciones aliadas.
Orestis Andreadakis, director artístico del festival que surgió como respuesta a los devastadores incendios que afectaron la región de Evia en 2021. Foto: David Sánchez
Evia Film Project, una iniciativa dedicada al cine verde
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Por David Sánchez, desde Edipsos (Grecia), X: @tegustamuchoelc (*).
El 4.º Evia Film Project, una iniciativa dedicada al cine verde organizada por el Festival de Cine de Tesalónica con el apoyo del Ministerio de Cultura de Grecia, acogió una jornada de discusión que exploró el universo cinematográfico del verano griego. Esta edición se celebró del 17 al 21 de junio.
Este evento, titulado “Filmar el verano griego: Luz y mitos, estereotipos y desafíos”, abordó temas como la sostenibilidad, el turismo, la construcción y deconstrucción de los estereotipos del verano griego, y las dificultades de rodar durante esta temporada. Más de 250 invitados viajaron en barco desde Edipsos hasta Limni, disfrutando de la espectacular costa del norte de Evia, para luego asistir al evento en el edificio Mela.
Reflexiones sobre el verano griego
Orestis Andreadakis, director artístico del festival, dio la bienvenida al público y destacó el enfoque temático de este año: redefinir el verano griego. “Queríamos reflexionar sobre lo que significa vivirlo realmente, sus cambios en los últimos años, su sostenibilidad y los efectos del sobreturismo, la sobrepesca y el sobreconsumo. ¿Cuánto más podemos vivir en él?”, señaló. También subrayó los desafíos de la industria cinematográfica, como capturar la luz griega en cámara y hacer producciones más sostenibles.
Profesor Konstantinos Kartalis, experto en física ambiental y climática. Foto: David Sánchez
El impacto del cambio climático
El profesor Konstantinos Kartalis, experto en física ambiental y climática, ofreció una ponencia sobre el pasado, presente y futuro del verano griego. Explicó cómo el cambio climático ha alargado esta temporada, restando días a la primavera y el otoño, con un aumento continuo de temperaturas y olas de calor que afectan mayo y septiembre. Usando Santorini y Mykonos como ejemplos, señaló irregularidades térmicas debido a una mala gestión del turismo, que ha colapsado los ecosistemas locales.
Kartalis también abordó los incendios, recordando el devastador fuego de Evia en 2021. “Los incendios siempre han existido en Grecia, pero en los últimos 30 años se han vuelto más agresivos debido a sequías y olas de calor simultáneas. No son causados directamente por el cambio climático, pero la mala planificación agrava sus consecuencias”, afirmó. Sin embargo, destacó la resiliencia de la naturaleza, con la regeneración de la vegetación en Evia cuatro años después.
El aumento de la temperatura del mar, las olas de calor marinas y la construcción descontrolada en las costas fueron otros puntos clave. Kartalis advirtió sobre las “noches tropicales” urbanas, con temperaturas nocturnas superiores a 25 °C, y la desigualdad climática: los barrios de menores ingresos enfrentan mayor riesgo térmico. Concluyó instando a los profesionales del cine a usar su plataforma para combatir la crisis climática, enfatizando que “el problema es reversible, pero requiere decisiones urgentes”.
El verano griego en el cine
La discusión continuó con los directores Sofia Exarchou (Animal) y Argyris Papadimitropoulos (Suntan), junto al cinematógrafo Simos Sarketzis, moderados por el crítico Christos Mitsis. Los cineastas compartieron sus experiencias rodando en verano, analizando tanto el aspecto estético como los retos prácticos.
Exarchou explicó que en Animal, premiada en el 64.º Festival de Tesalónica, el verano griego no es idílico, sino un telón de fondo oscuro para los trabajadores hoteleros. Rodar en octubre fue una decisión práctica debido a los altos costos y permisos en temporada alta. Papadimitropoulos, por su parte, describió Suntan, filmada en Antiparos, como una película luminosa con oscuridad interna, aprovechando el ambiente real de las fiestas veraniegas, aunque resaltó la sobrecarga turística de la isla.
Sarketzis destacó los desafíos técnicos del verano: “La posición del sol es la misma en todo el mundo, pero el verano griego es una mezcla única de elementos. Las temperaturas de 40 °C afectan las cámaras, y los rodajes pueden extenderse hasta 18 horas”. También señaló que el verano, ahora prolongado de mayo a noviembre, permite rodajes fuera de temporada para producciones de bajo presupuesto.
Los directores Sofia Exarchou (Animal) y Argyris Papadimitropoulos (Suntan), junto al cinematógrafo Simos Sarketzis, moderados por el crítico Christos Mitsis. Foto: David Sánchez
La luz griega: entre desafío y poesía
El evento culminó con la ponencia “La tierra como tragaluz, la mirada como vínculo” del poeta Yannis Antiochos, quien exploró la relación entre la luz del verano griego y la mirada humana. Para Antiochos, esta luz es abrumadora: “No ilumina, corroe. El verano en Grecia no es una estación, es un régimen de luz que provoca dolor y revela la esencia de la experiencia griega”. Citando a Giorgos Seferis, describió cómo esta luminosidad obliga a desviar la mirada, comparando a los turistas con los prisioneros de la caverna de Platón.
Antiochos criticó la filmación en verano, ya que la luz de julio “devora y no puede ser arte”, sugiriendo rodar en otoño para capturar una luz más suave. Concluyó con una reflexión sobre la sostenibilidad: “Permanecer en la luz es el mayor desafío. La sostenibilidad es durar a pesar de la exposición, buscando una luz intermedia que no queme”.
Un cierre memorable
Tras las discusiones, los invitados recorrieron el encantador pueblo de Limni y degustaron la gastronomía local, cerrando una jornada dedicada al verano cinematográfico. El viaje en ferry desde Edipsos fue patrocinado por la Autoridad Portuaria de Evia y Elisabet Cruises, a quienes el Festival agradeció, especialmente al capitán del puerto, Sotiris Danikas.
* David Sánchez es un periodista franco español afincado en Toulouse, centrado especialmente en cine iberoamericano, miembro de la crítica internacional Fipresci. Sitio: https://www.tegustamuchoelcine.com.
Grecia luchó ayer domingo por segundo día consecutivo contra los voraces incendios forestales que devastaron viviendas y obligaron a evacuar a la población, pero la situación mejora en algunas regiones, afirmaron las autoridades.
Cinco incendios seguían activos ayer domingo en la zona del Peloponeso, al oeste de la capital Atenas, y en las islas de Eubea y Citera. Aviones y helicópteros reanudaron sus labores en varias zonas del país al amanecer. Sin embargo, algunos están retrocediendo o están siendo controlados por los bomberos, especialmente en la isla de Creta.
El domingo la temperatura máxima fue de 42.4 °C en Tebas, en el centro de Grecia, país afectado por la canícula por séptimo día consecutivo.Seis regiones de Grecia registran riesgos de incendios muy elevado el lunes, afirmó la protección civil.
“Hoy se espera un día difícil, con un riesgo muy alto de incendios en casi todo el territorio”, había indicado el portavoz del cuerpo de bomberos, Vassilis Vathrakogiannis.
Los meteorólogos pronosticaron que los fuertes vientos que avivaron las llamas disminuirán este domingo en la mayoría de las zonas afectadas, pero advirtieron que la isla de Citera sigue enfrentando condiciones de viento “preocupantes”.
Buscan claves climáticas en hielo de 1,2 millones de años de antigüedad
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En una pequeña sala refrigerada, en una universidad de Bruselas, científicos pertrechados de pesados abrigos cortan núcleos de hielo antártico de decenas de miles de años de antigüedad, en busca de pistas sobre el clima de nuestro planeta. Atrapadas dentro de los tubos de hielo hay pequeñas burbujas de aire, capaces de proporcionar una muestra de cómo era la atmósfera del planeta en esa era remota.
“Queremos saber más sobre los climas del pasado, porque podemos usarlo como una analogía de lo que puede suceder en el futuro”, expone Harry Zekollari, glaciólogo de la Vrije Universiteit Brussel (VUB). Zekollari forma parte de un equipo de cuatro personas que viajó a la Antártida en noviembre, para encontrar algunos de los hielos más antiguos del mundo. En la Antártida es posible encontrar hielo de millones de años, a kilómetros de profundidad. Pero es muy difícil alcanzar esas capas, y las expediciones para perforar el hielo son costosas.
Una misión reciente, financiada por la UE y que trajo muestras de 1,2 millones de años de antigüedad, tuvo un costo total de alrededor de 11 millones de euros (casi 13 millones de dólares). Para reducir costos, el equipo de la VUB y la Universidad Libre de Bruselas (ULB) utilizó datos satelitales y otras pistas, a fin de localizar las áreas donde el hielo antiguo podría ser más accesible.
Al igual que el agua de la que está hecho, el hielo fluye hacia la costa, aunque más lentamente, explica Maaike Izeboud, especialista en teledetección en la VUB. Cuando el flujo golpea un obstáculo, como una montaña, las capas inferiores pueden verse empujadas hacia arriba, más próximas a la superficie. En algunos lugares, sumamente inusuales, las condiciones climáticas, como los fuertes vientos, evitan la formación de una capa de nieve, lo que deja expuestas unas gruesas capas de hielo.
Llamado así por su coloración, que contrasta con la blancura del resto del continente, el hielo azul representa apenas alrededor del 1% del territorio de la Antártida. “Las áreas de hielo azul son muy especiales”, incide Izeboud. Su equipo se concentró en un tramo de hielo azul a 2.300 metros sobre el nivel del mar, a unos 60 kilómetros de la estación belga de investigación antártica Princesa Elisabeth.
Algunos meteoritos antiguos se habían encontrado previamente allí, un indicio de que el hielo circundante también es muy viejo, explicaron los investigadores. Así, se estableció un campamento de contenedores y, después de algunas semanas de mediciones y perforaciones, en enero el equipo regresó con 15 núcleos de hielo de un total de unos 60 metros de largo.
Luego se enviaron desde Sudáfrica a Bélgica, adonde llegaron a fines de junio. Dentro de un robusto edificio de cemento en la capital belga, esos cilindros de hielo se cortan ahora en trozos más pequeños para luego enviarlos a laboratorios especializados en Francia y China, para su datación. Zekollari espera que se confirme que algunas de las muestras, tomadas a poca profundidad -unos 10 metros-, tienen unos 100.000 años de antigüedad.
Esto les permitiría volver atrás y cavar unos cientos de metros más profundo en el mismo lugar. “Es como una búsqueda del tesoro”, dice Zekollari, de 36 años, que se ve un poco como un Indiana Jones de la investigación climática. “Estamos tratando de marcar el buen lugar en el mapa (...) y en un año y medio, volveremos y perforaremos en ese punto”, dijo. “Estamos soñando un poco, pero esperamos obtener hielo de tres, cuatro, cinco millones de años” de antigüedad.
El hielo de esa antigüedad podría proporcionar información valiosa para los climatólogos que estudian los efectos del calentamiento global. Las proyecciones y modelos climáticos se calibran utilizando datos existentes sobre temperaturas pasadas y gases de efecto invernadero en la atmósfera, pero en el rompecabezas faltan aún algunas piezas.
Para fines de siglo, las temperaturas podrían alcanzar niveles similares a los que el planeta experimentó por última vez hace entre 2,6 y 3,3 millones de años, afirma Etienne Legrain, paleoclimatólogo de 29 años de la ULB. Pero actualmente hay pocos datos sobre los niveles de CO2 en ese entonces, un dato clave para comprender cuánto más calentamiento podríamos esperar.
“No conocemos el vínculo entre la concentración de CO2 y la temperatura en un clima más cálido que el actual”, destaca Legrain. Su equipo espera encontrarlo atrapado dentro del hielo antiguo. “Las burbujas de aire son la atmósfera del pasado”, dice. “Es realmente como si fuese magia”.