Santiago, Chile | AFP
Organizaciones ecologistas iniciaron este jueves una campaña para exigir al gobierno de Sebastián Piñera que asuma medidas para cerrar, de aquí a 2030, las 28 termoeléctricas a carbón que existen en Chile.
La Campaña #CHAOCARBON exige al gobierno chileno que de manera inmediata se retiren siete de las termoeléctricas a carbón "más antiguas y contaminantes que superen los 40 años de operación", para luego concretar el cierre total de estas instalaciones para el año 2030, indicó un comunicado de Chile Sustentable, ONG que reúne a decenas de organismos defensores del medio ambiente.
La campaña de los ambientalistas tiene como finalidad acabar con la contaminación que sufren las cinco comunas chilenas que se ubican cerca de estas termoeléctricas, zonas denominadas "de sacrificio" por sus altos índices de polución que han provocado problemas de salud en la población.
"Descarbonizar la matriz energética también permitirá a Chile cumplir sus compromisos de reducción de emisiones de CO2, en el acuerdo de París", agregó el comunicado.
Asimismo, los ecologistas exigen que las cinco comunas donde operan las termoeléctricas a carbón reciban el 50% del llamado 'impuesto verde' que pagan estas plantas y que alcanza a 5 dólares por tonelada de CO2 que emiten.
La campaña incluye asimismo otras 5 exigencias, como revisar y actualizar la norma de emisión de las termoeléctricas para establecer estándares más exigentes para su instalación, homologar las normas de calidad del aire de Chile a las de la Organización Mundial de la Salud (OMS) y prohibir nuevos proyectos industriales contaminantes.
Quintero y Puchuncavi, dos de las cinco comunas afectadas -ubicadas en el litoral central de Chile- se encuentran bajo una alerta sanitaria que durará hasta marzo de 2019 debido a la alta contaminación que producen decenas de industrias que las rodean y que han afectado a cientos de habitantes y donde las clases fueron suspendidas en reiteradas ocasiones.