María Emilia Correa, cofundadora de Sistema B, se ha dedicado durante 25 años a promover la sostenibilidad y el propósito empresarial, destacando la capacidad transformadora que las empresas tienen en la sociedad. Con una trayectoria internacional que abarca corporaciones multinacionales, sociedad civil y academia, Correa ha sido testigo de cómo las empresas pueden generar soluciones a problemas globales. En una entrevista realizada durante el Encuentro de Equipos en Areguá 2024, Correa reflexiona sobre su experiencia y el rol de las Empresas B en América Latina.

Correa comienza explicando que el motor de cambio social y ambiental recae en las empresas. “Las empresas son el actor con mayor posibilidad de lograr resultados y dar solución a los problemas del mundo hoy”, afirma, subrayando que las compañías tienen acceso a una plataforma global que les permite democratizar bienes y servicios. Como ejemplo, menciona a Spotify, una empresa que ha logrado que millones de personas en todo el mundo accedan a música de manera asequible, un logro imposible de alcanzar solo por gobiernos o instituciones.

Sistema B: Un nuevo enfoque empresarial

Sistema B, el movimiento que Correa cofundó en 2012, ofrece una mirada distinta sobre el papel de las empresas. “No solo somos generadores de recursos económicos”, dice Correa, “también podemos ser actores en la solución de problemas como la crisis climática, la desigualdad y la discriminación”. Este enfoque invita al sector empresarial a ampliar su horizonte y asumir una mayor responsabilidad en el bienestar social.

Para Correa, las empresas pueden y deben ir más allá de las relaciones comerciales tradicionales. “Podemos construir una relación donde a mí me importa cómo te va a ti y a ti te importa cómo me va a mí”, dice. De esta manera, las Empresas B buscan fomentar un intercambio más profundo, basado en el bienestar mutuo, lo que permite que tanto las empresas como las comunidades prosperen juntas.

La responsabilidad de las empresas hacia las comunidades en las que operan es fundamental, pero Correa también destaca que la comunidad tiene un papel importante que desempeñar. “El mundo lo construimos juntos”, señala, explicando que, al igual que en una relación entre vecinos, la clave está en la apertura, la transparencia y la colaboración mutua. Correa sugiere que para mejorar las relaciones entre las empresas y las comunidades, es esencial abrir espacios de diálogo y conocimiento mutuo.

Una de las grandes oportunidades de las empresas, según Correa, es convertirse en espacios donde las personas encuentren propósito y sentido. “No solo se trata de generar ingresos”, aclara, “sino de tener un impacto positivo en los empleados, los clientes y los vecinos”. Las Empresas B, desde su enfoque en el propósito, buscan que su actividad genere beneficios para todos los actores involucrados, promoviendo así un bienestar más amplio y sostenido.

Empresas con propósito: El caso de Crepes & Waffles

Correa menciona a Crepes & Waffles, una empresa colombiana que ejemplifica cómo una compañía puede ser intencional en su impacto social. Al darse cuenta de que muchas de las mujeres que empleaban eran madres cabeza de familia, la empresa implementó políticas para mejorar su calidad de vida. Estas medidas incluyeron salarios justos, acceso a vivienda, seguridad social y programas para fortalecer la autoestima y enfrentar la violencia intrafamiliar. “No solo son empleadas”, explica Correa, “son seres humanos que encuentran en la empresa un espacio de crecimiento personal”.

Finalmente, Correa resalta que las empresas con propósito son aquellas que reconocen su capacidad para ser actores positivos tanto para las personas como para el medio ambiente. Estas empresas, como Crepes & Waffles, son intencionales en su esfuerzo por mejorar la vida de sus empleados y contribuir al desarrollo sostenible. Para Correa, el futuro empresarial radica en adoptar esta mentalidad, donde el éxito no se mide solo en términos económicos, sino en el impacto positivo que se genera en la sociedad.

María Emilia Correa y el movimiento Sistema B han sentado las bases de una nueva forma de hacer negocios, donde el propósito y el bienestar colectivo se convierten en el eje de la actividad empresarial. En un mundo cada vez más consciente de los desafíos sociales y ambientales, las Empresas B se posicionan como líderes del cambio hacia una economía más justa y sostenible.

La Unión Industrial Paraguaya (UIP), a través del Club Mipymes, con el respaldo de la Unión Europea en Paraguay, organiza la tercera y última edición de la Rueda de Negocios Mipymes del año. Este evento, dirigido a las micro, pequeñas y medianas empresas (Mipymes), será una oportunidad clave para fortalecer sus redes comerciales, estableciendo contacto directo con importantes actores del mercado nacional.

El evento se llevará a cabo el próximo 9 de octubre, en la sede de la UIP (Av. Sacramento 945), desde las 13:00 hasta las 17:30 horas. En esta edición, se espera la participación de casi 30 empresas de renombre, tales como Logístico S.R.L., Raizen Paraguay S.A., Banco Basa, Cadena Real y Biggie S.A., entre otras. Estos actores clave del mercado nacional ofrecerán una plataforma para que las Mipymes presenten sus productos y servicios, promoviendo un espacio de colaboración que impulse la innovación y el crecimiento.

Impulso a las Mipymes y oportunidades de negocio

Esta Rueda de Negocios está diseñada para promover el crecimiento de las Mipymes en sectores variados como alimentos, bebidas, moda, cosméticos, decoración y más. El objetivo principal del encuentro es facilitar el acceso a nuevas oportunidades comerciales, generando alrededor de 200 reuniones entre las empresas participantes, con una proyección de negocios que podría superar los USD 2 millones.

Los interesados en participar deberán inscribirse previamente en el portal web de la UIP (www.uip.org.py) y confirmar su asistencia antes del 8 de octubre. Es importante destacar que las Mipymes deben cumplir con los requisitos estipulados en el Decreto N° 3698/2020, lo que incluye estar radicadas en Paraguay y cumplir con ciertos límites de empleados y facturación.

Este evento gratuito no solo ofrecerá la posibilidad de establecer nuevas relaciones comerciales, sino que también permitirá a las Mipymes acceder a herramientas clave para su desarrollo, estableciendo lazos con empresas consolidadas que podrían convertirse en socios estratégicos o futuros clientes.

Por su parte, el Club Mipymes es una iniciativa de la UIP, que forma parte del Programa MiPYME COMPITE, apoyado por la Unión Europea en Paraguay. Su misión es fomentar el crecimiento y el desarrollo de las Mipymes, ofreciendo apoyo continuo a través de eventos como la Rueda de Negocios, que busca generar un impacto significativo en el ecosistema empresarial loca

En los últimos años, Paraguay ha surgido como un destino atractivo para inversores internacionales. Los índices macroeconómicos muestran estabilidad y crecimiento, pero ¿cómo se siente realmente el clima de los negocios en el país? Claudio Laterza, gerente general del Banco Basa, compartió sus perspectivas en una reciente entrevista para el programa Foco Talks, donde abordó cómo la economía paraguaya está captando la atención global.

Laterza describe el clima de los negocios como una “sensación climática”, comparando su percepción del entorno económico con el pronóstico de un meteorólogo. “No pasa una semana sin que recibamos uno, dos o tres inversores extranjeros que vienen a ver qué pueden hacer en Paraguay”, comenta. Según el ejecutivo, el interés en el país no solo está motivado por los sólidos datos macroeconómicos, sino también por un ambiente palpable de oportunidades. “Se respira un aire de cambio en Paraguay”, añade, destacando que muchos inversionistas, especialmente extranjeros, llegan con curiosidad sobre lo que pueden lograr en el mercado paraguayo.

Uno de los sectores que ha captado un considerable interés es el de la maquila, principalmente en la frontera con Brasil, el gigante regional. Este sistema de producción ha mostrado un crecimiento constante, atrayendo tanto a empresarios nacionales como internacionales. La relación comercial con Brasil, según Laterza, es uno de los principales motores que generan oportunidades en Paraguay. “Todo lo que se pueda exportar al mercado brasileño genera mucho interés”, explicó.

Otro sector en pleno renacer es el algodón, que históricamente fue un cultivo clave en el país, pero que en los últimos años había perdido terreno. “Hoy en día estamos viendo un rebrote en el Chaco, con nuevas plantaciones y proyectos grandes, incluso de hilanderías”, señala Laterza, refiriéndose a los recientes desarrollos que han vuelto a posicionar al algodón como una opción rentable.

Además, el ejecutivo mencionó que la industria de consumo intensivo de electricidad, como las criptomonedas, está despertando interés debido a las ventajas energéticas de Paraguay, un país con abundante energía hidroeléctrica. La combinación de estos factores ha hecho que tanto europeos como brasileños muestren interés en explorar inversiones en este campo.

El atractivo de Paraguay va más allá de los sectores productivos. La estabilidad económica y el ambiente favorable para los negocios son factores clave que han puesto al país en el radar de los inversores. “El discurso del ‘Paraíso económico’ y la ‘Tierra de oportunidades’ está surtiendo efecto y está llegando al inversor final”, resalta Laterza. Esta percepción es reflejo del sólido marco macroeconómico que ofrece Paraguay, uno de los más estables de la región, con bajas tasas de inflación y una política fiscal prudente.

Consejos para los nuevos líderes

En otra parte de la entrevista, Laterza compartió tres consejos esenciales para aquellos que aspiran a cargos gerenciales. Basado en su experiencia como gerente general del Banco Basa, enfatizó la importancia de contar con personas capaces de resolver problemas: “El contar con colaboradores que puedan superar el miedo a equivocarse y que implementaren soluciones es invaluable”, afirmó.

Asimismo, destacó la relevancia de aprender a delegar y confiar en los equipos de trabajo: “Ya no es nuestro trabajo hacer las cosas uno mismo. Hay que delegar y permitir que otros crezcan. Si no lo hacemos, estamos avasallando a las personas que queremos que crezcan”, explicó, subrayando que esta habilidad es crucial para los líderes modernos.

Finalmente, Laterza hizo énfasis en la importancia de encontrar una persona que actúe como “contrapeso”, es decir, alguien que pueda ofrecer una perspectiva diferente y desafiar las decisiones cuando sea necesario. “Es difícil encontrar gente que te hable desde la otra perspectiva, que te diga que estás equivocado, pero es fundamental para el crecimiento”, concluyó.

Las palabras de Laterza reflejan un optimismo que se extiende más allá de las cifras y los datos económicos. Paraguay no solo está ganando terreno en términos de estabilidad y crecimiento, sino que también está avanzando a un nuevo tipo de inversionista, curioso por las oportunidades que ofrece este país en expansión.

Según el ranking elaborado por el medio chileno La Tercera, basado en las instituciones de estadística de cada país, Argentina posee la tasa más alta de pobreza en Sudamérica, con el 52,9 % o más de la mitad de su población en situación de pobreza. Le siguen Venezuela y Bolivia, mientras que hacia el final de la lista se posicionaron a Paraguay, Chile y Uruguay. Conocé cuáles son los países con los índices más altos en la región.

De acuerdo con lo que destacó en el medio internacional, la tasa de pobreza en Argentina se disparó en los primeros seis meses de este año, atendiendo que escaló al 52,9 % frente al 41,7 % registrado en la segunda mitad de 2023. Los datos recogidos por el ranking pertenecen al Instituto Nacional de Estadísticas y Censos (Indec) del vecino país.

En segundo lugar de la lista se ubicó a Venezuela, donde la población que está en situación de pobreza extrema llega a 51 %, según datos publicados por la plataforma Statista y recogidos por La Tercera. Le siguen Bolivia, Colombia y Perú, con índices de pobreza de 36,3 %, 33 % y 29 %, respectivamente.

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Más abajo del ranking se posicionó a Brasil, Ecuador y Paraguay, con índices de pobreza de 27,5 %, 26 % y 22,7 %, respectivamente. En nuestro país, en términos absolutos, este porcentaje representa alrededor de 1.330.00 personas residentes en hogares cuyos ingresos per cápita fueron inferiores al costo de una canasta básica de consumo (que incluye alimentos y otros bienes).

En Paraguay, según datos publicados por el Instituto Nacional de Estadística, en el área urbana unas 691.000 personas se encuentran en situación de pobreza monetaria total, mientras que en el área rural hay alrededor de 639.000 habitantes.

En los últimos lugares del ranking sudamericano, están Chile (6,5 %) y Uruguay (6 %), cuyos niveles de pobreza han venido disminuyendo significativamente en los últimos años, de 10,7 % en 2020 pasaron a 6 % en la actualidad.

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