Blas Agüero es un comunicador que se dedica a reconocer (y corregir) particularidades del paraguayo al comunicarse oralmente o a la hora de volcar sus impresiones en un texto. Creó una plataforma digital para dar consejos sobre el buen hablar.

“Favor golpee la puerta antes de entrar”, reza un cartel que Blas Agüero señala recordando que son expresiones muy comunes de ver y, que según las reglas de la Real Academia Española (RAE), deberían expresarse correctamente de la siguiente manera: “Por favor golpee/gol­pear la puerta antes de entrar”.

Sobre las facilidades y virtudes de algunas plataformas vir­tuales y redes sociales, Agüero llama a la gente a comunicarse hablando con propiedad y usando palabras adecua­das. Para tener una guía para quienes deseen mejorar sus men­sajes e interaccio­nes creó ¡Comu­nicate!, una plataforma digital que “pretende ayudar a resol­v e r dudas comunes y errores coti­dianos en el uso de la lengua española; así como despertar el interés de mejorar y aumentar el vocabulario, utilizando las nuevas tecnologías que actual­mente están en la ‘punta de los dedos’”.

Las cápsulas audiovisuales de ¡Comunicate! aportan datos importantes para aprender a utilizar las palabras adecua­damente, para hablar y escribir con propiedad y, de este modo, tener una buena comunica­ción, eficiente y segura.

SALUDOS

Para Agüero, otro elemento a revisar es el “saludo pecu­liar del paraguayo”. “El que saluda, pregunta: ¿Qué tal?, y el preguntado responde: ¿Qué tal? Entonces ninguno de los dos hablantes responde a la pregunta. Sin embargo, para ambas partes el ‘saludo’ está hecho”, enuncia. Otra manera es: ¿Cómo estamos? o ¿cómo

andamos?, en plural, y se incluye a sí mismo, cuando lo importante del saludo es inte­resarse por la otra persona”, recuerda.

Blas Agüero

Otras expresiones usadas, entiende, son una forma sutil de esquivar o evitar una res­ponsabilidad o compromiso: estoy en camino; estoy cerca; llego enseguida o llego en un rato. Según expone Agüero: “En ninguno de estos casos o expresiones se estiman distan­cia certera ni tiempo medible. Por tanto, no se puede repro­char nada en el caso de que haya algún tipo de retraso, ya que no se habló ni de tiempo ni distan­cia concretos. Lo que exime al hablante de cualquier culpabi­lidad. En una sociedad o entre personas con una mínima edu­cación este tipo de expresiones ambiguas se toman como de irresponsable, falta de com­promiso y es irrespetuoso”, asegura.

MULETILLAS

Las “muletillas” existen en todas las lenguas y comuni­dades. Sin embargo, su uso excesivo es a causa de la falta de vocabulario, indicó Agüero, recordando las más comunes en Paraguay: ¿Verdad?; el tema de..; sabés luego; justa­mente. “Esta última muleti­lla, actualmente, es la prefe­rida o usada de forma excesiva por los periodistas”, comenta entre risas.

“Por ejemplo, en una nota un periodista está contando el caso de una persona que falleció a causa del den­gue. Va al cementerio para el funeral y encuentra para

entrevistar a un pariente del fallecido y dice: Justa­mente ahora estamos con la madre del fallecido. La pala­bra ‘justamente’ se debe usar para expresar una casuali­dad o coincidencia. Y encon­trar a la madre del fallecido durante el funeral, no es una casualidad ni coincidencia”, explica finalmente.

“La buena comunicación forma parte de una socie­dad sustentable y sostenible y aquí insisto en que, indu­dablemente, el Gobierno de turno tiene mucho que apor­tar, empezando con la confor­mación de un gabinete de polí­ticos y técnicos. No solamente el Ministerio de Educación debería contar con profesio­nales e idóneos en educación, en comunicación, porque esta aparece en todos los aspectos cotidianos de nuestras vidas”, remarcó.

“Por lo tanto, todas las insti­tuciones del Estado tienen la obligación y deber de mante­ner una buena comunicación, clara y efectiva con la pobla­ción. De este modo las prome­sas hechas durante la campaña electoral no serán solamente un deseo, sino una respuesta contundente y concreta a tan­tas décadas de desidia y aban­dono a la educación para­guaya”, indicó Agüero.


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