Hoy y mañana presentan con danza, coro y orquesta la obra de Carl Orff.
El Instituto Municipal de Arte (IMA), dependiente de la Dirección General de Cultura y Turismo de la Municipalidad de Asunción, prepara para hoy y mañana la presentación de la obra “Carmina Burana”, del compositor alemán Carl Orff, en una puesta única que se realizará en colaboración con la Orquesta Sinfónica Nacional (OSN).
Esta obra, que combina danza, coro y orquesta, subirá a escena a las 20:00 en el Teatro Municipal Ignacio A. Pane (Pdte. Franco entre Chile y Alberdi). Las entradas se encuentran en venta en la plataforma Tuti.
“Carmina Burana” es una composición musical clave en el repertorio contemporáneo. Esta es la primera vez que la versión completa de esta obra, que fusiona música, canto y danza, se presentará en nuestro país. La actividad forma parte de las actividades de conmemoración del sexagésimo aniversario de su Escuela Municipal de Danzas (EMD).
La puesta se realiza con más de 100 músicos en escena, con el Coro Sofía Mendoza a unas 56 voces, junto al ensamble de percusión sinfónica de la OSN. Es de estacar el aporte de la OSN, que de esta manera apoya a estas iniciativas desafiantes de presentar por primera vez esta grandiosa obra en el Paraguay y darle oportunidad a los talentos emergentes. El coro y la orquesta son dirigidos por Benito Román Gaona y José Ariel Ramírez, respectivamente, a quienes se suma un elenco de alrededor de 60 bailarines de la Escuela Municipal de Danzas del IMA.
La puesta se realiza con más de 100 músicos en escena, con el Coro Sofía Mendoza a unas 56 voces, junto al ensamble de percusión sinfónica de la OSN.
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Gilda Ruiz de Segovia fue reconocida por su “profunda huella” en la cultura nacional
Por Valentina Jara.
La maestra de danza Gilda Ruiz de Segovia, artista paraguaya de larga trayectoria, ha sido condecorada con la Orden Nacional del Mérito en el grado de “Gran Cruz”, el pasado 11 de noviembre, en una ceremonia realizada en el Teatro Municipal de Asunción, que contó con la presencia de familiares y alumnos y autoridades como el presidente de la República, Santiago Peña. También se anunció la proyección del segundo episodio de la serie documental “Mborayhu porã”, dirigido por Armando Aquino y producido por Tana Schémbóri y Juan Carlos Maneglia.
Además del mandatario, en el evento también la ministra de la Secretaría Nacional de Cultura (SNC), Adriana Ortiz, expresó su orgullo por rendir homenaje a la artista y educadora. “Es un honor ser partícipe de este acto de reconocimiento a la maestra Gilda, una figura que ha dejado una profunda huella en la cultura y educación de Paraguay”, destacó la titular de la cartera.
“Mborayhu porã” es un proyecto que tiene como fin homenajear la vida y obra de aquellos que trabajan por la cultura paraguaya. Este capítulo estará enfocado en la historia de la referente y sus aportes a la preservación de la danza, la lengua y la cultura guaraní. “Este es un homenaje a su legado y a su compromiso con los valores culturales de Paraguay”, expresó la ministra Ortiz. Informó que la producción audiovisual estará disponible en las plataformas del gobierno a partir de esta semana.
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Además, el presidente de la República, Santiago Peña, destacó el impacto de la maestra Gilda en la cultura y el arte nacional, resaltando su calidad humana y profesional, y valorando su dedicación a la danza y su espíritu inspirador: “Tu calidad, mi querida Gilda, no solamente se extiende en el ámbito de la danza, sino en tu calidad humana, la buena gente que caracteriza a la mayoría de los paraguayos y esos son los valores que hoy queremos visibilizar. En vos vive y se refleja el ser nacional, en vos vive el ser paraguayo en su más amplio sentido”.
La Orden Nacional del Mérito en Grado de “Gran Cruz” representa una de las distinciones de mayor prestigio otorgadas por el Estado paraguayo y se entregó en esta ocasión a la maestra Segovia, en reconocimiento a su destacada trayectoria y contribución a la educación y cultura del país.
Pero, ¿quién es Gilda Ruiz de Segovia?
Nacida en Alberdi en 1939, Gilda Ruiz de Segovia es una destacada artista nacional con una extensa carrera, quien a lo largo de su vida, se ha dedicado al servicio de la comunidad y a la preservación de nuestra cultura. Es profesora superior de danzas y música, realizó posgrados en danza en nuestro país y en el exterior y además, ejerció la docencia en varias instituciones de nuestro país.
Fue Presidenta del Consejo Paraguayo de la Danza, supervisora y asesora en el Departamento de Difusión Cultural del Ministerio de Educación. Recibió numerosas distinciones, reconocimientos y condecoraciones en nuestro país, como ser el honor al mérito por la Honorable Cámara de Diputados y por la Municipalidad de Asunción. En el exterior fue distinguida por el Consejo Brasileño de la Danza.
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Su legado y el amor a su tierra
Ejerciendo en el baile desde los 14 años, Segovia ha formado e influido en miles de bailarines. Siendo directora, fundadora y coreógrafa del ballet con proyección folclórica “Yrasema”, ha compartido la belleza de la danza paraguaya alrededor del mundo. En colaboración con su hermana, Celia Ruiz de Dominguez, creó el libro de Danzas Folclóricas del Paraguay. Recorrió todo el país realizando investigaciones para llevar a cabo el proyecto de investigación, rescate y documentación de todas las danzas tradicionales del Paraguay.
Con la agrupación “Yrasema”, ha recorrido importantes festivales en Estados Unidos, España, Taiwán, México, Brasil, Argentina, entre otros. Este conjunto de acciones en pos de nuestra nación, la ha llevado a merecer no sólo la condecoración que le fue otorgada, sino el cariño de una comunidad, que celebra junto a ella la apreciación y difusión de su obra y la de todos aquellos que ayudan a preservar el folclore.
No es un secreto que Segovia ama su tierra guaraní, pues lo ha expresado a través de su arte durante toda su trayectoria. En su discurso de agradecimiento, la maestra reflexionó sobre lo que significa valorar y conservar nuestra cultura: “Desde lo más profundo de mi ser expreso mi gratitud, que es tan inmensa como el orgullo que siento de ser parte de esta tierra. Recibir la condecoración del orden nacional del mérito en grado de Gran Cruz es un honor que llevo con humildad y con un corazón colmado de agradecimiento. Este reconocimiento no es sólo un logro personal, es una celebración de lo que significa ser paraguayo, de lo que significa vivir y respirar nuestra cultura”.
Agregó que el documental a presentarse celebra el amor a las raíces y la riqueza del patrimonio cultural: “Que cada uno de nosotros pueda reconocerse en cada imagen, en cada sonido, y sentir que ese legado nos pertenece. Que sigamos danzando en nuestra historia y llevando el alma de Paraguay en cada paso”.
La maestra finalizó con un pedido a la ciudadanía; el de amar nuestra patria. " Gracias por caminar conmigo en este sendero, por compartir el amor y respeto a la tierra que nos nutre y a la cultura que nos define, que sigamos danzando al compás de nuestra historia y llevando el alma del Paraguay en cada paso, en cada palabra y en cada rincón de este suelo tan amado. Yo lo único que les pido es que amen lo nuestro”.
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Orquesta congoleña inició hace 30 años con cinco violines, hoy supera 200 músicos
Cuando comenzaron, los músicos de la Orquesta Kimbanguista de Kinshasa solo tenían cinco violines, que tocaban por turnos. Treinta años más tarde, este conjunto sinfónico congoleño pionero en África cuenta con unos 200 instrumentistas, un coro y toca en todo el mundo. Armand Diangienda, director de orquesta y músico autodidacta de 60 años, aspiraba a ser piloto de avión hasta que su padre, Joseph, le pidió en 1985 que reuniera a distintos grupos musicales de la Iglesia kimbanguista de la República Democrática del Congo.
Este movimiento religioso, que afirma contar con millones de seguidores en RD Congo, fue fundado en 1921 por el abuelo de Armand Diangienda, Simon Kimbangu. La orquesta dio su primer concierto hace casi exactamente 30 años, en diciembre de 1994. A finales de este mes darán un concierto en Kinshasa para celebrar el aniversario. “Al principio, todo esto era un simple sueño”, cuenta Armand Diangienda a AFP en un estudio de la capital congoleña.
En los comienzos del conjunto, algunos músicos aficionados reclutados por la orquesta no sabían siquiera leer una partitura, y el equipo disponía de muy pocos recursos. “Cuando se rompía una cuerda, la cambiábamos por un cable de freno de bicicleta, explica Diangienda, agregando que, con el clima cálido y húmedo de la región, los instrumentos suelen envejecer mal. “No había tiendas de instrumentos aquí. No sabíamos cómo comprar un violín, cómo comprar una cuerda”, agrega.
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“Pequeño tesoro”
La creación de la Orquesta Kimbanguista forma parte de la turbulenta historia del país, sumido en la primera guerra del Congo (1996-1997) y después en la segunda (1998-2003), en la que participaron nueve países africanos y una treintena de grupos armados, y que estuvo a punto de provocar la implosión del Estado. “En aquella época era realmente difícil”, recuerda Pauleth Massamba, de 43 años, una de las primeras integrantes de la orquesta.
Al principio quería ser violonchelista. Pero como confundió las palabras y no estaba muy segura de qué aspecto tenía el instrumento que buscaba, acabó con un violín. Tras treinta años juntos, ahora afirma que lleva “a todas partes” a su “pequeño tesoro”. La Orquesta Kimbanguista, cuyo repertorio incluye a los grandes compositores clásicos, ha ido haciéndose un hueco en el país de la rumba.
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“La gente piensa que la música clásica es para los europeos”, considera Dauphine Mata, violinista en la orquesta desde hace unos quince años, que recuerda los tiempos en que tocaba ante un público bastante reducido. Sin embargo, a medida que siguen tocando “la gente lo aprecia más”, celebra.
En 2010, el documental Kinshasa Symphony, que narraba la vida cotidiana de varios instrumentistas y coristas del conjunto, contribuyó a dar a conocer internacionalmente a la orquesta. Durante sus viajes para tocar en el extranjero, los músicos congoleños conocieron a grandes estrellas como Lionel Richie, Herbie Hancock o Paula Abdul, cuenta Armand Diangienda. “Estoy muy contento, porque fuimos pacientes y perseveramos”, afirma el director de orquesta.
Fuente: AFP.
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Juan Ayala y Nicolás Salaberry dirigirán a la Sinfónica Nacional
La Orquesta Sinfónica Nacional (OSN) ofrecerá su quinto concierto del “Ciclo Nacional 2024″ con dos talentosos directores paraguayos, y además se contará con la participación del trombonista español César Roig Espí, como solista. Será el miércoles 13 de noviembre, a las 20:00, en el teatro del Hotel Guaraní (Independencia Nacional esquina Oliva, Asunción), con entrada gratuita.
El conjunto estará bajo la batuta de dos jóvenes y talentosos maestros paraguayos, Juan Ayala y Nicolás Salaberry, ganadores del Premio de Dirección Orquestal “Carlos Lara Bareiro” de este año. La OSN interpretará obras de Ludwig van Beethoven, Carlos Lara Bareiro, y Mario Roig Vila. También se escucharán creaciones de Félix Mendelssohn, Juan Pablo González Sander y Jean Sibelius.
En la ocasión ese realizará el estreno en Paraguay del “Concierto n.º1, para Trombón y orquesta”, de Mario Roig Vila; con el extraordinario solista de trombón César Roig Espí (España). Esta será una magnífica oportunidad para disfrutar de creaciones nacionales y universales; con destacados maestros compatriotas y un solista internacional de primer nivel.
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“Cantar felizmente”, la principal motivación del Coro de Niños Coreanos del Paraguay
Por Valentina Jara.
El Coro de Niños Coreanos del Paraguay (CNCP) transita su segundo año de existencia, compuesto por niños inmigrantes coreanos de tercera generación y familias multiculturales que residen en Paraguay. El conjunto dirigido por la soprano Sabi Lee será uno de los protagonistas del concierto denominado “Por la Paz en la Península de Corea”, que la Orquesta Sinfónica de la Ciudad de Asunción (OSCA), bajo la dirección del Maestro Luis Szarán, ofrecerá el jueves 7 de noviembre, a las 20:00, en el Teatro Municipal de Asunción (Presidente Franco y Chile), con acceso libre y gratuito.
Su directora, Sabi Lee, artista coreana de larga trayectoria que reside en el país hace diez años, comentó que cuando comenzó con este proyecto no creyó que crecería tan rápido y aprovechó para destacar el arduo trabajo realizado en conjunto con los niños y sus padres. “En nuestro coro, el director, los maestros y los padres trabajan estrechamente para lograr el mismo objetivo. Como los niños aman el coro y hacen lo mejor que pueden, con mucho gusto los apoyamos con un corazón voluntario”, dijo en una entrevista para La Nación/Nación Media.
El conjunto interpreta una variedad de géneros musicales, desde canciones tradicionales paraguayas y coreanas hasta música popular. Su nacimiento data del año 2023, representando la fusión cultural y logrando presentarse en importantes eventos como el 58.° aniversario de la inmigración coreana en Paraguay, la celebración del Día de la Liberación de Corea, Concierto de Intercambio Cultural Paraguay-Corea, Expo Corea, Navidad de Paraguay y Noche de Corea, entre otros.
El próximo jueves, este coro infantil compartirá el escenario con los solistas coreanos Lucía Hwang (soprano), Sabi Lee (soprano), Jeong Min Kim (tenor) y Ranhee Kim (bailarina), y así como la agrupación Voces de Paraqvaria. El repertorio, dividido en tres partes, incluirá “Hermoso país” de Tae Soo Han, “Como la luz del sol susurrando en un muro de piedra” de Hyun Cheol Kim, “In one voice” de Darius Lim, “Try everything” de la banda musical de la película “Zootopía”, entre otras obras.
Arduos ensayos
La agrupación se reúne todos los viernes desde las 18:30 hasta las 20:00. Lee resaltó la dedicación de los pequeños artistas, que a pesar de sus responsabilidades diarias, participan con entusiasmo de esta actividad: “Es un momento muy agotador, pero a los niños les encanta cantar, lo que les da fuerzas nuevamente. El entrenamiento es duro, pero los niños saben disfrutar el proceso”. Acompañan a la directora las instructoras Yessica Park y Yuli An, así como Kim Ranhee en coreografía.
Sobre los requisitos para ser parte del coro, explicó: “Si es un coreano y un niño de una familia multicultural al que le gusta cantar, puede hacer una audición y unirse. El propósito de la audición no es decidir si aprueba o no, sino determinar si puede cantar felizmente y participar bien en el proceso de formación”.
Esfuerzo, unión y cultura
La maestra expresó su orgullo al ver los frutos del esfuerzo sembrado en los chicos: “Subimos al escenario de 4 a 6 veces al año y la sensación de logro y alegría que obtenemos al actuar es mucho mayor que el difícil período de entrenamiento. Además, a través del coro donde diferentes voces forman una armonía, aprendemos a cooperar y unirnos”.
Por último, mencionó que el propósito de esta organización es formar y enseñar a niños felices, que lleven un mensaje de paz y armonía mientras enriquecen su cultura: “No tengo grandes objetivos. Espero que los niños estén felices mientras cantan. Cuando los niños aprenden felices, sus habilidades mejoran. Espero que el mundo se vuelva más brillante y limpio a través del mensaje de la canción. Nuestra pequeña visión es crear una organización sana y feliz que mire hacia el futuro y haga lo mejor que pueda en el presente”, expresó para La Nación.