Una caminata diaria tiene un efecto altamente positivo en la salud física y mental. Como esta actividad es de bajo impacto, no producirá calambres ni dolores musculares a diferencia de otros ejercicios de fuerza. Convertir esta práctica en un hábito diario de tan solo media hora ayuda a tonificar los músculos, mantener el peso y prevenir el estrés, entre otros numerosos beneficios.
Según datos de la organización de salud American Heart Association, que fueron replicados por la prensa internacional, se recomienda caminar al menos treinta minutos por día o dar 10.000 pasos para acabar con el sedentarismo, y por ende, todas las enfermedades que conlleva.
La eliminación del sedentarismo podría reducir entre un 6 % y 10 % la aparición de enfermedades cardiovasculares, diabetes y, por lo tanto, prolongar las expectativas de vida de las personas.
La caminata diaria ayuda igualmente a mejorar la digestión, aliviar el dolor de espalda, mejorar la postura y la flexibilidad. Además, aumenta el flujo y el nivel de oxígeno en el torrente sanguíneo, contribuyendo a fortalecer los pulmones y eliminando toxinas.
La salud mental también se beneficia con esta actividad aeróbica: con este ejercicio también se liberan endorfinas, se reduce el estrés y la ansiedad y mejora la calidad del sueño. Para disfrutar de esta práctica con todos los cuidados necesarios, es importante hidratarse antes, durante y después del ejercicio físico, usar protector solar, llevar un calzado cómodo y evitar exponerse al sol entre las 10:00 y las 16:00.
Convertir esta práctica en un hábito diario ayuda a tonificar los músculos, mantener el peso, eliminar el sedentarismo, prevenir el estrés, entre otros numerosos beneficios físicos y mentales