El encanto del ñandutí, nuestro más preciado encaje artesanal, siempre cautivó a propios y extraños; su popularidad se ha extendido por todo el mundo, sobre todo en los últimos años, gracias a las redes sociales. En Instagram es posible ver cómo personas de diversos países han aprendido a realizar este bordado; una de ellas es Aiko Nagao, una enfermera de Osaka (Japón), quien muestra con orgullo su habilidad para crear maravillosas piezas de ñandutí.

La elaboración del encaje de ñandutí (en español, tela de araña) es una práctica que se remonta a la época colonial. Nuestro preciado bordado es Patrimo­nio Nacional Cultural Inma­terial desde 2019, un justo tributo a este arte de círculos radiales que es parte del fol­clore paraguayo. Se lo apre­cia ornamentando nuestras prendas típicas y hasta las decoraciones lucen hoy día piezas de este arte lleno de creatividad que encanta por su inefable belleza.

Pavo real terminado. Aiko cuenta que si bien hay una técnica japonesa para la realización del ñandutí, ella prefiere cultivar el estilo tradicional paraguayo

Son muchos los extranje­ros que practican este arte, incluso algunos muy alejados del territorio guaraní, como es el caso de la tejedora japo­nesa Aiko Nagao de 38 años, originaria de la ciudad Osaka, quien ha popularizado sus creaciones de ñandutí gracias a las redes sociales. La arte­sana nipona, quien se presenta en Instagram con el perfil @cham_nanduti, tuvo su primer contacto con esta insignia de la artesanía paraguaya en 2018.

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“Empecé a bordar porque me interesaba el encaje de Tene­rife (encaje de aguja), pero cuando lo buscaba en internet apareció el ñandutí. Cuando se trata de tejido de encaje, generalmente es todo blanco o negro, pero me sorprendió lo colorido que era el ñandutí y lo encontré muy atractivo”, comenta Aiko Nagao, quien desde Japón contestó con gran amabilidad las preguntas de La Nación del Finde.

“Como esta artesanía es algo que no se conoce mucho en Japón, me gustaría enseñarla aquí y que cada vez se extienda más porque es algo hermoso”, dice Aiko

¿CÓMO LO APRENDIÓ?

En las redes de Nagao se obser­van desde cuadros de ñandutí hasta trajes de danza para­guaya, pasando por accesorios como aros, colgantes o llave­ros. La pregunta que se hacen muchos es ¿cómo aprendió esta técnica tan compleja una ciudadana japonesa? Ella devela la incógnita: “En aquel momento, Mie Elena Iwatani solo tenía publicado dos libros sobre ñandutí en Japón, así es que los compré y comencé a leerlos. Vivo en Osaka, Japón, y aquí Mayu Chimori Sensei estaba enseñando este arte, así es que comencé a estu­diar con ella a partir de 2018″, relata.

Aiko Nagao es enfermera de profesión y madre de un niño. Cuando su trabajo lo permite, dedica sus horas libres a lo que más le gusta: tejer ñandutí. Bordar para ella va más allá de un simple hobby, es una pasión porque hacerlo le llena de ale­gría y muchas satisfacciones. Cuenta que todos los diseños que se aprecian en sus redes son obras originales, que ella los crea dejando libre su ima­ginación. A simple vista se puede notar que las tramas que emplea Nagao son dife­rentes a las convencionales que se crean en nuestro país.

Aiko Nagao es una enfermera que dedica sus horas libres a un hobby que se ha transformado en una verdadera pasión

A través de los videos que com­parte exhibe el paso a paso de la realización de distin­tas figuras como cola de pes­cado, escorpión, rosas, cruces, flor de maíz, fresas, garzas, campanilla, ángeles, jarras, árboles de acacia, caracoles, variedad de cadenas, rama de romero, altares y nichos, lirios, y hasta termitero con cocotero, pero también los ancestrales mburika pysape y ñandu apesa, diseños propios de los artesanos paraguayos.

Sus publicaciones reciben halagos por parte de sus segui­dores de distintas partes del mundo; admiran sus traba­jos internautas de diferentes rincones del Japón, de Brasil, de otros países asiáticos y, por supuesto, de Paraguay que se muestran sorprendidos por la extraordinaria habilidad de Aiko para la elaboración de piezas de extraordinaria complejidad.

AL ESTILO PARAGUAYO

“Los japoneses tienen un carácter estricto. Mayu, una profesora japonesa, cambió la forma en que se enseña nan­dutí para adaptarla a los japo­neses. A mí me gusta el estilo paraguayo, así es que desde el verano he estado aprendiendo de Elena, una maestra japo­nesa-paraguaya”, expresa la tejedora quien se refiere a la profesora nikkei Mie Elena Kanazawa de Iwatani, una incansable promotora de la cultura y las tradiciones del Paraguay en el Japón.

La artesana nipona men­ciona que generalmente no vende las piezas grandes que crea, pues en Japón no es muy famoso este tejido; sí tienen mucho éxito sus encajes como accesorios, como por ejemplo los aros, muy requeridos por sus ami­gas y la clientela que ha for­mado a través de las redes sociales. Por otro lado, Aiko apunta que conseguir los insumos para la realización de los tejidos no es tarea fácil. “Utilizo hilo de bordar fran­cés DMC que está disponible en Japón. La mayoría de las personas que hacen ñandutí en Japón usan este hilo. El hilo llamado Cléa, famoso en Paraguay y Brasil, apenas se consigue en Japón. Lo mando traer directamente desde Brasil”, señala Nagao.

Actualmente, Aiko asiste a los talleres que dirige la profesora nikkei Mie Elena Kanazawa de Iwatani, una incansable promotora de la cultura y las tradiciones del Paraguay en el Japón

DIFUNDIR EL ARTE

Confiesa que aunque confec­cione este encaje típico del Paraguay jamás ha elaborado un bordado tradicional de su país. “Nunca he hecho borda­dos tradicionales japoneses. El bordado tradicional japonés probablemente esté en el obi de un kimono”, dice. Aiko Nagao todavía no ha tenido la oportu­nidad de conocer el Paraguay, pero siente que una parte del Paraguay está cerca de ella al confeccionar estos encajes artesanales nacidos en el cora­zón de América del Sur. Anhela que más japoneses aprendan la técnica y sueña con poder enseñar algún día y transmitir su amor hacia este arte.

Los trabajos de Aiko Nagao, como manteles, aros, llaveros y colgantes tienen mucha aceptación, tanto es así que ya ha formado un grupo de fieles clientas

“Como esta artesanía es algo que no se conoce mucho en Japón, me gustaría ense­ñarla aquí y que cada vez se extienda más porque es algo hermoso”, manifiesta esta agradable mujer quien, al igual que muchos otros japo­neses que asisten a los talle­res de ñandutí en distintas partes de la Tierra del Sol Naciente, ha quedado subyu­gada por este preciado tesoro guaraní, orgullo y emblema del Paraguay.

El ñandutí fue el elemento central del stand de la Embajada de Paraguay en Japón, en el Festival Latinoamericano celebrado esta semana, en Tokio

“La enfermera japonesa de Osaka cuenta que nunca ha visitado el Paraguay, pero siente que una parte del Paraguay está muy cerca de ella al realizar estos encajes artesanales nacidos en el corazón de América del Sur”.

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