Andrea De León es una influencer con trayectoria. Hace cuatro años se instaló en nuestro país y gracias a su contenido, muchos de nuestros paisajes ocultos fueron descubiertos en las redes sociales. Es conocida como “glampinera”, pero antes de conectar con la naturaleza tuvo un importante camino dentro del mundo de la moda.

• Por Natalia Delgado
• Fotos Instagram Drea León

Nació en Montevi­deo, Uruguay, pero vivió muchos años en Buenos Aires, Argentina. Conocida en las RRSS como Drea León, ella define que es oriunda de Río de la Plata, por­que así es como realmente se siente. Es licenciada en Mar­keting y Publicidad, y antes de adentrarse en el mundo de la moda se dedicó 10 años al rubro de la comunicación.

Durante un viaje a Europa, allá por el 2014, supo que quería ser influencer. Ese viaje generó un cambio en ella que marcaría el inicio de una etapa llena de tra­bajo, glamour y crecimiento personal.

“Estaba de viaje por Europa y me llamó la atención que en cada ciudad que visitaba había una chica con un trí­pode haciéndose fotos con outfits increíbles, me pregun­taba quiénes eran esas chicas y por qué se estaban cam­biando de ropa en plena calle. Alguien cerca mío dijo: ‘son influencers’, y ahí mi cerebro explotó, sabía que quería hacer algo así”, contó a La Nación del Finde.

En el 2017 Drea empezó a escribir un blog de moda, a la par generaba contenido en redes sociales compartiendo sus looks. “Por lo general bus­caba darle un estilo román­tico y muy europeo a mis looks, me compré mi primera cámara profesional, cuidaba mucho la estética y paleta de colores de mi feed, algo que no era tan común en ese enton­ces”, rememora.

Sus gustos y estética en las redes sociales llamaron la atención de marcas interna­cionales y poco después llegó una oportunidad. “La marca TRESemmé me contactó por­que le gustaba mucho mi con­tenido y me ofreció viajar a Nueva York para cubrir el Bac­kstage del NY Fashion Week. A partir de ahí no paré”, men­ciona Drea.

Andrea se convirtió en embaja­dora de varias marcas en Esta­dos Unidos y tuvo la oportuni­dad de cubrir los festivales más importantes del mundo, como Coachella y Revolve Festival, “de pronto me encontraba tra­bajando con los influencers más conocidos del mundo. Fue todo muy rápido y muy loco a la vez”, agrega la influencer.

Los eventos de moda, los festivales, el glamour... Drea experimentó lo que cualquier amante de la moda puede llegar a soñar. Poco después sintió la necesidad de buscar otro rumbo.

“Me encantaba ser bloguera de moda, pero lo que más me gustaba era viajar, después de dos años trabajando en la industria de la moda y estando en mi mejor momento –cuando me encontraba gra­bando un reality para Telefe desde Nueva York–, me di cuenta de que no era para mí”, confiesa a LN/NM.

El agitado ritmo de vida, los eventos y la competen­cia constante en el ambiente hicieron que Drea sintiera ansiedad. “Fue durante la pandemia que decidí cam­biar completamente el rumbo de mi contenido y de mi vida también”, cuenta.

De León siempre fue buena e innovadora para crear con­tenidos en redes, ama viajar y conocer lugares nuevos, fue así que durante la pande­mia encontró el camino que la llevó a convertirse en la influencer de viajes y glam­ping que es hoy en día.

“Estuve por alrededor de veinte países, pero como siem­pre digo no me gusta sumar sellos en el pasaporte, lo que realmente vale de viajar es la experiencia y el crecimiento que te deja cada lugar. Como ‘glampinera’ visité aproxima­damente 30 glampings. Hasta ahora dormir en un domo en las salinas grandes de Jujuy o en una casa flotante en medio de la selva en Brasil fueron de las experiencias más increíbles que viví”, confiesa.

Hace cuatro años decidieron con su marido, quien viajaba siempre a Paraguay por cuestiones laborales, radicarse en el país. “Un día me lo propuso y yo acepté sin ni siquiera conocer. En menos de un mes nos estábamos mudando”, cuenta.

Andrea vive hace cuatros años en Asunción. Se mudó a Paraguay sin conocer nuestro país y habla de la cultura y los paisajes con mucha admira­ción. “Junto a mi marido tomamos la decisión, él se dedica al campo y siempre viajaba a Paraguay. Un día me lo propuso y yo acepté sin ni siquiera conocer. En menos de un mes nos estábamos mudando”, relata.

“Creo que Paraguay es una tierra de oportunida­des, es un país supertranquilo, con una increíble vegetación, personas maravillosas y cálidas, es un gran país para vivir”, confiesa y agrega que si bien se enamoró de nuestros paisajes, la adap­tación fue un poco difícil. “El choque cultural es un impacto del cual los inmigrantes no podemos escapar y viene cargado de ansiedad, incertidum­bre, confusión y una sensación profunda de duelo.

“Emigrar es un proceso”, prosigue. “No es fácil empezar una vida de cero en un país diferente, lejos de tus afectos, tus modismos y costumbres. Por eso son tan importantes esas personas que te abren los brazos para recibirte y acompañarte en el período de adaptación”, dice.

La “glampinera” siente plenitud al conectar con la naturaleza y conocer paisajes paradisíacos ocultos; cada vlog de viajes muestran sus vivencias, pero también cuentan un poco la historia del lugar. Es la suma de sus gustos personales, el glamour, las ganas de comunicar algo importante y su forma­ción en marketing y publicidad lo que le permite dedicarse a lo que tanto le gusta.

“Me genera una inmensa sensación de liber­tad, me fascina recorrer el interior de Paraguay. Cuando apenas llegué al país, lo primero que hice fue visitar el Salto Cristal. No podía creer que tantas maravillas estaban ocultas en este increí­ble país del que poco sabía, pero ya me enamo­raba”, expresa.

“El glamping es un fenómeno que está creciendo exponencialmente en el país y Paraguay cuenta con dos de los hospedajes más exóticos de la región como lo son Satori Zen Club y Táva Glamping”, subraya al final de la charla.

“Me fascina recorrer el interior de Paraguay. No podía creer que tantas maravillas estaban ocultas en este increíble país del que poco sabía, pero ya me enamoraba”, cuenta la influencer rioplatense.