Las opciones actuales son tantas y variadas que ya casi no existen espacios “insuficientes” para evitar tener una piscina en casa. Todo espacio se puede aprovechar para crear un lugar donde compartir y ser felices.

CON ESTILO

Una piscina que llama la atención por los detalles, a pesar del poco espacio disponible, al fondo de un terreno angosto. Sobre una plataforma elevada de material, se ha logrado un espacio que es como un oasis en medio de la vegetación que cubre los muros. Una escalera pequeña y la zona de cantero del fondo, cubierta con azulejos en forma de friso delimitan el espacio y crean un bello espacio.

RELAX

Conseguir un espacio para descansar y dis­frutar cerca de la pis­cina que ocupa parte del patio, muy cerca de la galería, es una medida más que posi­tiva y elegante. Sillones cómodos y coloridos, almohadones rústicos y toda la onda para relajarnos y aprove­char el espacio. La idea es pasar momentos de descanso a toda hora y compartir la frescura del agua.

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ALARGADA

Cuando no se quiere ocupar el espacio del patio abarcando mucho con la zona de aguas, una solución puede ser generar una piscina como si fuera una alberca para refrescarnos. El ambiente que vemos, rodeado de vegetación, combina perfectamente con el azul claro del fondo de la piscina y deja que fluya el agua como una fuente en constante movimiento. El espacio cercano, se puede disfrutar con mucha disponibilidad.

MINIMALISMO

Una idea que rescata lo mejor del concepto de “menos es más”. Cerca de la muralla, despojada de artificios, la piscina es parte de ese estilo y respeta las normas básicas. El gran espacio de solarium se aprovecha para ubicar reposeras de ratán con almohadones y también sillas auxi­liares en cordón plástico. Una piscina ubicada junto al muro divisorio, es una solución práctica a la que se puede apostar para no desperdiciar espacio dejando muchos metros alrededor de ella.

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