Gatillo fácil: CIDH dio trámite a demanda contra el Estado por violación de derechos humanos
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La Comisión Interamericana de Derechos Humanos (CIDH) dio trámite a la demanda iniciada por Anderson Medina, víctima de gatillo fácil en el 2012, por violación de los derechos humanos contra el Estado paraguayo. La CIDH ya notificó al Paraguay de la acción y nuestro país tiene 90 días para contestar la demanda internacional.
Medina presentó una demanda contra el Estado paraguayo donde solicitó un resarcimiento económico para poder cubrir su tratamiento, debido a que quedó con secuelas tras recibir un balazo en medio de una persecución policial en Ciudad del Este, en el año 2012.
El padre del joven indicó que debido a que el Estado no se hizo cargo, tuvo que iniciar la demanda y solicitó al Estado paraguayo una indemnización de G. 3.600 millones. Por su parte, la abogada Noemí Barreto, representante de la familia del joven víctima, señaló que se inicia la posibilidad de que las partes puedan llegar a un acuerdo y evitar una nueva condena contra Paraguay.
La sala penal de la Corte Suprema de Justicia, integrada por los ministros Luis María Benítez Riera, Alicia Pucheta de Correa y Miryam Peña, confirmó la condena de 7 años y 6 meses de cárcel para el agente de Policía Nacional Narciso Cañete, quien disparó contra la humanidad del joven Anderson Medina, quien quedó con lesiones graves.
Fue al no hacer lugar al recurso extraordinario de casación planteado por los abogados Luis Alfredo Samudio y Silvio Duarte, defensores del uniformado. Con la determinación adoptada por la máxima instancia judicial, el uniformado seguirá recluido en la Agrupación Especializada, donde deberá cumplir la totalidad de su condena.
Antecedentes
La víctima del gatillo fácil es Anderson Alberto Medina, quien el 1 de julio del 2012, en el kilómetro 10 de la ruta Gaspar Rodríguez de Francia (Alto Paraná), fue perseguido y herido en la espalda por el suboficial mayor Narciso Cañete Cáceres, quien respondió al pedido de refuerzo de una patrullera que perseguía por equivocación al joven.
Uno de los disparos le alcanzó la columna, por lo que Anderson quedó con graves secuelas y no podía caminar. No obstante, luego de un largo y costoso tratamiento, ahora puede movilizarse, pero no por mucho tiempo. Tampoco puede mover el cuello ni hacer deportes.
Netflix perdió su intento de desestimar una demanda por difamación que presentó la mujer que dice haber inspirado el personaje de la acosadora en el éxito ganador del Emmy “Bebé reno”. La plataforma de contenido le pidió a un juez que desconsiderara la demanda presentada por Fiona Harvey, quien se identificó como la verdadera “Martha Scott”, la mujer abusiva, violenta y delirante en torno a la cual gira el fenómeno escrito por Richard Gadd.
La miniserie, vista por millones de personas y que ganó seis premios Emmy este mes, afirma en su primer episodio que se trata de “una historia real”. Sus siete episodios siguen la historia del comediante Donny Dunn, una versión para televisión de Gadd, quien conoce a una mujer en un bar en el que trabajaba mientras intentaba hacerse una carrera en la industria del entretenimiento.
El encuentro deriva en años de calvario para Dunn, quien recibe miles de correos electrónicos, mensajes de texto y de voz de parte de Martha, quien además acosa a su familia y a su pareja. De acuerdo con la miniserie, Martha fue condenada por hostigar a un abogado en el pasado y acosa sexualmente a Dunn.
Netlix argumentó que los eventos narrados en la miniserie eran “ciertos hasta cierta medida”, y que los espectadores sabrían que no eran completamente factuales porque se trata de un drama. La plataforma sostuvo que Harvey ha sido investigada por acoso, tocó a Gadd de forma sexual sin su consentimiento y lo empujó.
Pero un juez en California dijo que había desviaciones considerables entre la realidad y la ficción. “Hay grandes diferencias entre tocar de forma inapropiada y acoso sexual, así como entre empujar y pincharle los ojos a alguien”, escribió el juez Gary Klausner, en un fallo publicado el viernes.
“Hay grandes diferencias entre acosar y ser condenado por acoso en un tribunal”. El fallo menciona un artículo en el diario británico Sunday Times que cita fuentes de la industria del espectáculo afirmando que a Gadd le preocupaba que Netflix presentara la miniserie como “una historia real”, en vez de “basada en una historia real”.
El hecho de que Netflix siguió adelante “sugiere una indiferencia temeraria” hacia los hechos, escribió Klausner. “Aunque las declaraciones fueron hechas en una serie que tiene en gran medida los rasgos de una comedia sarcástica, el primer episodio afirma de forma inequívoca que se trata de ‘una historia real’, invitando así a la audiencia a aceptar las declaraciones como hechos”.
El fallo significa que la demanda de Harvey en California por difamación puede seguir adelante. Pero el juez desestimó su querella por negligencia y negligencia grave, así como una petición por daños punitivos. “Tenemos la intención de defender enérgicamente este asunto y defender el derecho de Richard Gadd a contar su historia”, reaccionó Netflix en un comunicado a AFP.
New York Times rememora la historia de la marca paraguaya que le ganó a Disney
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En California (Estados Unidos), los animadores Walt Disney y Ub Iwerks crearon el personaje de Mickey Mouse en 1928, que lleva ese nombre por sugerencia de la esposa del primero, si no se hubiera llamado “Mortimer”. Por su parte, en Asunción, en 1935, se fundó una frutería llamaba Mickey. Medio siglo después, ambos caminos se cruzaron en tribunales y la increíble historia de cómo la empresa paraguaya le ganó al gigante del entretenimiento llegó ahora al portal del New York Times.
El artículo titulado “Disney no pudo vencer al Mickey paraguayo” relata el origen de la empresa familiar que inició en Asunción en 1935 como una pequeña tienda de frutas y helados artesanales, liderada por el paraguayo Pascual Blanco (hijo de italianos), para luego pasar a ser una prestigiosa heladería, cafetería y confitería desde 1939, hasta convertirse, en 1969, en una gran fábrica pionera en fraccionamiento de productos alimenticios muy tradicional en Paraguay, ya decorados con el emblemático ratón.
La firma, actualmente dirigida ya por la tercera generación, sobrellevó años de litigio con Disney por el nombre e imagen del icónico ratón, pero salió victoriosa manteniendo ya una trayectoria de casi 9 décadas, que cumplirá el próximo año, lo que llamó la atención al NYT, por lo que el prestigioso medio se preguntó cómo lo lograron hasta visitar las instalaciones en Paraguay y conversar con la gerente comercial de Mickey Paraguay SRL, Viviana Blasco.
La directiva paraguaya explica en la entrevista que la familia no se apropio de la marca o de la propiedad intelectual, y señala; “No es que le quitamos. Se construyó una marca durante muchos años, que paralelamente a lo que hoy es Walt Disney también Mickey fue creciendo”.
El amplio material habló también con la abogada de la empresa, Elba Rosa Brítez, de 72 años, quien contó los pormenores del caso al reportero del NYT, alegando que la “tregua se ganó a pulso”, luego de que, en 1991, Disney presentara una demanda por violación de marca registrada ante el Ministerio de Industria y Comercio (MIC) en Asunción, que fue rechazada. Seguido, la empresa paraguaya presentó una demanda y, en 1995, un tribunal de marcas falló a favor de Mickey Paraguay, para luego Disney volver a apelar, llevando el litigio ante el más alto tribunal de Paraguay.
Britez puntualizó que la marca Mickey estaba registrada en Paraguay desde al menos 1956, y los descendientes del fundador la habían renovado la licencia desde entonces, sin que la multinacional protestara.Ya en 1998, la Corte Suprema de Paraguay emitió su fallo definitivo, sin dejar de utilizar la marca, y para entonces, la empresa logró adquirir el derecho a ser “Mickey”.
El sector de la construcción de las viviendas se había concentrado en satisfacer la demanda del estrato alto social, pero hoy en día esas necesidades habitacionales están prácticamente cubiertas y su crecimiento ya es vegetativo, contó el arquitecto Aldo Cristaldo Kegler, Foto: Gentileza
Industrializar y formalizar la construcción mejorarán el acceso a la vivienda, dice arquitecto
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Industrializar el rubro de la construcción de viviendas y mejorar su eficiencia, como también calificar y formalizar la mano de obra, son desafíos claves del sector para ofrecer soluciones habitacionales más accesibles a la clase media y baja, que representan la mayor parte de la demanda insatisfecha en Paraguay. Así lo destacó el arquitecto Aldo Cristaldo, referente del desarrollo inmobiliario, quien también subrayó la importancia del acompañamiento estatal junto a políticas públicas efectivas de la vivienda.
El sector de la construcción de las viviendas se había concentrado en satisfacer la demanda del estrato alto social, pero hoy en día esas necesidades habitacionales están prácticamente cubiertas y su crecimiento ya es vegetativo, contó el arquitecto Aldo Cristaldo Kegler, director de una desarrolladora inmobiliaria y referente del sector. Explicó que, en contraste, los esfuerzos de los privados se empezaron a enfocar en los estratos de la clase media, que hoy en día representan alrededor del 80% de la demanda.
“Todavía no hemos logrado dar satisfacción, un buen producto a un buen precio, para la demanda de los estratos medio y bajos (...) Hoy estamos abocados en tratar de optimizar al máximo los procesos constructivos de manera a que el precio final realmente esté a la altura de la posibilidad de una clase media-baja y sin afectar eso a la calidad del producto”, detalló el arquitecto.
En el mes de la industria nacional, Cristaldo Kegler destaca la necesidad de industrializar el sector de la construcción de la vivienda. Sostuvo que bien se habla de una “industria de la construcción”, muchos de los procesos en el sector aún son artesanales y los principales desafíos que enfrenta actualmente la construcción de viviendas en nuestro país están en la industrialización y en mejorar la mano de obra.
“El proceso artesanal tiene problemas de eficiencia, problemas de tiempo, problemas de poder garantizar un producto final, porque está muy basado en la mano de obra no especializada. Entonces el desafío más grande está en industrializar al máximo todos los procesos para que estos procesos puedan ser totalmente medibles, computables, trazables. Y con eso logramos un producto de mejor calidad en menores tiempos a menores costos y más accesible al nivel medio-bajo”, indicó Aldo Cristaldo.
Agregó que en el proceso de industrialización se deben incorporar tecnologías constructivas que permitan la densificación del suelo urbano, es decir, la construcción de edificios de mayor altura o mayor capacidad en lugar de casas unifamiliares, especialmente en ciudades como Asunción, donde el espacio es limitado.
Según explicó, optimizar el uso de este terreno contribuiría a hacer más económicos los servicios y reducir los desplazamientos, promoviendo así ciudades más ecológicas, sustentables y también económicas, dando oportunidad a las familias de menor poder adquisitivo.
“Soy un convencido de que hay que industrializan al máximo la construcción. El obrero no tiene que ir más a trabajar en condiciones paupérrimas, sino que tiene que ir a una industria de la construcción real. Donde puede dejar su moto en un estacionamiento, donde tenga un vestidor, un comedor, donde realmente trabaje en horarios normales y pueda gozar de un seguro social (...) Y eso se logra con industrialización y formalizando”, puntualizó.
Aldo Cristaldo recordó que la seguridad del sistema bancario paraguayo, que por un lado evita la formación de burbujas inmobiliarias, también es un obstáculo para los sectores de menores recursos, ya que las exigencias limitan el acceso al crédito de la vivienda para gran parte de la clase media-baja.
“Hoy en Paraguay los créditos están respaldados por garantías reales que superan entre un 300% y 400% el valor del préstamo, no como en otros países como EE.UU. donde los créditos se daban por la fiabilidad del proyecto y no había ninguna garantía real, lo que generalmente provoca las burbujas”.
La rigurosidad financiera deja afuera a las familias que no llegan a cumplir con las múltiples exigencias bancarias. En este sentido, el arquitecto subrayó la necesidad de que el Estado desempeñe un papel más activo en el diseño de políticas públicas, pero sin debilitar la seguridad de la banca.
Valoró el nuevo programa “Che Róga Porã”, impulsado por el gobierno, como un paso en la dirección correcta para mitigar el déficit habitacional. Este programa, con respaldo del Ministerio de Urbanismo, Vivienda y Hábitat (MUVH), busca ofrecer a las familias de clase media acceso más flexible a su primera vivienda. Sin embargo, reconoció que aún existen desafíos en su implementación, particularmente en cuanto a la falta de conocimiento y asesoramiento sobre cómo gestionarlo.
“La curva de aprendizaje está siendo lenta, pero el enfoque es correcto. Es fundamental que se continúe trabajando en conjunto entre el sector privado y el público, porque ninguna de las dos partes por sí solas podrá resolver el déficit habitacional del país”, señaló Cristaldo.
Capasa presentó una demanda contra sus antiguos abogados por daños y perjuicios
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El procurador general Marco Aurelio González, en compañía del presidente de Cañas Paraguayas S.A. (Capasa), José Ocampos, llegaron este martes hasta el Palacio de Justicia, en Asunción, para dar entrada a una demanda por daños y perjuicios contra abogados que dejaron caducar causas perjudicando así al Estado.
La empresa estatal acusa principalmente a su exabogado Miguel Ángel Peña de presuntamente dejar caducar causas civiles de manera premeditada, causando importantes daños materiales al Estado, por lo que mediante esta demanda exige una indemnización de 5.000 millones de guaraníes más intereses.
“La cadena de corrupción que existía es algo que queremos olvidar y que nunca más se presente. Queremos dar una señal muy fuerte a la ciudadanía de que aquel carnaval de abogados quienes dejaban que sus juicios prescriban en la función pública para repartirse dividendos con los abogados de la contraparte. Nunca más va a suceder”, indicó José Ocampos en conversación con el programa “2 en la ciudad” del canal GEN y Universo 970 AM/Nación Media.
Ocampos afirmó que se realizaban acciones que no tenían ningún respaldo dentro de la empresa como, por ejemplo, préstamos a sus propios directivos y que quienes tenían que defender los intereses de la empresa no lo hacían para verse también beneficiados.
El titular de Capasa remarcó que las denuncias afectadas datan inclusive de hace diez años, buscando así cortar con la corrupción de larga data que viene dándose dentro de la estatal con el objetivo claro de limpiar la institución y lograr que se convierta en una marca aún más competitiva y prestigiosa con el sello de calidad y trasparencia que se busca implantar el gobierno de Santiago Peña.