La Justicia tiene pendiente avanzar en la investigación de la denuncia presentada sobre el millonario contrato entregado en plena pandemia por la estatal Copaco a una empresa ligada a Enrique “Kike” Santander, concuñado del expresidente Mario Abdo Benítez. La telefónica violó la Ley de Contrataciones Públicas para entregar unos G. 5.800 millones de forma directa a la firma.
- Por Juan Carlos Lezcano F.
A la ya larga lista de denuncias que pesan contra hombres cercanos del expresidente Mario Abdo Benítez, se le sumó hace un par de meses la presentada por el actual titular de Copaco, Óscar Stark, por la violación de la Ley de Contrataciones Públicas cometida durante la administración de Sante Vallese, al frente de la telefonía estatal.
En setiembre pasado, la Dirección de Comunicaciones de la Fiscalía publicó fotografías de una reunión en la que el fiscal general, Emiliano Rolón Fernández, recibió a Stark, quien junto con el representante legal de la compañía Rodrigo Lezcano amplió la denuncia presentada ante el Ministerio Público, en relación a presuntas irregularidades cometidas durante la administración anterior, involucrando a la firma Hola Paraguay SA (Vox) y supuestas violaciones a la Ley n.° 2051 de Contrataciones Públicas.
Esta es una más de la larga lista de denuncias presentadas por las incontables irregularidades cometidas durante el gobierno anterior.
EL GRAN CONCUÑADO
En el marco de la pandemia de covid-19, la telefónica estatal Copaco, a través de su filial Vox, ejecutó un esquema irregular para subcontratar servicios de call center destinados al Ministerio de Salud Pública. La empresa beneficiada fue Bizcom SA, representada por Flavio “Kike” Santander, concuñado del entonces presidente Mario Abdo Benítez. Este contrato, que burló la Ley de Contrataciones Públicas, incluyó cláusulas de confidencialidad y generó serios cuestionamientos sobre el uso de recursos públicos.
El 5 de febrero de 2020, Copaco firmó un convenio con el Ministerio de Salud para implementar un sistema de contact center enfocado en el rastreo de contactos relacionados con el covid-19. Este acuerdo, firmado por Sante Vallese, presidente de Copaco, y Julio Mazzoleni, entonces ministro de Salud, contemplaba un costo total de G. 5.852.001.600, de los cuales Salud Pública adelantó G. 3.239.376.300. El contrato incluía 100 posiciones de call center, con un costo unitario de G. 7.315.200, distribuidos en un plazo de ocho meses.
Sin embargo, Copaco subcontrató estos servicios a través de Vox, violando la Ley n.° 2051 de Contrataciones Públicas, al firmar un contrato directo con Bizcom SA, empresa representada por Flavio “Kike” Santander, en marzo de 2020. El contrato, que no fue sometido a licitación, establecía el suministro de servicios tecnológicos, plataformas de call center y soluciones en la nube bajo la marca Simplifi.
IRREGULARIDADES Y CONFLICTOS DE INTERÉS
El contrato entre Vox y Bizcom SA incluía una duración inicial de cinco años renovables y cláusulas de confidencialidad que impedían la divulgación de los términos. Flavio Santander, representante de la empresa beneficiada, está casado con Adriana López Moreira, hermana de la primera dama Silvana López Moreira. Este vínculo familiar con el entonces presidente Mario Abdo Benítez levantó sospechas sobre posibles favoritismos en la adjudicación del contrato.
Lo que agrava el caso es que Copaco tiene experiencia en la provisión de servicios de call center a otras instituciones públicas, como Hacienda, la UNA, IPS y la Ande, sin necesidad de subcontratar a terceros. Esto plantea dudas sobre la real necesidad de incluir a Bizcom SA en este contrato y sugiere que la subcontratación pudo estar motivada por intereses personales o ajenos al bienestar público.
Copaco, al estar regulada por la Ley n.° 2051, no puede contratar directamente con empresas sin licitación. Para evadir los controles, utilizó a Vox como intermediaria. Sin embargo, esta acción también violó la normativa vigente, ya que la Dirección Nacional de Contrataciones Públicas (DNCP) había establecido que los contratos entre Copaco y Vox debían realizarse siguiendo los lineamientos de la Ley de Contrataciones Públicas.
El uso de un contrato directo, sin llamado a licitación, y con precios sujetos a variación, fue justificado mediante cláusulas de confidencialidad. Esto obstaculizó la transparencia en la gestión del acuerdo, dejando a la ciudadanía sin acceso a información fundamental sobre el uso de los recursos públicos.
Flavio Santander, además de este contrato, tiene antecedentes de negociaciones con el Estado paraguayo. En 2019, lideró una delegación interesada en invertir en minería en Paraguay y, más recientemente, participó en la presentación de soluciones tecnológicas de Copaco en la Expo de Mariano Roque Alonso. Estos vínculos empresariales con instituciones públicas han reforzado los cuestionamientos sobre posibles conflictos de interés.
MÁS DENUNCIAS
El expresidente Mario Abdo Benítez y su entorno cierran el 2024 eludiendo a la Justicia por múltiples irregularidades. Su gestión estuvo marcada por vínculos con narcotráfico, malversación de fondos y enriquecimiento ilícito. Casos como el de Arnaldo Giuzzio, acusado por nexos con un narco, o Patricia Samudio, condenada por corrupción en Petropar, evidencian un patrón de impunidad. Mientras, las empresas de Abdo crecieron 6.109 % durante su mandato, coincidiendo con la pandemia.