Arnaldo Giuzzio, en el centro del escándalo por las filtraciones desde la Senad al narco Miguel Insfrán, tiene vínculos hasta familiares con el imputado Alberto Koube. El exministro antidrogas afronta un proceso penal por haber recibido beneficios de otro capo del hampa.

Pueblo chico, infierno grande. Así explica un viejo refrán que los pueblos o países pequeños, donde todos se conocen, siem­pre favorecen el cotilleo o hasta el vínculo entre unos y otros. El caso del exministro del Interior y la Senad del gobierno de Mario Abdo Benítez Arnaldo Giuzzio es una representación vívida del viejo axioma. Procesado por supuestas coimas de un capo narco, su gestión fue salpicada por filtra­ciones a otro jefe mafioso y también resulta tener una cercana vinculación con un tercer líder del hampa.

El exministro enfrentará juicio oral y público por la causa penal de cohe­cho pasivo agravado en carácter de autor, por su presunto vínculo con el brasileño sindicado como narcotraficante Marcus Vinicius Espín­dola Marques, quien fue detenido en el Brasil. Su causa comenzó cuando se dio a conocer que alquiló una camioneta, para unas vacaciones familiares en el Brasil, de la empresa que pertenecía a Espín­dola Marques.

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De acuerdo con las inves­tigaciones del Minis­terio Público, Giuzzio mantuvo contacto con el presunto narco por más de seis meses, de julio de 2021 hasta febrero de 2022, cuando ya ejercía el cargo de ministro del Interior.

Se presume que la intención del brasileño en ese entonces era proveer como “gentileza” chale­cos antibalas y vehículos blindados al Ministerio del Interior y, conse­cuentemente, a la Policía Nacional, como así tam­bién “a título gratuito” el alquiler de una camioneta de la empresa Ombu SA, propiedad de Espíndola.

OTRO VÍNCULO NARCO

El memorándum 407/2023 de la Secre­taría Nacional Antidro­gas (Senad) confirmó la presencia de equipos de espionaje que ingresaron al país de contrabando y que estaban bajo la cus­todia de la institución antinarcóticos. Estos equipos de alta tecnolo­gía fueron encontrados en la Dirección de Inteli­gencia de la Senad, diri­gida por un informante apodado “topo mayor”, quien supuestamente filtraba información a Miguel “Tío Rico” Ins­frán, según la investiga­ción del fiscal Deny Yoon Pak en el expediente de más de 700 páginas del caso A Ultranza Py.

La adquisición de estos equipos, que incluyen el avanzado software espía FinFisher (también cono­cido como FinSpy), no fue documentada ade­cuadamente. FinFisher, desarrollado por Gamma Group, está diseñado para agencias de seguridad y gobiernos para realizar actividades de vigilancia y espionaje. Sus caracte­rísticas principales inclu­yen la interceptación de comunicaciones, la cap­tura de correos electró­nicos, mensajes de texto y conversaciones en apli­caciones de mensajería instantánea, así como el acceso y control remoto de dispositivos.

El descubrimiento de estos equipos se hizo más intrigante debido a la falta de documenta­ción oficial sobre su deco­miso y resguardo. Según la normativa, se debería haber registrado deta­lladamente la cantidad y características de los equipos decomisados. Sin embargo, esta legalidad se vio comprometida ya que el entonces ministro de la Senad Arnaldo Giuzzio no dejó ningún documento de registro al recibir los dispositivos.

UN VÍNCULO CASI FAMILIAR

Como si todo esto no fuera suficiente, todavía queda otro vínculo de cer­canía con Alberto “Beto” Koube Ayala, considerado como uno de los jefes del esquema de narcotráfico y lavado de dinero junto al uruguayo prófugo Sebas­tián Marset.

Gianluca Giuzzio, funcio­nario de la Municipalidad de San Lorenzo e hijo del exministro abdista, está casado desde 2021 con Katherine Himmerlich. En este período, el ope­rativo A Ultranza Py se encontraba en etapa de investigación de inteli­gencia, precisamente a cargo de la Senad.

Katherine es sobrina de Édgar Jorge Himmerlich y Noemí Koube, propie­tarios de la firma Euro­print SA, investigada en 2014 por la evasión de más de G. 5.500 millones en impuestos. Noemí es hermana del padre de los imputados Alberto “Beto” Koube Ayala y Fátima Koube Ayala. De esta forma, Katherine Him­melreich es sobrina de los hermanos Koube, vínculo que convierte al exminis­tro Giuzzio en familiar político de los procesados por el conocido como el mayor esquema de narco­tráfico y lavado de dinero alguna vez detectado en Paraguay.

Koube es una de las tres cabezas del esquema des­armado en A Ultranza Py. De acuerdo a los informes de la Fiscalía, él se encar­gaba del lavado de activos, mientras que Sebastián Marset y Miguel Ángel Insfrán, alias Tío Rico, eran los encargos del trá­fico de narcóticos. Con esto, se confirma otro vínculo más de Giuzzio con el clan Koube-Mar­set-Insfrán.

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