El asesor jurídico del ente contralor señaló que el único camino que les queda es solicitar una orden judicial para allanar la EBY.

El director de Yacyretá, Nicanor Duarte Fru­tos, continúa escu­dándose en el tratado de la binacional para ocultar la rendición de sus gastos. A través de un subordi­nado respondió al contra­lor Camilo Benítez sobre el equipo de auditores confor­mado y documentaciones requeridas, alegando que la provisión dependerá de los resultados de una reu­nión que se formalizaba el día de ayer.

La misión de la Contraloría para auditar Yacyretá había sido encomendada por el Senado de la República, a raíz de la serie de denuncias de irregularidades sobre el uso de los fondos sociales. En sesión, se había tam­bién mencionado la viola­ción de la Ley de Transpa­rencia al negar información al equipo de investigación del Grupo Nación, sobre transferencias económi­cas a organismos socia­les, no gubernamentales, gubernamentales y gastos en publicidad.

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El director de Itaipú pide una prórroga y firma la nota, mientras que el de Yacyretá hizo firmar a subordinado.

Mediante la nota firmada por Óscar Ovelar, secretario general de Yacyretá, la enti­dad había condicionado la admisión de los auditores a la reunión de ayer entre los eje­cutivos de ambas márgenes. A últimas horas de la tarde, el citado subordinado confirmó que no permitirán el acceso a la Contraloría por el estatus de binacional que tienen.

Por su parte el asesor jurí­dico de la Contraloría, Darío Ortega, adelantó que el único camino que les queda como órgano de control es solicitar una orden judi­cial para allanar Yacyretá, conforme al artículo 20 de la Ley Orgánica 276.

“Ustedes ya saben nuestra posición”, respondió Ove­lar al ser consultado sobre la decisión que tomaron ambas márgenes de impe­dir la auditoría de la Con­traloría a la entidad.

La nota de Yacyretá en la se avisa a la Contraloría que su ingreso dependía de la reunión de ayer, en la cual resolvieron, precisamente, no dar lugar al ente de control.

Ovelar señaló que los argen­tinos también coinciden en lo mismo. “La postura de ellos es totalmente contra­ria a la auditoría, venimos diciendo, no es posible, no vamos a permitir. Vamos a trasladarle a la Contra­loría la posición de nues­tro socio, ahí a Juan Carlos (asesor jurídico de la EBY) le dieron mucha jurispru­dencia, del lado argentino, a través de una ley nacional, también quisieron entrar en una binacional, lo que no es posible”, expresó.

Por su parte, en Itaipú le dieron un tratamiento más diplomático a la comunica­ción que había realizado la Contraloría. Solicitaron una prórroga para poner a consi­deración de las autoridades de la binacional.

Mientras esto sucede, cabe recordar que el Senado había solicitado informa­ción a la administración de Duarte Frutos, sobre los funcionarios contratados y servicios tercerizados de limpieza, jardinería, seguri­dad, entre otros. En teoría, a Yacyretá le corren 15 días hábiles por lo establecido en la Ley de Acceso a la Infor­mación Pública.

MIENTRAS TANTO COMIENZAN A FILTRARSE RECIBOS DE SUPERSALARIOS

Sueldos de amigos, con bonificación extra del 15% por dedicación funcional.

Cuanto más se aferra a ocultar datos Duarte Frutos, comienzan a filtrarse recibos de los supersa­larios en la binacional, en los que solo las ayudas circunstanciales o una de las tantas bonificacio­nes que perciben algunos funcionarios equivalen a tres salarios mínimos.

Por ejemplo, en la liquidación de haberes de Raúl Silva Busto, uno de los recomendados más cuestionados, metido en el caso de la estafa en compras de insumos médicos de Salud Pública, se ve además del inflado salario, bonificaciones por un “adicional” de dedicación funcional de más de G. 6 millones, otras desconocidas solo especificadas por resolución de G. 3,2 millones, hasta ayuda escolar de G. 6,2 millones, sumando así G. 55 millones de ingresos en un mes.

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