Este domingo, Toni Roberto rinde homenaje a su vieja radio casetera y cuenta un episodio vinculado con el maestro Demetrio Ortiz como parte de los recuerdos sacados de la galera de una época que ya no volverá.
Estaba ahí olvidada en un rincón de la casa. Había sido adquirida por mi padre de De Angelis y de los Ríos en el ya lejano año 1973, cuando se inauguró Radio Curupayty.
Participó de la vida familiar desde aquella época. Viejos programas de la antigua radio Cáritas; alguna discusión de domingo de mañana de Humberto Rubin con Zulema Noceda y Margarita Dolsa, la hermosa voz de Rosana Penayo, los programas de Myrian Sienra haciendo de María Marta González Martínez de Pérez y Pérez, una señora de la alta sociedad asuncena de los años ochenta.
También algún comentario de don Gerardo Halley Mora, un editorial de don Gerardo Torcida, la voz de Menchi en la primera Radio Cardinal, un melodioso programa denominado “Cuando Italia canta” en aquella época, la radio de los franciscanos o el inconfundible “incorpóreo amigo Gabriel”, de Fernando Cazenave. Todo esto fue convocado por los duendes de mi memoria en estos días pasados recordando aquella radio.
PLAY, RECORD Y A GRABAR
Las tardes de té en la casa de la calle Fulgencio R. Moreno de las eximias hermanas Nelly, Aida y Edith Jiménez. De fondo el casete escuchando alguna pieza pianística de Mozart o Chopin, las grabaciones de las charlas con el gran maestro Lívio Abramo; la pesada radio acompañada de cuatro grandes pilas sobre la austera mesa del taller del gran periodista y dibujante brasileño. Un apretar play y record, era todo lo que faltaba para grabar aquellas épicas clases de historia del arte en el viejo local del ex Centro de Estudios Brasileños allá por 1983 en esta mismísima radio grabadora.
Reclame publicitario. Asunción, 1973
LA RADIO, EL VENTANAL Y EL VIEJO CANAL 9
Esta moderna setentosa joya de la tecnología japonesa de la época era tan completa que, además de la radio AM, FM, onda corta y casetero, traía un micrófono parlante y en tardes de vuelta del colegio me acompañaba en los ensayos con mi hermana para participar de los programas de canto de “Margarita y sus niños”; el gran ventanal con persiana del segundo piso con vistas a la alta antena del antiguo Canal 9 cantando y soñando estar actuando frente a esas enormes cámaras de televisión del único canal de la época.
Los años pasaron y la vieja radio fue a cuarteles de invierno hasta que hace unos días, revisando el “desván de mi abuela”, me reencontré con ella. Ahí salieron todos estos recuerdos de la galera de una época que ya no volverá.
INTENTO DE RESTAURACIÓN
En mi afán de recuperarla fui hasta la esquina de Electrónica Uruguay, sobre Gral. Bruguez y José Asunción Flores, donde atiende su dueño, un señor charrúa. Llego y me mira con cara de ¿qué vas hacer con este viejo transistor? Le cuento la historia de mi radio, se estremece y me dice: “Tal vez puedas encontrar un cable de la época en la esquina, allá arriba de esta calle y la avenida Eusebio Ayala”. Me encontraba en Ciudad Nueva, el barrio que parece de varios pisos por las grandes alturas de esa zona de Asunción.
Pregunto en el lugar y me dicen “tal vez encuentres enfrente”. Cruzo y consigo el viejo cable que le correspondía. Probamos y anduvo perfectamente. Al llegar a mi casa enchufo, prendo la radio y de repente suena, increíblemente, “Mis noches sin ti”, de Demetrio Ortiz:
“Sufro al pensar que el destino logró separarnos, guardo tan bellos recuerdos que no olvidaré, sueños que juntas forjaron tu alma y la mía, en las horas de dicha infinita, que añoro en mi canto y no han de volver…”.
Unos segundos después… el aparato hace una pequeña explosión y deja de funcionar para siempre. Acto seguido, entre estupefacto, asustado y asombrado le llamo a Esperanza, la hija de Demetrio Ortiz, y le digo: “Doctora, hoy se despidió para siempre una radio que yo quise tanto desde niño y que llegó a mi familia en 1973 para empezar a escuchar la maravilla y novedad de aquella época, la frecuencia modulada, pero lo hizo nada más y nada menos con una estrofa de “Mis noches sin ti”.
Por eso, este homenaje eterno al creador de esta guarania y parafraseando digo: “Hasta siempre, mi vieja radio, mis noches ya no serán iguales sin ti.
“Asunción”, primer adelanto del nuevo disco de Rossana Beatriz
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La cantautora Rossana Beatriz conocida como “La Joya Guaraní” lanzó una canción de su autoría y en ritmo de guarania, en homenaje a la ciudad de Asunción por su reciente 488 aniversario. Desde este 14 de agosto se encuentra disponible en todas las plataformas digitales de música, “Asunción”, que también es el primer sencillo de un nuevo disco que se encuentra en proceso de producción.
La artista se inspiró en los colores, la naturaleza y la cultura que guarda Asunción en sus calles. Es un canto de amor a nuestra historia y a nuestra “Madre de Ciudades”. La producción fue realizada en Spirit and Sound Studios por Diego Duarte, quien también se sumó en el piano, y los demás músicos que participaron son: Heraldo Vargas (acordeón), David Maidana (batería), Lucas Zaracho (arpa), y Derlhis Recalde (bajo) quien, además, es el compositor de la melodía de la canción.
Comprometida con el arte y la cultura de nuestro país, Rossana Beatriz busca honrar nuestras raíces con una mirada moderna, femenina y emocional. Desde su lugar, reivindica lo nuestro con su repertorio, sus composiciones y también en la indumentaria que elije para sus presentaciones y producciones. Celebra lo que somos y lo transmite con su voz.
Su nueva canción se suma a los sencillos realizados disponibles en las plataformas digitales: “Mborayhu Asy” (2023), “Che Pykasumi” (2023), “Selección de Polcas” (2023), “Recuerdos” (2024), “Obsesión ft. Marcelo Gabriel” (2024), “Tocando al frente” (2024), “El hombre que yo amo” (2024), “Sin principio ni final” (2025), “Ne rendápe aju” (2025), “Mi eterno amor secreto” (2025), y “Nada tengo de ti” (2025).
Realizó el lanzamiento y producción de “La Joya Guaraní” en la Costanera de Asunción (2022). Además, realizó un concierto lanzamiento de su guarania “Recuerdos” en el marco de Feria Palmear por el mes Día del Folklore (2024). Intervino en “Feria Bazzar Creativo” (2019, 2021 y 2022), “Nde rógape transmisión online” (2020), “Asufolklore” (2021), “Festival del Centro” (2021), “San Juan de AMCHA” (2023), “El folklore sale a las calles” (2019 y 2024), entre otros destacados eventos.
Encarnación celebrará el Festival Nacional de la Guarania
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El Festival Nacional de la Guarania se presentará el miércoles 27 de agosto, desde las 18:30, en la Costanera de Encarnación, con acceso libre y gratuito. El espectáculo estará a cargo de más de 40 músicos de la Orquesta Nacional de Música Popular, bajo la dirección de los maestros Luis Álvarez y Óscar Fadlala, con grandes exponentes de la guarania y artistas locales de renombre.
Participarán figuras nacionales como Ricardo Flecha, Andrea Valobra, Purahéi Soul, Juan “Toli” Núñez, Vicky Díaz y Orlando Caballero. También se sumarán artistas locales del departamento de Itapúa: Rebeca Arramendi, Ymaguaréicha, Walter Cataldo, Vito Kruger y Salvador García.
La ceremonia contará con la presencia del presidente de la República, Santiago Peña, y de la ministra de Cultura, Adriana Ortiz, en un acto que realza la importancia de esta fecha, declarada Día Nacional de la Guarania y celebrada en el marco del Año Nacional de la Guarania. Este año conmemorativo fue establecido por decreto presidencial n.° 3377, mediante el cual se conformó una Comisión Nacional de Conmemoración de la Guarania liderada por la Secretaría Nacional de Cultura.
De esta manera, Encarnación será escenario de una celebración que une tradición y vigencia, reconociendo a la guarania como uno de los símbolos más potentes de la identidad cultural paraguaya, y que espera congregar a una gran cantidad de asistentes tanto locales como internacionales.
La actividad es organizada por el Gobierno, a través de la Secretaría Nacional de Cultura, con el apoyo de la Secretaría Nacional de Turismo y la Dirección Artística de la Orquesta Nacional de Música Popular, en conjunto con la Municipalidad de Encarnación y la Gobernación de Itapúa.
“Florania” abre la Primavera Teatral 2025 en el Municipal
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El Teatro Municipal de Asunción se prepara para la tercera edición del proyecto Primavera Teatral 2025, con la presentación de la obra “Florania”, en el marco de la celebración del centenario de la guarania y en homenaje a su creador, el maestro José Asunción Flores. La puesta en escena está a cargo de la Compañía Roque Sánchez-Graciela Pastor, con producción de Alberto Sánchez Pastor.
El público podrá disfrutar de tres presentaciones en uno de los teatros más antiguos de Sudamérica, el Teatro Municipal “Ignacio A. Pane”, sito en Presidente Franco y Chile. Las funciones serán el lunes 1 de setiembre, a las 9:00, dirigida a instituciones educativas públicas; y a las 19:00, abierta al público en general, con entrada libre y gratuita; y el lunes 8 de setiembre, a las 15:00, para instituciones educativas públicas.
“Florania, Flores y Guaranias” es una obra teatral escrita y dirigida por Erenia López, destacada directora, actriz, docente, narradora oral, investigadora y licenciada en Letras. El espectáculo aborda la vida y el legado del genio creador de la guarania, José Asunción Flores, desde su niñez, su paso por la banda de la Policía y su amistad con Manuel Ortiz Guerrero.
Esta iniciativa, que forma parte del programa Teatro Abierto, nace de la colaboración entre la Dirección del Teatro Municipal de Asunción y la Sociedad Filarmónica de Asunción (SFA), con los auspicios de la Fundación Itaú y el apoyo de Personal Flow y de la Dirección General de Derechos Humanos del Viceministerio de Culto del Ministerio de Educación y Ciencias (MEC).
“Tenemos que hacer que la guarania experimente nuevas sonoridades”
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Jimmi Peralta
Fotos: Archivo/Gentileza
Entre lo culto y lo popular, el género musical creado por José Asunción Flores demuestra su plena vigencia y capacidad de renovación en el año de su centenario. El maestro Diego Sánchez Haase y otros compositores e intérpretes comparten con El Gran Domingo de La Nación sus reflexiones sobre el presente y el futuro de una corriente folclórica que aún ofrece a los creadores múltiples potencialidades por explorar.
El próximo miércoles 27 de agosto se recuerda el Día de la Guarania en homenaje a la fecha de nacimiento del creador de este género musical, José Asunción Flores.
Este año se agrega el condimento especial de que la recordación coincide con la agenda de celebración del Año Nacional de la Guarania, declarado con motivo del centenario de la obra “Jejuí”, primera composición del maestro inscrita en esta vertiente musical. A esto se añade el reciente reconocimiento como patrimonio cultural inmaterial de la humanidad por la Organización de las Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura (Unesco).
ORIGEN
El término guarania apareció por primera vez en un poema de Guillermo Molinas Rolón (1892-1945) y hacía referencia a un espacio ideal y tierra mítica de los guaraníes. “La región prometida / como tierra de ensueño, de ilusión y de vida, / tierra donde crecieron las flores santuarias / de robustas pasiones y gestas fabularias”, reza uno de los versos.
Tomando esta denominación, Flores convirtió la cadencia del 6/8 de la polca tradicional en un lenguaje sonoro propio, del que se sujetarán posteriormente las palabras de grandes letristas de la cultura popular paraguaya.
Flores será recordado por siempre por llevar la música paraguaya a la universalidad del mundo sinfónico con piezas innovadoras como “María de la Paz”, “Ñanderuvusu” y “Pyhare pyte”, que hoy resuenan en nuevas generaciones de creadores e innovadores que desde el presente indagan en su obra y responden con un lenguaje desafiante a la interrogante sobre el futuro de la guarania.
Uno de estos referentes es Diego Sánchez Haase, director de la Casa Bicentenario de la Música y de la Orquesta Sinfónica del Congreso, quien en este diálogo habla sobre la audaz apuesta de fusionar la guarania con el sonido característico de Johann Sebastian Bach.
–Abordaste en su momento la guarania y la música bachiana en un proyecto. ¿En qué consistió ese trabajo?
–Fue un experimento muy interesante y enriquecedor. El director del BachFest de Leipzig, Michael Maul, uno de los musicólogos más prestigiosos del mundo, me solicitó el año pasado –teniendo en cuenta el lema “Transformation” del BachFest de Leipzig de ese año– experimentar una fusión entre la música de Bach y la guarania. Me entusiasmó la idea, pero no fue fácil, porque en principio me parecían dos mundos totalmente distintos que no tenían nada en común.
UNIÓN DE UNIVERSOS SONOROS
–¿Cómo fue uniendo estos dos universos sonoros a primera vista tan disímiles?
–En algunas sentadas de improvisación al piano en mis tardes de estudio (que son todos los días), se me ocurrió analizar algunos rasgos estilísticos que podrían tener en común algunos corales o arias de Bach con la guarania. Así, exploré algunas arias y corales bachianos escritos en ritmos de 6/8 o 3/4, y empecé a pensar en las guaranias con las que se podrían eventualmente fusionar de manera natural y orgánica, sin forzar nada. Una vez seleccionadas las piezas que podrían funcionar, pensé en las estructuras.
–¿Qué características debían tener las obras presentadas?
–El BachFest nos pidió dos piezas de 11 minutos de duración cada una. No era poco tiempo. Entonces trabajé en una introducción de mi completa autoría, un arreglo mío de la guarania y luego la parte más compleja: una transición también completamente de mi autoría, que conduzca de manera natural y orgánica a la pieza de Bach, que estaría acompañada con ritmo de guarania, respetando la melodía y armonía original de Bach. Luego, nuevamente la transición mía hacia la guarania para un final que reúna ambas cosas. Las piezas tenían que estar escritas para tenor, clarinete y piano, que era la conformación que llevaríamos de aquí.
FUSIÓN DE LENGUAJES
–¿Cuál fue la recepción que tuvo entre el público?
–Y la verdad es que salió algo maravilloso, que tuvo un éxito rotundo en Leipzig y también aquí en Paraguay. La fusión no se da solamente en la música, sino también en el lenguaje. En la primera pieza se combina el guaraní maravilloso de Manuel Ortiz Guerrero con el alemán y en la segunda, el castellano y guaraní con el latín. Todo se fusiona gracias al más universal de los lenguajes: la música. Tanto fue el éxito que, en Leipzig, nos solicitaron que, además del concierto oficial en el que estrenamos las piezas, presentáramos las mismas en una recepción ofrecida a los 80 principales patrocinadores del Festival. Aquí, luego del estreno de las obras, el pastor Michael Nachtrab, de la iglesia Evangélica Alemana (la iglesia a la que pertenecía Bach), me envió una hermosa carta alentándome a seguir trabajando en este experimento, que –según su óptica– puede sentar las bases para una nueva música sacra paraguaya. Me encantó su idea. Este experimento es también mi homenaje a Bach, a Flores, a la guarania y, sobre todo, a la universalidad de la música.
–¿Qué potencialidades tiene por desarrollar la guarania dentro de lo sinfónico y lo popular, ya sea desde lo creativo o desde el rescate de los grandes creadores?
–A mí me gusta mucho una frase de Flores: “La guarania es un camino ancho, donde caben todos los estilos”. La guarania tiene mucha potencialidad dentro de lo sinfónico. Pero creo que tenemos que ser más creativos. Tenemos que hacer que, en lo sinfónico, la guarania experimente nuevos lenguajes, nuevas sonoridades. Hasta ahora hay pocos compositores que avanzamos con esta idea. La mayoría escribe aún de manera tradicional.
–¿Y cuál es el camino que debería seguir esta innovación?
–La guarania tendría que experimentar las técnicas extendidas de los instrumentos (como lo hice en mi “Concierto para clarinete y orquesta”), la música con electrónica en vivo (como lo hace José Ariel Ramírez), las diferentes posibilidades armónicas (como lo hice en el segundo movimiento de mi “Sonata para oboe y piano”, que es una guarania hexatonal), etc.
EVOLUCIÓN
–¿Y cómo podrían participar de esta innovación los géneros de la música popular?
–La música de David Portillo es un buen ejemplo del camino que podría ser explorado por los compositores populares para hacer evolucionar la guarania, ya que enriquece enormemente la armonía, que, según mi óptica, es el camino menos avanzado de la guarania usual. A los tradicionalistas no les gusta esta idea. Pero Flores mismo fue un innovador. La guarania no hubiera existido si Flores no hubiera innovado. La música es un fenómeno orgánico, que evoluciona con la sociedad misma. No debemos temer a la evolución. Lo que sí es muy importante es conocer profundamente la tradición para mirar hacia el futuro y evolucionar sin perder lo esencial. Así como lo hizo Bach, que sintetizó la tradición y la proyectó hacia el futuro.
–A su criterio ¿cuál es la relevancia que tiene Flores en su rol de creador?
–Flores es un compositor capital de la historia de la música del Paraguay. Apareció en un momento clave e hizo un aporte trascendental para el desarrollo de la música de nuestro país. Su liderazgo fue notable y la historia le dio mayor protagonismo que a otros músicos de su generación bastante mejor formados que él. Si bien tuvo sus detractores, principalmente por su militancia política, trascendió en el tiempo con la guarania, cuyas melodías no solamente cantaba la gente, sino que él mismo la llevaba también al plano sinfónico, llegando a espacios nunca accedidos por compositores paraguayos, como Moscú, donde grabó sus obras nada menos que bajo la dirección de Yuri Ahronovitch, una de las batutas más prominentes de su tiempo.
El Bach Collegium de Asunción presentó con rotundo éxito en Alemania piezas que fusionan la guarania con obras de Johann Sebastian Bach
SELLO PROPIO
–¿Cuáles les parece que son elementos más destacables de su creación?
–Destaco de su estilo la sencillez de algunas de sus melodías, pero también las que son más elaboradas y que presentan más dificultades. La mayoría de sus guaranias también tienen una estructura con sello propio, que lo hace absolutamente personal. Del plano sinfónico, destaco su “Ñanderuvusu”, que tuve el honor de estrenarla en Paraguay en su versión escenificada con ballet. Creo que es de su escritura más avanzada. Sin embargo, me hubiera gustado que escribiera más, que desarrollara más su estilo y su técnica, y que pudiera abarcar otros géneros como la música de cámara, por ejemplo.
–¿Le parece que existen pendientes en lo que respecta a la difusión y puesta en valor de la guarania?
–Creo que uno de los temas siempre pendientes es el de la difusión de la guarania, tanto en el interior del país como en los centros educativos de todo el país. La guarania se escucha poco en el interior, así como en las escuelas y colegios de todo el país. Si bien hay iniciativas principalmente privadas, desde el Estado no se vislumbra una política fuerte de difusión nacional de la guarania; de la enseñanza de su historia, de sus cultores tanto antiguos como modernos. La poca importancia que se da a la enseñanza de la música en general, y de la música del Paraguay en particular, en las escuelas y colegios es sumamente preocupante.
Durante una improvisación al piano el maestro analizó rasgos estilísticos que podrían tener en común algunos corales o arias de Bach con la guarania
“LA GUARANIA DEBE REFLEJAR EL SENTIR Y EL VIVIR DE LOS PARAGUAYOS DE HOY”
Hugo Ferreira, cantautor paraguayo miembro fundador del movimiento canción social urbana a fines del siglo pasado, hoy residente en Montevideo, Uruguay, obtuvo con su obra “Mi lugar del mundo” el primer puesto del premio municipal Una Guarania para Asunción, en la categoría clásica tradición.
–¿Qué podrías comentarnos sobre tu obra premiada?
–“Mi lugar del mundo” la compuse con la intención de reflejar, más que lo pictórico, lo emotivo de ser asunceno. Vivir en el exterior por varios años me dio también una versión distinta de mi ciudad natal, cómo mirarla de lejos y redescubrirla. Es un homenaje al paso del tiempo por sus calles, por su bahía, por sus esquinas y también el paso del tiempo que hizo que dejara de ser solamente una “estampa colonial” para llenarse de edificios modernos, cambiar su fisonomía para por fin mirar de frente al río con la costanera y reinventarse como capital de un país con particularidades muy concretas.
–¿Asunción y la guarania tienen algún sentir diferente para vos desde tu residencia en el extranjero?
–Mucho. La guarania suena a Paraguay y suena a Asunción. Desde lejos pude comprender ese poder que tiene cierta música de transportarte a su raíz. Descubrí que el guaraní y la polca, por ejemplo, claramente me transportan a la esencia del Paraguay como país, como cultura, como pertenencia a esa patria. Pero la guarania es más concreta. La guarania me transporta a Asunción, a la Chacarita, al centro, a la costanera, a Sajonia, a mis siestas de partidí en la esquina de Rodó y Azara, al “mundo aparte”, que era mi barrio, a la cancha del Olimpia, a mis amigos de infancia. La guarania es nuestra música urbana.
–¿Qué desafíos representa la “actualización” de la guarania en tus composiciones?
–Para mi oficio de cantautor, la música siempre pasa por lo que dice la canción. El mensaje es primordial. Hay cierta discusión que me parece inocua sobre la puridad del 6/8 de la guarania o la cadencia “correcta”. El mensaje de las guaranias, independientemente de los arreglos o las fusiones, debe contar historias actuales nuestras, amores “modernos” quizás, luchas cotidianas, es decir, debe reflejar el sentir y el vivir de quienes somos los paraguayos hoy. Porque el mundo quiere saber quiénes somos.
–A la hora de poner en valor al género, ¿qué acciones te parece que están pendientes?
–A decir verdad, se ha hecho mucho de un tiempo a esta parte para poner en valor la particularísima cualidad de un ritmo folclórico con autor conocido, como la guarania. No obstante, creo que siempre hay mucho por hacer y con algo tan significativo como un género autóctono, que además tiene la ductilidad de poder ser desde sinfónico hasta pop. Importante es también pensar en apropiarse y exprimir el concepto amplio de la guarania para involucrarlo con otras expresiones artísticas, como el cine, por ejemplo, y a partir de ahí disparar al mundo el mensaje que contiene una canción que es per se “marca país”.
“UNA GRAN RESPONSABILIDAD”
Diana Barboza, hija de Agustín Barboza y de Yvera, voces privilegiadas del acervo de artistas nacionales, habla sobre los desafíos y las exigencias de llevar la guarania al plano vocal.
“Yo siempre estuve dirigida por mis padres en lo que se refiere a cantar una guarania. No me disculpaban ni mu ni pío. La guarania es una forma, un género musical que papá bebió de la dirección del maestro Flores”, comenta.
“Uno le puede dar su voz y su interpretación a la guarania, pero el estilo de cantarla es de un fraseo impecable, haciendo la síncopa, y Flores no permitía que se haga más de dos fraseos en toda una guarania. ¿Eso qué significa? Que cada cuarteta o cada línea no va cortada; si no, no sería guarania. Muy pocos somos los que respetamos la forma de cantar e interpretar una guarania”, señala.
Diana formó parte del proyecto “Mujeres que cantan la guarania”, que nació en el seno de la Fundación Agustín Barboza en 1992 para homenajear a José Asunción Flores.
“Para mí, como hija de don Agustín, interpretar la guarania fue primero una gran responsabilidad. Ahora que ya soy una mujer hecha y derecha, sigo aprendiendo todavía y para mí es un orgullo haber tenido como padre a Agustín Barboza, en especial en lo que se refiere a Flores, porque papá fue elegido por José Asunción Flores para ser solista en su orquesta Ortiz Guerrero y fue el primero en grabar la música paraguaya en un disco y registrar la guarania Ñasãindýpe en 1934”, explica.
LOS TIEMPOS DE LA CLANDESTINIDAD
El cantor popular y gestor cultural Ángel “Pachín” Centurión narra algunas experiencias respecto al tiempo en que se le daba la espalda a la guarania y esta era escuchada de manera clandestina en nuestro medio por la proscripción impuesta por el régimen de Alfredo Stroessner.
“Era bastante escasa la difusión de las obras principales de Flores. Hasta ahora el pueblo, sobre todo los jóvenes, no conocen las obras de Flores. Se cantaban algunas cosas que ya no se podían atajar porque estaban en el alma la gente, como eran ‘Nde rendápe aju’ y otras cosas, pero sus obras un poco más revolucionarias no se podían. Yo tuve muchas experiencias adversas en ese sentido”, narra Pachín sobre su experiencia como joven cantor popular en tiempos de la dictadura.
“Yo solía frecuentar mucho La Curva, que era donde se reunían todos los grandes músicos tradicionales. Y yo cantaba ahí las obras de Flores y siempre recibía la desaprobación de muchos músicos que me gritaban ‘ekirirî nde comunista’”, narra Centurión.
Luego sigue contando que en los 70 se grabó en Buenos Aires un material en homenaje a los 50 años de la guarania, con arreglos de Óscar Cardozo Ocampo, y el cassette circulaba en Paraguay de manera clandestina.
“Recuerdo que en un local que se llamaba La Gorda solía saludar y hablar con Andrés Cuenca Saldívar, del dúo Cuenca-Saldívar. Él me decía ‘ore ko rohayhu la maestro Flores-pe, pero si llegamos a cantar su música nos van a censurar y no vamos a poder más comer’. Y él metió aquel cassette, que ellos también grabaron, en el bolsillo de mi saco y me dijo ‘tereho ehendu kóa’”, finalizó.