El fundador de Wikileaks se declaró culpable de “conspiración” y pudo reunirse con su esposa e hijos en Australia. Sus abogados dicen que seguirá adelante con su tarea, pero se teme que el acuerdo al que llegó con la contraparte lo llame a una silenciosa retirada.

El australiano Julian Assange dejó en la semana la cárcel de 2 x 3 metros que habitó los últimos cinco años en la prisión de máxima seguridad de Belmarsh, Inglaterra. Assange, de 52 años, acordó para ello asumirse culpable de espionaje ante un tribunal en las Islas Marianas, un territorio estadounidense en el Pacífico, en el que dijo que al publicar la información que subió a las redes lo hizo como periodista y en el entendimiento de que lo protegía la primera enmienda de la Constitución de los Estados Unidos.

En el libro “Cyberpunks: la libertad y el futuro de internet”, de 2012, escribió: “A medida que los Estados se vayan fusionando con internet y el futuro de nuestra civilización se convierta en el futuro de internet, deberemos redefinir nuestras relaciones de poder con el fin de evitar que la humanidad devenga una inmensa red de vigilancia y control masivos”.

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Programador de computadoras, había fundado WikiLeaks (wiki, del hawaiano wiki-wiki /rápido y leaks/fugas, en inglés) en 2006 para poder exponer material que las redes mundiales de hackers (piratas informáticos) venían encontrando desde hacía ya unos buenos años.

FILTRACIONES

En 2007 publicó el manual del Ejército de Estados Unidos en el que se instruía a los soldados para tratar con prisioneros en Camp Delta, Guantánamo, con técnicas que podrían considerarse torturas. En 2008 escracharon a la Iglesia de la Cienciología, secta de millonarios conocida por la pertenencia del actor Tom Cruise, y publicaron la lista de nombres y direcciones de personas que, según afirmaba, pertenecen al filonazi Partido Nacional Británico.

El golpe clave fue el 5 de abril de 2010, cuando reveló un video militar clasificado, la cámara de un helicóptero Apache de Estados Unidos disparando y matando a dos periodistas y a varios civiles iraquíes en 2007. Fue una conmoción mundial y la fama del sitio y su fundador se acrecentaron.

En mayo de 2010, el Ejército de Estados Unidos detuvo a Chelsea Manning (quien entonces era Bradley, que se cambió de sexo en la cárcel) por filtrar presuntamente videos de combate, entre ellos el famoso del helicóptero.

Como respuesta, en julio Wikileaks publicó 90.000 documentos clasificados de la guerra de Afganistán, la mayor filtración de papeles del Pentágono hasta el momento, con documentos que hablan desde la búsqueda de Osama bin Laden hasta las muertes de civiles afganos como “daño colateral” de incursiones militares estadounidenses.

ORDEN DE DETENCIÓN

En ese agosto de 2010, la Fiscalía de Suecia emite una orden de detención contra Assange basada en acusaciones de agresión sexual y, aunque la orden se anula al día siguiente, Julian es interrogado por la policía.

Allí comenzó una persecución que se consolidaría tras la publicación de 400.000 documentos militares en octubre de 2010, cuando al mes siguiente el Tribunal Penal de Estocolmo emitió la orden de detención internacional. Wikileaks siguió publicando a pesar de que en noviembre lo hackearon y que Amazon lo quitó de sus servidores.

El 7 de diciembre de 2010 se entrega en Londres y a los días queda en libertad bajo fianza y en arresto domiciliario.

BLOQUEO FINANCIERO

En octubre de 2011, Wikileaks sufre un bloqueo financiero por parte de Bank of America, VISA, Mastercard, Paypal y Western Union, que le cortan el 95 % de sus ingresos por donaciones de sus lectores y, a pesar de ello, sigue publicando.

El 19 de junio de 2012, Assange ingresa a la Embajada de Ecuador en Londres en calidad de asilado político y poco tiempo después denuncia en el balcón de la residencia diplomática la “cacería de brujas” contra Wikileaks que lleva adelante Estados Unidos.

Seguía recluido en la Embajada de Ecuador cuando el 5 de febrero de 2016 un grupo de trabajo sobre derechos humanos de las Naciones Unidas afirma que está siendo detenido arbitrariamente por Suecia y el Reino Unido.

Wikileaks siguió publicando: el 7 de marzo de 2017 pone en línea miles de documentos internos de la Agencia Central de Inteligencia (CIA, su sigla en inglés), “incluidas supuestas discusiones sobre un programa encubierto de piratería informática y el desarrollo de software espía dirigido a teléfonos móviles, televisores inteligentes y sistemas informáticos en automóviles. En un comunicado, Assange afirma que el sitio web publicó los documentos como advertencia sobre el riesgo de proliferación de ‘armas cibernéticas’. En 2024, Joshua Schulte, un antiguo empleado de la CIA, es condenado a 40 años de prisión por filtrar los documentos”, reportó entonces la CNN.

CARGOS

El 11 de abril de 2019, Assange es detenido por la policía dentro de la Embajada de Ecuador a causa de la orden de extradición de Estados Unidos. Enfrentaba 18 cargos por su presunta participación en la filtración de documentos de carácter confidencial. La pena por este hecho era de hasta 175 años de prisión, de acuerdo a la ley de espionaje, una norma de la Primera Guerra Mundial que por primera vez en la historia fue aplicada a un periodista.

El 23 de marzo de 2022 se casó con Stella, madre de sus dos hijos y también su abogada dentro de la prisión de Belmarsh. Al mes siguiente, un tribunal de Londres emite una orden formal para que Assange sea extraditado a Estados Unidos, que es aprobada por la ministra del Interior británica, Priti Patel, el 17 de junio.

La pelea de sus abogados logró que finalmente no sea extraditado a los Estados Unidos y que pueda retomar su libertad el 24 de junio pasado. Su esposa Stella en conferencia de prensa expuso: “Espero que los periodistas, editoras y editores de todo el mundo se den cuenta del peligro del caso estadounidense contra Julian que lo criminaliza, que ha obtenido una condena por recopilar noticias y publicar información que era verdadera, que el público merecía saber. Ese precedente ahora puede y será usado en el futuro contra el resto de la prensa”. Luego añadió que en algún momento no especificado pedirá el indulto para su marido.

Barry Pollack, del equipo de abogados, apuntó: “El trabajo de Wikileaks continuará y el señor Assange, no tengo duda, será una fuerza continua para la libertad de expresión y transparencia en el gobierno. Es una voz poderosa y una voz que no puede ni debe ser silenciada”.


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