En solo dos temporadas, el joven entrenador Joe Mazzulla ha pasado de ser un completo desconocido a devolver a los Boston Celtics a la cumbre de la NBA, un fulgurante camino recorrido bajo la inspiración de su amigo y admirado Pep Guardiola.

Con el triunfo del pasado lunes ante los Dallas Mavericks, que zanjó las finales por un global de 4-1, Mazzulla es el entrenador más joven en conquistar el campeonato desde el mítico Bill Russell, que tenía unos meses menos cuando se proclamó campeón en 1967 también con los Celtics en el doble rol de jugador y entrenador.

“Joe es un genio del baloncesto”, resumió el base Derrick White ante la prensa durante las finales.

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Con la confianza absoluta desde los despachos de Brad Stevens, quien ostentó ese banco entre 2013 y 2021, Mazzulla ha guiado a los Celtics hasta el 18.º anillo de su historia, rompiendo una CELTICSsequía que se prolongaba desde 2008.

Bajo el mando del técnico de Rhode Island, que debutó el año pasado con una dolorosa eliminación en finales de conferencia, Boston fue el dominador indiscutible de la fase regular (64 victorias - 18 derrotas) y de los playoffs (12-2).

En 2022, y a pesar de su inexperiencia, Brad Stevens sorprendió a la NBA al ascender a Mazzulla a entrenador jefe de los Celtics tras la súbita suspensión del prestigioso Ime Udoka.

Pocos meses antes, Udoka había devuelto a la franquicia a unas finales, saldadas con derrota ante los Golden State Warriors, pero una relación inapropiada con una empleada de la franquicia llevó a que fuera apartado del cargo y sustituido por su asistente Mazzulla.

LA INFLUENCIA DE GUARDIOLA

Mazzulla, que ejercía como auxiliar en Boston desde 2019, impuso una refrescante visión de juego y un estilo de gestión que fue aclamado por sus jugadores, incluso por veteranos como Al Horford, dos años mayor que él.

“Mi parte favorita del trabajo es ver el juego a través del ojo de un artista. Dar a los chicos una pizarra llena de posibilidades y decirles que las exploremos juntos”, dijo en una entrevista a The Athletic a principios de año.

"Pep" Mazulla

Jugador universitario en West Virginia, Mazzulla no encontró opciones para convertirse después en profesional y comenzó una carrera como entrenador colegial en 2011.

Teórico obsesivo del básquet, sus mayores inspiraciones incluyen a maestros de otros deportes y entre ellos destaca especialmente la del español Pep Guardiola en el fútbol.

El entrenador del Manchester City, artífice antes de la era más gloriosa del Barcelona liderada por Lionel Messi, acudió a apoyar desde primera fila a Boston en el arranque de las finales ante Dallas.

“Estudio mucho al Manchester City y a Pep. Creo que es el mejor entrenador del mundo, en todos los deportes y a todos los niveles. Tiene una gran influencia en mí”, reconoció Mazzulla. “Hemos desarrollado una gran relación. Me gustaría poder decir que nos mejoramos mutuamente”.

LUCHADORES Y BALLENAS

En una de las visitas que se suelen intercambiar, Mazzulla viajó en febrero a Manchester y conversó con el cuerpo técnico y jugadores del campeón de la Premier League.

“Estamos estudiando vuestros sistemas de juego, vuestras transiciones y la forma en que defendéis las transiciones”, explicó entonces el estadounidense a un pequeño grupo de cautivados futbolistas, incluidos Rubén Dias, Jeremy Doku, Nathan Aké y Phil Foden.

Vistiendo siempre con suéter oscuro con capucha, Mazzulla combate en las conferencias de prensa la idea de que el juego se divide en fases ofensiva y defensiva y aboga por analizarlo como una continuidad de transiciones que deben ser vertiginosas.

Sus Celtics fueron también el mejor equipo de la temporada en triples, una amenaza con la que logran crear espacios interiores.

En la sala de video, Mazzulla usa diferentes estrategias para mantener la concentración. Sus jugadores han relatado cómo Mazzulla les muestra casos de luchadores de artes marciales, que él mismo practica, que remontan combates aprovechando la relajación del rival, pero también dispone de ejemplos aún más originales.

“Nos habla de fútbol, pero también de los antiguos cazadores de ballenas y de cómo encontraban a sus presas, y lo relaciona con el básquet, lo cual es bastante singular”, explicó con una sonrisa el escolta suplente Payton Pritchard.

Como expuso una anécdota revelada por Derrick White, Mazzulla ha personificado también la falta de egoísmo y la obsesión colectiva de estos Celtics por volver a la cima. “Cuando ganó el premio al entrenador del mes, le di la enhorabuena”, relató White. “Él me miró y me respondió: ‘A nadie le importa’”.

Confiado en el rumbo de la nave, Stevens mantuvo en su puesto a Mazzulla después de la inesperada eliminación del año pasado ante los Miami Heat en las finales de la Conferencia Este.

Entre tanto, en el parquet el triunfo fue comandado por la potente y armónica dupla que conforman Jayson Tatum y Jaylen Brown.

Socios desde hace siete temporadas, la química a prueba de bomba entre los Jays ha sido la base del primer anillo de los Celtics desde 2008, con el que adelantaron a sus históricos rivales, Los Angeles Lakers, y se instalaron en la cima de los equipos más ganadores de la historia.


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