La historia de la humanidad relata que, aun en circunstancias adversas, la misma ha sido matizada con capítulos de humor. Los escenarios del teatro y de la radio fueron claves para promover la alegría y la risa de la mano de grandes artistas que se han dedicado al género humorístico. Hoy recordamos un programa radial pionero de ese rubro en nuestro país.
- Por Eduardo Palacios
La necesidad de crear vínculos con los demás miembros de la sociedad fue, posiblemente, uno de los componentes esenciales para el nacimiento del humor como parte del relacionamiento social. Ese hecho, llevado al campo artístico, permitió que surgieran grandes y talentosos actores y actrices que introdujeron la comicidad y el humor como rubro principal de la actividad, y en muchas ocasiones fue la radio el primer escenario.
La llegada al país del español don Fernando Oca del Valle, en abril de 1940, ha sido sin duda alguna un hito importante para el surgimiento y la consolidación de la actividad artística nacional, que se generara a partir del Ateneo Paraguayo, una de las principales instituciones de formación y difusión del arte nacional en sus diversas manifestaciones, en donde ha colaborado en la formación de músicos, compositores y actores. La década de los años 40 coincide con el surgimiento de importantes emisoras de radio, como radio Teleco, La Capital, Stentor, radio del Estado, luego Radio Nacional, todas en Asunción, sumándose a Radio Cáritas, que salió al aire en 1936, y Radio Encarnación, en la capital de Itapúa. Eran escenarios obligados por donde desfilaban los artistas de diversos géneros, entre ellos del humor, como Aníbal Romero, Ernesto Báez, Nelly Prono, Carlos Gómez, Emigdia Reisofer, Jacinto Herrera, todos formados en el Ateneo Paraguayo.En 1941, Néstor Romero Valdovinos junto con Julio César Maldonado crean los primeros libretos del programa “La pensión de doña Liga”, que se presenta en ZP3 Radio Teleco los días lunes y viernes a las 20:00. El programa contaba con la participación de grandes actores y se constituyó en el programa radial más importante de ese año e incluso es llevado al escenario teatral también con mucho suceso.
Romero Valdovinos fue un poeta, escritor y periodista de gran talento, habiéndose iniciado como libretista primeramente del programa “La tarde que se va”, con Aníbal Romero, también en Radio Teleco, y luego con el exitoso programa humorístico de nuestra reseña de hoy. Escribió también los sentidos versos de la guarania “Tardes asuncenas”, con música de Teófilo Noguera.
EL ARGUMENTO
En su libro “El karamegua de don Aníbal”, publicado en 2003 en Asunción, que recoge vivencias de Aníbal Romero, actor, director teatral, locutor y publicista ya desaparecido, se refiere en la página 133 a lo que fue “La pensión de doña Liga”, en radio Teleco primero y en el teatro después. “En 1941 estrenamos la reidera comedia de Néstor Romero Valdovinos y Julio C. Maldonado, tema deportivo musical en el que me tocó interpretar el papel de don Nicola, personaje que identificaba al Club Libertad”.
En cuanto a los actores y personajes que representaban en la reidera obra radial-teatral señala que “Carlos Gómez al Sportivo Luqueño, Jacinto Herrera a Sol de América, Ernesto Báez a Cerro Porteño, Emilio Araújo a Presidente Hayes, Francisco Marín a Nacional y César de Brix representaba al Olimpia, entre otros, mientras que doña Liga estuvo encarnada por Nelly Prono, inicialmente, y luego por Emigdia Reisofer. Con el correr de los años el elenco fue cambiando con el ingreso de otras destacadas figuras artísticas relevantes de la época.
El argumento se desarrollaba en una pensión en la que moraban los protagonistas que representaban a los diferentes clubes componentes de la otrora Liga Paraguaya de Fútbol. Las discusiones sobre los temas futbolísticos, así como el reclamo por el cobro a los inquilinos acaparaban los parlamentos, produciéndose escenas jocosas que provocaban la risa de la audiencia radial.
HALLEY MORA
El programa iniciado en 1941 siguió difundiéndose hasta los primeros años de la década del 50. La audición fue también el inicio del gran escritor y dramaturgo nacional Mario Halley Mora como libretista en Radio Teleco, donde trabajaba como operador de sonido, según relata el mismo en el libro autobiográfico “Yo anduve por acá”, que en una parte señala: “Un día, Romero Valdovinos, cuando faltaba una hora para el programa y no enviaba los libretos, llamó y avisó que estaba enfermo. El elenco se desesperó. Entonces, yo, tímidamente, me levanté de mi taburete de operador y me ofrecí a escribir el libreto. Me miraron con sorna y, por fin, Carlos Gómez sentenció que probar no cuesta nada. Escribí el libreto en treinta minutos, lo emitieron casi sin ensayar y nadie se dio cuenta de que el libretista había sido cambiado”.
Halley Mora cuenta también en el libro autobiográfico que “aquel fue un episodio pasajero, porque Romero Valdovinos volvió a encargarse del programa, pero yo ya había percibido algo que conocía, la técnica radial; sabía manejar los diálogos y los cortes, y que podía intentar convertirme en libretista. La oportunidad se presentó pronto, cuando ‘La pensión de doña Liga’ terminó su ciclo, mi hermano Gerardo había inaugurado Radio Paraguay y alrededor de 1955 lanzamos el primer programa, una variante del anterior: ‘La pensión de ña Lolita’”.
En los años siguientes, los Compadres, César Álvarez Blanco y Rafael Rojas Doria, incursionaron igualmente en programas de tinte humorístico en diferentes medios radiales con mucho suceso, al igual que José Olitte. La “Fonda de ña Filomena” también fue un programa humorístico muy exitoso en Radio Comuneros en los años 60 y, más recientemente, el recordado Carlitos Vera, el Hombre de las Mil Voces, desarrolló también mucho humor en las emisoras de radio.