Jimmi Peralta - Fotos: gentileza

La comunidad afroparaguaya pasó de ser negada por la sociedad y el Estado a establecer una fecha de celebración intercultural cada 6 de enero, en Kamba Kua. Como desde 2014, la actividad se realiza bajo el lema de “Lázaro vive”, en homenaje a Lázaro Medina, un incansable activista por los derechos de los afroparaguayos y por el reconocimiento de su cultura que tomó como primera herramienta de lucha la música y el baile.

En 2022 se sancionó la Ley 6940 “Que establece mecanismos y procedimientos para prevenir y sancionar actos de racismo y discriminación hacia las personas afrodescendientes”, un logro de la comunidad afroparaguaya que primero tuvo que refutar la negación de su propia existencia por parte de la sociedad y el Estado para ahora poder luchar por la no discriminación.

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Desde hace un poco más de tres décadas, en la primera quincena de cada año se celebra en Loma Campamento, Fernando de la Mora, la Fiesta Kamba. Este año, en su edición número 33, se desarrolló como desde 2014 poniendo en alto la máxima que acompaña a la convocatoria: “Lázaro vive”.

Se trata de un homenaje a Lázaro Medina (1965-2013), un luchador por los derechos de los afroparaguayos y por el reconocimiento de su cultura. Nacido y criado en Loma Campamento, fue hijo de Santiago Medina (1917-2012), bailarín, docente y tamborilero; y tomó como primera herramienta de lucha la música y el baile, optó por divulgar y poner en presencia la cultura de su pueblo ante los ojos de la sociedad.

La comunidad de Loma Campamento tiene su origen en la migración forzada de los esclavos de José Gervasio Artigas. La presencia de la población y la cultura africanas fue negada socialmente y, por lo tanto, omitido el reconocimiento de los actos discriminatorios realizados por el Estado y la sociedad.

INTERÉS TEMPRANERO

“Desde muy joven sentía una preocupación por las tradiciones que se iban perdiendo, siempre me comentaba qué podíamos hacer para que esto no se pierda”, comenta Benito Medina respecto a su hermano. Él es actualmente quien sucede a Lázaro como director del Ballet Kamba Kua.

Para Lázaro y sus compañeros, dar a conocer la cultura afroparaguaya y lograr que el Estado reconozca la existencia de comunidades descendientes de africanos en el país, y que realice un censo para registrarlos, tuvo un preámbulo: el trabajo de Santiago Medina, su padre, el abuelo de Kamba Kua. Su labor consistió en el primer rescate que hizo durante la primera mitad del XX de ritmos y costumbres, fue aprendiendo y difundiendo entre propios elementos de su cultura que se iban erosionando.

“PRACTICABA CON CAJAS DE JABÓN”, RECUERDAN.

“Luego trasmitió sus saberes de percusión a sus primos y vecinos de la comunidad de Kamba Kua. Fue ahí donde la comunidad pudo recuperar su identidad cultural y ancestral hasta hoy día. Gracias a ese joven que tuvo la visión de recuperar sus orígenes a base de los sonidos de tambores y danzas de Kamba Kua”, refiere una reseña de su vida publicada por la OEA.

Lázaro dio el siguiente paso. Vio que el reconocimiento de derechos también era posible a través de dar a conocer la cultura y de que eso también pueda ser una oportunidad para la comunidad.

“Me acuerdo que comentamos con los hermanos y dijo él ‘voy a hablar con la señora Gloria del Paraguay’. En ese entonces ella vivía muy cerca de la comunidad. Ella estaba muy interesada y así surgió el Ballet Kamba Kua. Ella nos conseguía actuaciones en los restaurantes de aquella época, como en La Carreta Purahéi y otros”, recuerda Benito.

El Ballet Kamba Kua nació en 1991 y así surgieron la Asociación Grupo Tradicional Kamba Kua y la Fiesta Kamba, herramientas de organización y de la cultura afro en el país.

“Me acuerdo de que nuestro primer viaje al interior fue a Paraguarí, es muy hermoso recordar este primer viaje. Lázaro me decía ‘esto es el comienzo de nuestra recuperación ancestral, esto ya no para, nuestros hijos y nietos van a seguir nuestras huellas. Esto que estamos haciendo va a ser historia para generaciones que vendrán después de nosotros’”, rememoró.

¿CÓMO NACE LA FIESTA KAMBA?

“Hace 34 años estábamos con unos compañeros de colegio más allegados a nosotros y como teníamos entre los compañeros músicos amateurs, Lázaro les dijo: ‘Yo el año que viene, en enero, quiero hacer un festival si ustedes me ayudan, así nuestras costumbres tradicionales nunca acabarán”, recuerda Benito sobre cómo se dio la génesis de esta tradicional cita festiva.

“Los compañeros se pusieron las pilas y dijo Lázaro: ‘Tenemos que buscarle un nombre que no sea festival’. Y ahí nació La Fiesta Kamba. Este año estamos cumpliendo 33 años de tradición de mi querida Kamba Kua”, agregó.

Lázaro tuvo una visión que le permitió compartir a nivel nacional la cultura de sus ancestros y lograr el reconocimiento, primero de la existencia de comunidades afro en Paraguay, y luego compartir la historia y la cultura de esas comunidades dentro y fuera del país.

“Desde ahí Lázaro ya no paró. Se perfilaba como un líder. Así fue que tomó contacto con líderes de otras naciones y se fue formando. Viajó por toda Latinoamérica y el Caribe, tuvo la oportunidad de visitar países como Angola, Mozambique y Kenia”, recuerda su hermano.

“Fue distinguido por su participación como panelista en la Conferencia Mundial sobre Racismo, Discriminación Racial y otras formas de Intolerancia en Durbán, Sudáfrica, en 2001, y brindó conferencias en varios otros países. A nivel local, se ocupó de visitar todos los núcleos afro del país, de convivir con las personas, escuchar sus necesidades y apoyarlos en su lucha contra la discriminación y la pérdida de sus tierras”, refiere sobre Lázaro una publicación de la OEA.

Cada 6 de enero, la Fiesta Kamba celebra a San Baltasar, iniciativa que obtuvo reconocimientos a nivel internacional, y que conjuga en escena a la cultura tradicional paraguaya, la música contemporánea y el arte y el sonido propio de los afrodescendientes.

Lázaro Medina, un luchador por los derechos de los afroparaguayos y por el reconocimiento de su cultura

LIDERAZGO

“Más allá de ser un bailarín sin igual, Lázaro Medina fue un gran luchador por la supervivencia de la tradición afro en el Paraguay. Cada una de sus intervenciones de danza tenía la proyección de ir logrando reconocimiento. Fue fundador de varios conjuntos de danza traspasando las generaciones y trabajó siempre a nivel regional con otros grupos similares. Como director fue profesional y responsable, llevando a sus compañeros a lucirse en muchos escenarios. Siempre recordaremos a Lázaro Medina como un ser orgulloso de su estirpe, su sonrisa y su cimbreante cintura”, refiere una publicación de la Asociación Grupo Tradicional Kamba Kua.

“Fue un gran líder. Allá por 2005 fue a Emboscada ya con sobrinas y sobrinos a rescatar la cultura de ellos, que se iba perdiendo. Pasará mucho tiempo para que Kamba Kua tenga otro líder dirigente social como Lázaro Medina”, agrega su hermano.

El trabajo de Medina enfocado en rescatar su cultura ancestral en decaimiento, la lucha por los derechos de su comunidad de Loma Campamento y la comprensión que aporta la conciencia respecto a la historia global de discriminación que comparten los pueblos originarios de África le permitieron también excederse de su propio territorio, compartir su vivencia y llevar su labor a Laurelty y Emboscada, donde también se encuentran poblaciones afrodescendientes.

Los tamborileros y danzantes de Kamba honran en sus andas, no solo cada enero, la memoria y la presencia de la afrodescendencia en Paraguay y lo hacen también en nombre de Lázaro Medina.

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